Científicos tratan de dilucidar razones que ocasionaron “desaparición” de lago

FIORDO TEMPANOS 

- Revuelo nacional e internacional provoca información publicada en exclusiva anteayer por nuestro diario, en el suplemento El Natalino. - Investigadores no descartan que los hechos ocurridos estén relacionados con el fenómeno del cambio climático e incluso con el terremoto ocurrido en abril en Aisén. 

La noticia dio la vuelta al mundo. La información aparecida en exclusiva anteayer en nuestro diario, específicamente en el suplemento El Natalino, sobre la "desaparición" de un lago en el fiordo Témpanos generó conmoción internacional entre los investigadores.
Esto lo han podido comprobar los científicos ligados al tema requeridos en estos días por opiniones formales para publicaciones nacionales y extranjeras.
A modo de ejemplo, Carlos Cárdenas, doctor especialista en sistemas de radar para usos glaciológicos y geofísicos de la Dirección de Programas Antárticos (DPA) de la Universidad de Magallanes (Umag), fue entrevistado por un periodista del diario El País, de España, sobre el fenómeno natural que modificó el paisaje en el sector, ubicado en el límite con la Región de Aisén y que es custodiado por la Corporación Nacional Forestal (Conaf).
O el caso de Gino Casassa, glaciólogo, ex investigador de la DPA y actual integrante del equipo de trabajo del Centro de Estudios Científicos (CECS) de Valdivia, que también ha tenido que atender a las inquietudes de reporteros de distintos medios de prensa.
Antes de referirse formalmente al fenómeno informado por la Conaf, ambos especialistas aclaran que -por ahora- sus apreciaciones son sólo hipótesis y conjeturas. Esto, porque sus palabras sólo tendrán validez una vez que puedan contar con pruebas más concretas de lo ocurrido y particularmente si viajan al lugar para realizar sus propios análisis.
Al observar las últimas fotografías del fiordo Témpanos tomadas por efectivos de la Conaf se aprecia una grieta de aproximadamente unos 30 metros de profundidad, que cruza el lecho de lo que tiempo atrás fue un lago.
Carlos Cárdenas, director (s) de la DPA de la Umag, estuvo revisando las cartas geográficas correspondiente a la zona afectada. Plantea que en realidad no desapareció el lago, sino que el agua llegó y se corrió hacia otro lado, porque tenía una especie de "tapón".
En definitiva, y para entender lo ocurrido, la situación se puede graficar con dos vasos o dos lugares específicos, donde uno se encuentra a mayor altura del otro. En el medio hay una especie de tapón y ese tapón podría haber sido el glaciar que estaba taponeando el agua para que no pasara hacia otro lado.
"Quizás con el calentamiento global el glaciar retrocedió y al retroceder en forma brusca pudo haber provocado que esta agua se corriera y cayera por gravedad hacia otro sector y dejara seco el lugar donde antiguamente estaba el lago.
Esa es una hipótesis ‘a grosso modo' y que es más o menos lógico", dice.
Una hipótesis que le planteó el periodista español señala que la tierra se abrió y que el agua se fue hacia el fondo de la misma tierra, hecho que se quería relacionar con el terremoto que ocurrió en Aisén. "Y no es eso", aclara Cárdenas. "Mi apreciación es que salió un hielo que estaba haciendo el trabajo de taponear el agua para que no pase al otro lado", agrega.

- ¿Pero se puede relacionar esto con el tema del cambio climático?

- "Claro. Cuando hay un retroceso de masa glaciar es debido a que hay poca acumulación en las zonas altas del glaciar y, por lo tanto, el glaciar tiende a retroceder. Y como está retrocediendo ese tapón que servía antes para no dejar pasar el agua hacia otro sector, se derritió y empezó a pasar el agua sin problemas. El sector donde estaba el lago antiguamente está más alto de la cota del sector del lago posterior. Toda esa agua se debe haber ido al lado que está más bajo en definitiva y por una cosa de gravedad", explica el investigador de la Umag.
UN FENOMENO
CONOCIDO

Junto a investigadores del CECS, el glaciólogo Gino Casassa ha realizado estudios en los Campos de Hielo y también en el sector del fiordo Témpanos. Aún así, confiesa que la "desaparición" de un lago es la primera noticia que tiene sobre el tema.
Señala que este fenómeno es conocido e incluso está identificado con nombre en el mundo científico. En Islandia es muy común y está asociado al derretimiento de los hielos producto de la actividad volcánica que es frecuente. También en la literatura científica se conoce en término más general, que se entiende como un gran vaciamiento producto de una crecida de glaciar.
"Esos fenómenos son muy conocidos. Lo que más se conoce es lo que ocurre en el glaciar Perito Moreno, cada 3 a 10 años, donde se ha vaciado en forma muy abrupta desde el lago Río hacia el lago Argentino. Incluso cuando esto ocurre está la prensa preavisada y los turistas y se hace un espectáculo", menciona.
Estos hechos son recurrentes y propios de la naturaleza de los glaciares. Pero, aunque existe esa evidencia, Casassa precisa que "no se puede descartar que puedan ser ocasionados por el cambio climático o por un terremoto. Y sabemos que en Aisén hubo un terremoto. Un terremoto puede dislocar una masa de rocas o de hielo que cayó sobre el lago y que a su vez generó una gran ola y se vació súbitamente".
"Lo que está claro es que un fenómeno glaciar normalmente son lagos que vacían súbitamente y alcanzan un cierto nivel crítico que equivale al punto de flotación del hielo y el hielo comienza a flotar y se socava un túnel debajo del hielo. Y eso es lo que produce el vaciamiento rápido", indica.
Considerando las actuales condiciones del sector de análisis, el glaciólogo afirma que lo más óptimo sería ir en avión a tomar fotos sobre el tema. "Y si van (la Conaf), que nos avisen", señala.
Por lo pronto, los especialistas del CECS están analizando imágenes satelitales para ver las características de la zona. Tienen datos previos y lo ideal es sacar una lo más cerca posible antes de la ocurrencia y otra después, para ver efectivamente qué ocurrió. "Un sobrevuelo a la zona y una visita daría mucha información", reflexiona antes de despedir la conversación telefónica desde Valdivia.

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EXPEDICION
En el Centro de Estudios del Cuaternario (Cequa) el tema también adquiere relevancia.
El geógrafo José Araos cree que no sería aventurar atribuir al calentamiento global lo ocurrido en el sitio ubicado en Campos de Hielo. Señala que es necesario realizar un análisis en terreno, pues este evento otorga la oportunidad única de estudiar la influencia de las condiciones locales sobre la dinámica de los glaciares.
El integrante del grupo de climatología del Cequa y experto en ciencias atmosféricas, Nicolás Butorovic, califica lo acontecido como insólito, atípico y preocupante. Pero también explica que "la hipótesis más aceptable sería que el glacial se encontraba entre una morrena que actúa como una pared sometiendo a una presión al hielo y éste explotó, originando una grieta en el fondo del lago, en el cual el agua se filtró y escurrió, a través de ella como un efecto embudo".

Considera que el fenómeno detectado no es concluyente para indicar que es causa del calentamiento global, ya que sólo afectó a un glaciar de un sector específico. La próxima semana un equipo del Cequa realizará una expedición al lugar para determinar las causas de este fenómeno.

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