El gobierno y la oposición buscan el consenso en la educación

Parlamentarios de gobierno y la derechista opositora Alianza por Chile intentarán a partir de mañana alcanzar consenso sobre el proyecto de la nueva Ley General de Educación, que sustituirá a la última legislación promulgada por Augusto Pinochet.

Esta negociación es parte de la nueva estrategia del gobierno hacia la oposición para obtener la aprobación de un conjunto de leyes incluidas en su programa, tras las dificultades que enfrentó para aprobar un subsidio millonario para el plan de transporte de la capital y el revés sufrido a su propuesta para nombrar dos consejeros en el canal de televisión pública.

La presidenta Michelle Bachelet ha dado gran importancia al 'clima de diálogo' que se está abriendo con la oposición y se ha comprometido a mantenerlo y fortalecerlo 'porque creo que Chile lo necesita y creo que nuestra gente lo demanda y en los grandes temas de Estado, como es la educación, Chile siempre ha sabido responder unido'.

Desde 1990, la vigente Ley Constitucional de Educación (LOCE) restó el protagonismo del Estado en la educación, amplió su privatización y la convirtió en un sector económico más del país, sujeto a las leyes de la oferta y la demanda.

Se suponía que esta libre competencia mejoraría la calidad de la educación, pero en la práctica ha sido lo contrario. Los colegios públicos pasaron al control de las municipalidades, que competían con los colegios particulares subvencionados y los colegios privados 'sin subvención estatal' utilizados por las familias de altos ingresos.

Mediante esta ley, el Estado entrega 30 mil pesos mensuales (unos 55 dólares) por alumno a las municipalidades y a los dueños de los colegios (lo que disminuye en caso de que el alumno, por enfermedad u otra razón, no asista regularmente a clases) y que se destinan a sueldos de profesores y los demás gastos.

Una de las críticas más comunes a esta ley es la que señala que Chile es el único país del mundo en que el Estado entrega fondos públicos sin ningún control a los dueños de colegios privados que buscan fines de lucro.

La negociación de algunos puntos será difícil, pero ambas partes han adelantado su interés de llegar a un amplio consenso sobre este proyecto.

El ex ministro de Educación, Sergio Bitar, definió los aspectos donde la coalición gobernante estaría dispuesta a ceder y los puntos que no son negociables.

La propuesta de crear el Sistema Nacional de Aseguramiento de la Calidad, que propone la oposición, sería uno de los puntos a analizar por el gobierno, que tiene la idea de constituir una superintendencia para el sector.

En cuanto a subvención estatal y su método de cálculo, ambas partes pudieran llegar a un acuerdo.

Según Bitar, el 'modelo de escuela eficiente' que propone la Alianza por Chile es una opción viable.

'No he visto oposición a esa idea. Se puede discutir por cuánto es un modelo variable para distintos niveles que se quiere alcanzar de calidad y conocimiento y se requiere de profesores, recursos, y equipamiento, según los niveles socioeconómicos y la preparación previa del alumno', dijo Bitar.

Otro de los temas a debatir es la composición del Consejo Nacional de Educación. La Moneda propuso que nueve de los 13 miembros fueran designados por el gobierno y la Alianza plantea que ocho sean votados por el Congreso.

Al respecto, Bitar no cree que existan grandes conflictos. 'Ahí tampoco veo ninguna traba principal', afirmó.

Los puntos más difíciles siguen siendo el lucro y la selección de los alumnos por los colegios. 'Si no hay acuerdo sobre el lucro, eso se va a tener que votar', sostuvo Bitar, aunque indicó que 'no veo materias ideológicamente tan contrapuestas como para que no se pueda buscar un entendimiento'.

Respecto al término del lucro en los colegios, la oposición ha dicho que no cederá, aunque está de acuerdo en que existan sanciones drásticas para los colegios que no cumplan las normas de calidad.

Tampoco la Alianza aflojará en su propuesta de un nuevo modelo de financiamiento, al considerar que debe terminar con la subvención plana y aumentar los montos con el 'modelo de escuela eficiente', valorando que es esencial para integrar y cambiar la calidad de la educación.

Entre abril y junio de 2006, los estudiantes secundarios manifestaron su descontento con la LOCE con una serie de movilizaciones, solicitando su derogación, junto a otras peticiones, como el mejoramiento de la calidad de la educación chilena, la reformulación de la Jornada Escolar Completa (JEC)y la gratuidad de la Prueba de Selección Universitaria (PSU).

A partir de entonces, el gobierno comenzó a trabajar en el proyecto de la nueva ley de Educación.