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Investigadores y comunidad luchan contra la extinción del Pájaro Loco

Investigadores y comunidad luchan contra la extinción del Pájaro Loco

PREFERIDA EN PUERTO WILLIAMS

-De la Sexta a la Octava Región se encuentra en peligro de desaparecer completamente, mientras que más al sur en categoría de vulnerabilidad.

 El pájaro carpintero de Magallanes, Compephilus magellanicus, vive hasta ahora plácidamente en los bosques de Cabo de Hornos, gracias al trabajo de científicos del Parque Omora y a la conciencia de la comunidad. Sin embargo, su permanencia en el resto del país está en peligro.

Su grito, parecido a una carcajada de locura, el picoteo constante sobre los árboles, y la cresta roja que tienen los machos recuerdan al "Pájaro Loco", uno de los personajes más traviesos de Walt Disney.

En la actualidad, el carpintero de Magallanes, lejos de andar feliz por la vida -como el "Pájaro Loco"-, está al borde de desaparecer por la caza y tala indiscriminada de árboles.

"Esta especie endémica de los bosques nativos del sur de Chile está amenazada por la disminución de su hábitat. De la Sexta a la Octava Región se encuentran en peligro de extinción, mientras que más al sur, en categoría de vulnerabilidad", sentencia la colombiana Ximena Arango, estudiante de magíster de la Universidad de Magallanes, quien trabaja en la zona desde el año 2003.

Asegura que la especie es muy frágil y podría desaparecer de la naturaleza si no se cuida su hábitat. "Afortunadamente el pájaro es muy querido en la población de Puerto Williams, y el impacto humano en los bosques es menor. En la localidad hemos desarrollado un trabajo de socialización con investigadores del Parque Omora".

Sin embargo, la implementación de una especie carismática para la conservación requiere que no sólo sea atractiva para la comunidad, sino también que juegue un rol importante en la ecología del entorno. Atributos que le sobran al plumífero.

"El pájaro carpintero se caracteriza como una especie clave o paraguas, lo que significa que su protección asegura el buen estado de los bosques antiguos y las otras especies que ocupan sus cavidades para su propia casa, como por ejemplo el búho con-con, Strix rufipes, otra especie amenazada de extinción en Chile", fundamenta Arango.

El hogar natural del pájaro carpintero lo constituye el bosque nativo maduro, cuya disminución en el país hace peligrar su supervivencia. "La especie es considerada como indicadora de presencia de biodiversidad y de ecosistemas boscosos primarios y escasamente intervenidos. Los carpinteros grandes -como los que habitan en Chile- nidifican particularmente en árboles adultos y sobremaduros, de especies como la lenga, el ñirre y el coigüe".

EL TRABAJO CON LA COMUNIDAD

Cuidar su hábitat no sólo ayuda a la preservación del ave, sino que resguarda la armonía de un ecosistema saludable, asegura la investigadora colombiana.

Construye sus nidos en árboles muertos de gran altura o en sus partes podridas, lo que les permite una adecuada excavación de su nido, con su pico de taladro, para sacar la madera y poner sus huevos. La casa quedará después para aves de otras especies.

Después de identificar el pájaro carpintero como un posible símbolo de la población, Arango y otros investigadores del Parque Omora-Umag asumieron el trabajo de desarrollar sistemáticamente diversas actividades de difusión. Las iniciativas buscan proteger al plumífero y posicionarlo como ícono de los bosques subantárticos de la Reserva de Biósfera Cabo de Hornos.

Hasta ahora concursos, charlas a estudiantes, docentes y apoderados por parte de los científicos marcan la pauta en la defensa del bosque y el pájaro carpintero. Si bien no existe un catastro de cuántos hay en Magallanes, estas aves habitan en Cabo de Hornos, su canto lo hace rápidamente identificable, aunque no siempre se vea con facilidad.

La sorpresa es que el pájaro le gusta a la población. Es una de las especies preferidas para la comunidad de Williams, no sólo porque es habitual verlos, sino que gusta mucho su aspecto. Incluso podría ser el símbolo como el reconocimiento a la biodiversidad otorgada por Unesco a la zona, señala Ximena Arango.

Para los habitantes de Puerto Williams, el espectáculo bordea los límites de lo maravilloso. No es difícil encontrarse con ellos desafiando la Fuerza de Gravedad. La destreza es posible, gracias a que la mayoría de las especies tienen en sus patas dos dedos apuntando hacia adelante y dos hacia atrás, lo que les permite asirse fácilmente a troncos verticales. Tienen colas cortas y rígidas, que pueden usar como apoyo cuando son presionadas contra el árbol.

Los escolares de la zona saben cuando las aves están buscando alimentos. Y es que los pájaros carpinteros se posan sobre los troncos para oír atentamente el ruido producido por algún insecto que se mueve justo debajo de la corteza. Una vez detectado, rápidamente perfora la corteza y usa su larga lengua para extraer la presa.

Entre las enseñanzas que fomentan los investigadores de Omora, se sabe que estas aves no solamente ayudan a los bosques al consumir muchos insectos plagas, como los escarabajos de la corteza, sino que también proveen agujeros para el anidamiento de otros animales. Estos hoyos, hechos cuando los pájaros carpinteros buscan alimentos, son especialmente importantes para las aves canoras, y están constantemente buscados como lugares para anidar.

De cuatro huevos cría dos pichones

El Carpintero se alimenta de insectos, larvas de coleópteros, hormigas, ácaros, pupas, cucarachas y moscas.

Existen cerca de 82 especies en Latinoamérica y la que se encuentra en Chile es la más grande. Mide entre 44 y 46 centímetros de largo. La hembra es completamente negra, a excepción de la base del pico, donde tiene un color rojo. El macho tiene su cabeza roja, pero el resto del cuerpo negro; además, su copete es más corto que el de la hembra.

Por sus colores y tamaño es imposible confundirlo con otra especie. Su presencia en su hábitat típico, las zonas boscosas, es delatada por un fuerte y penetrante grito, semejante a una carcajada; y también por el constante martilleo del pico en algún tronco.

El pájaro que habita en Magallanes es esencialmente monógamo, y más del 60% de los ejemplares que habitan los bosques templados del sur de Chile están en parejas. Sus huevos son blancos brillantes, sin manchas ni pintas, de cáscara delgada y de un tamaño de 37 x 25 mm. Las crías también tienen el plumaje de la cabeza de color negro.

La hembra pone hasta cuatro huevos, pero generalmente cría sólo dos pichones, los cuales siguen a sus padres por todo un año antes de independizarse. Tanto el macho como la hembra participan en las actividades de incubación y alimentación de los polluelos.

La Prensa Austral ©

Edición Internet

Waldo Seguel 636 - Punta Arenas - CHILE

 

 

2 comentarios

Marcelo Saavedra M -

Estimados Editores, los felicito por la difusión y sensiblización del Carpintero negro, ave símbolo del bosque nativo.

Aaron -

he visto uno y me llamo mucho la atencion porque los que cren extintos o en peligro y lo vi en xalapa veracruz