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05 de julio de 2007. Hola Arístides, Mi nombre es Rosario, soy la coordinadora de la campaña de Greenpeace en favor de las energías limpias y renovables. Hoy quiero presentarte a Martina una voluntaria muy especial de Greenpeace. Ella tiene 9 años y se acercó a nosotros este año cuando filmó, con la ayuda de su papá, un mensaje pidiéndole al capitán del buque factoría japonés que terminara con la matanza de ballenas en el santuario austral. Esta vez nos acompañará en un viaje solidario a una escuelita rural en Aguada Chacayco, en Neuquén, donde 29 chicos de entre 6 y 14 años tendrán que suspender sus clases durante el invierno por falta de energía eléctrica. En Greenpeace creemos que un cambio energético es posible, y que el cambio puede ser ambientalmente favorable, sustentable y accesible. Por eso viajaremos junto con Martina y la madrina de la escuela, miembro de la Asociación de Padrinos de Alumnos y Escuelas Rurales (APAER), para instalar un molino eólico que dará una nueva oportunidad a estos chicos. Martina llevará un diario de su experiencia, un diario en imágenes. Registrate ahora al “Diario del viento” haciendo click aquí. Te vamos a enviar periódicamente los nuevos capítulos del diario para que puedas seguir la historia y la compartas con todos tus familiares, amigos y conocidos. Ayudanos a promover las energías limpias y renovables en nuestro país. Que todos sepan que una (r)evolución energética es posible. La escuela hogar Nº 127 alberga a 29 chicos que permanecen 10 días en la escuela y regresan 4 a sus hogares. En total conviven 41 personas en el establecimiento. Algunos de los chicos viven a más de 50 Km. de la escuela. Si bien las carencias son muchas, la principal es la falta de energía eléctrica. Hace meses que el viejo grupo electrógeno que utilizaban dejó de funcionar y con él la posibilidad de utilizar la bomba de agua de la escuela, 80 focos de luz, el lavarropas, la amasadora, la plancha, la radio, el televisor y la carga del teléfono celular, único medio de comunicación con el que dispone la escuela. La falta de energía obligó a las autoridades del colegio a cerrar sus puertas durante el invierno pasado y este año se repetiría esta situación. La instalación del molino no solo solucionaría el problema, sino que lo haría de la mejor forma posible, con la energía del viento, uno de los recursos gratuitos que abundan en nuestro país. Seguí esta historia a través del diario de Martina, el “Diario del viento”. Sumate ahora haciendo click aquí, recibí todos los capítulos y ayudanos a difundir el uso de energías limpias en nuestro país. Que esta historia sea solo el comienzo. Un fuerte abrazo,     Rosario Espina Coordinadora Campaña Energía Greenpeace Argentina