Hargreaves lamentó decisión que lo destituyóy anunció que viene a entregar su cargo
-En la zona se encuentra el general Matus que actuará como interventor en el traspaso del mando de la Quinta División de Ejército.
Junto con lamentar el inesperado desenlace que tuvieron sus dichos en favor de la obra del fallecido general Augusto Pinochet, el renunciado general Ricardo Hargreaves Butrón señaló que no comentará la decisión adoptada por el comandante en jefe del Ejército, Oscar Izurieta, de alejarlo de las filas castrenses.
El alto oficial respondió escuetamente al llamado telefónico hecho ayer por La Prensa Austral. Apesadumbrado por la situación que enfrenta, vive en la capital los momentos más amargos de una carrera militar calificada como brillante y que abruptamente se vio interrumpida por sus declaraciones emitidas al término de la misa en memoria del ex gobernante, oficiada el lunes por el obispo Bernardo Bastres, en la capilla Nuestra Señora de Loreto.
Hargreaves anunció que regresa a comienzos de la semana venidera a la zona para hacer entrega del cargo a su sucesor, el general de brigada Luis Hernán Torres. El segundo hombre de la línea de mando del Ejército, general de División, Jorge Matus Coulomb, quien actuará como interventor en el cambio de mando, se encuentra desde ayer en la zona, por lo que es factible, incluso, que la ceremonia fijada originalmente para el miércoles 20 de diciembre, se pueda adelantar.
No obstante, la Quinta División de Ejército informó ayer que la invitación a la ceremonia de traspaso de mando formulada a nuestro diario quedaba sin efecto hasta nuevo aviso. Existe la posibilidad de que el acto se haga en forma privada, sin prensa.
En este caso sólo corresponde la entrega del mando de la Quinta División, ya que el cargo de comandante en jefe de la Región Militar Austral, que el general desempeñó por un año, fue recibido el lunes pasado por el contralmirante Edmundo González, en una ceremonia a la que asistió la intendenta Eugenia Mancilla.
SORPRESIVA MEDIDA
La baja del alto oficial causó extrañeza principalmente a nivel del personal que labora en el Cuartel General, sector Ojo Bueno, donde funciona la comandancia de la División. A primera hora de ayer se realizó una formación militar, donde se le dio a entender a los efectivos que todo seguía normal, dándose posteriormente paso al inicio de la celebración de la Pascua del Soldado, actividad destinada a los hijos del personal de planta.
La Quinta División se encuentra a cargo del coronel Carlos Dupouy, jefe del Estado Mayor de la repartición castrense en Magallanes.
La jornada de ayer en el ámbito militar estuvo marcada por la visita que inició a la zona el general de División, Jorge Matus, comandante de Operaciones Terrestres. Fue designado por el mando para cumplir el papel de interventor en el traspaso del cargo de esta austral División. El alto oficial adelantó en algunos días su viaje para pasar revista a las unidades tácticas de la región.
Ricardo Hargreaves había asumido anteayer como jefe de la Guarnición de la Región Metropolitana, cargo que alcanzó a ocupar tan sólo algunas horas, pues la misma noche el general Izurieta le solicitó la renuncia por sus polémicas declaraciones formuladas a La Prensa Austral y Radio Polar. Como jefe de la Comandancia de Guarnición de Santiago, Hargreaves adquiriría un rol protagónico en la Parada Militar 2007, al tener que pedir la autorización de rigor a la Presidenta Bachelet para el inicio de la ceremonia. En 1990 el brigadier general Carlos Parera no pidió la autorización al Presidente Aylwin.
Los dos anteriores comandantes en jefe de la División, los ex generales Waldo Zauritz y Luis Clavel, vivieron también difíciles momentos durante su gestión: el primero, por el espionaje al consulado de Argentina, y el segundo, por la tragedia antártica. Zauritz renunció al cargo y Clavel fue llamado a retiro.
MINISTRA DE DEFENSA
La ministra de Defensa, Vivianne Blanlot, destacó que "no se trata de Pinochet aquí, se trata de que los militares no deben emitir opiniones políticas ni acercarse siquiera al tema de emisión de opiniones políticas".
Si bien la secretaria de Estado afirmó que el general cometió un error, a la vez resaltó que "fue un gran oficial", lo que refleja el interés de reconocer su desempeño y de evitarle una salida agraviante de la institución.
Hargreaves declaró a nuestro diario que "fui partícipe de la causa de Pinochet y la sigo compartiendo", palabras que generaron la petición de baja del militar.
Respecto de sus sentimientos tras el deceso del ex gobernante, dijo que eran "de reconocimiento a un hombre que fue capaz de asumir una gran responsabilidad, en un momento cuando el país estaba absolutamente convulsionado y colapsado. El asumió esa responsabilidad. El luchó por lo que creyó era importante para Chile. Yo fui partícipe de esa causa. La compartí plenamente y la sigo compartiendo, y creo que lo que hizo el general Pinochet hoy día es lo que está disfrutando el país, de tremendo bienestar y empuje, gracias, sin duda, a la obra del general Pinochet".
Hargreaves aseguró haber tenido una cercana relación con Pinochet. "Prácticamente hice mi carrera con él. Tuve la oportunidad de estar con él muchas veces, de estrechar su mano y de estar a su lado en momentos buenos y malos. Era un personaje que a mí realmente me llamaba mucho la atención, por su carisma, liderazgo, su forma de ver las cosas, por su visión y por sus ganas de sacar al país adelante y hacer de él una gran nación. Esa era su lucha, y creyó y luchó por eso. Todo ser humano tiene necesidad de respeto a sus ideas. Pero como Ejército, creemos que él fue un gran comandante y cumplió con el deber que le tocó asumir en un momento determinado", sostuvo. Esta última frase habría pesado también en su contra ya que se arrogó la representación de la institución.
"Me siento orgullosa de las FF.AA. que tenemos"
La diputada DC Carolina Goic valoró ayer la decisión adoptada por el comandante en jefe del Ejército, general Oscar Izurieta, respecto de solicitar la renuncia a la institución del general de División Ricardo Hargreaves.
Indicó que esto da cuenta de que el país tiene hoy unas Fuerzas Armadas distintas, de las cuales "tenemos que sentirnos muy orgullosos".
Goic indicó que ha sido ejemplar la forma en que el Ejército y las otras ramas castrenses se han manejado estos días frente a una situación tan compleja como fue el fallecimiento y funeral del general (r) Augusto Pinochet Ugarte.
"Ellos han hecho un gran esfuerzo por demostrar que están en otra etapa y esto ha quedado plenamente refrendado con las decisiones que ha debido adoptar el general Izurieta".
Requerida si no fue destemplada la petición de retiro formulada a Hargreaves en cuanto a que éste sólo refrendó lo que ha sido la postura militar respecto del golpe y el régimen castrense, la diputada DC indicó que en materias de ésas los militares no pueden ser deliberantes y que, en tal sentido, entiende y aprecia la decisión del general Izurieta.
Agrupación de Derechos Humanos pide la renuncia del propio Izurieta
Sabor a poco encontró la agrupación de ex presos políticos Dawson2000 en las medidas adoptadas por el comandante en jefe del Ejército, general Oscar Izurieta, de pedir la destitución del nieto del general (r) Augusto Pinochet y ahora del general de División Ricardo Hargreaves.
Para la entidad la destitución de Hargreaves debe ser valorada como un aporte a la democracia y la promoción de los derechos humanos en Magallanes y en Chile.
Pero, planteó que se debe pedir la renuncia del propio comandante en jefe del Ejército. Justificó este postulado sosteniendo que él es responsable por la forma como se llevó a cabo el evento oficial del Ejército del funeral del dictador.
"Primero, por su propia justificación al golpe de Estado, que de facto implica justificar la dictadura y las violaciones a los derechos humanos. Segundo, por haber permitido que un acto institucional de una institución del Estado se prestara para ser tribuna de propaganda para doctrinas anti-democráticas y de justificación a un régimen dictatorial caracterizado por masivas violaciones a los derechos humanos", planteó.
Para los ex presos políticos, el Ejército no es un club privado ni un poder independiente del Estado, sino que una institución pública que depende del Ministerio de Defensa y responde a la autoridad civil de la Presidenta de la República.
"Tampoco el Ejército es, y no puede ser, un aparato de propaganda de los sectores dictatoriales y anti-democráticos. Si fuera una institución de propaganda o publicidad, todos los sectores políticos deberían tener acceso equitativo a esta tribuna política que es financiada con fondos públicos, que por definición son de todos los chilenos", remarcó.
La agrupación Dawson2000 indicó que la democracia acepta y defiende el derecho a expresión de todos los sectores políticos, incluso los anti-democráticos y pinochetistas, pero no dentro de las instituciones de las Fuerzas Armadas.
"El Ejército y las Fuerzas Armadas por definición tienen que tener ser democráticas para responder a un gobierno democrático y obedecer las leyes de un estado de derecho. No hay cabida y no se deben aceptar la existencia de sectores anti-democráticos de ninguna índole en las instituciones de las Fuerzas Armadas del país. Es hora de ir depurando el Ejército de Chile de gente con falta de compromiso con la democracia y los derechos humanos", indicó.
Senador socialista Pedro Muñoz respaldó destitución del general
El senador socialista Pedro Muñoz valoró la actitud asumida por el comandante en jefe del Ejército, Oscar Izurieta, en el sentido de actuar con firmeza respecto de dichos contrarios al rol institucional de la rama castrense, cursando la baja inmediata tanto del nieto del ex dictador Augusto Pinochet como del general Ricardo Hargreaves.
El parlamentario por Magallanes indicó que "con ello el Ejército de Chile avanza decididamente en retomar su rol profesional y prescindente de la actividad política, única forma de cautelar y servir a los intereses de toda la Nación y no de algunos grupos de ella".
Para Muñoz, la señal que se ha dado, en ese sentido, es muy potente y debe ser valorado como un importante gesto en pro de la normalización institucional.
Recalcó que nadie cuestiona la posibilidad que los militares ejerzan sus derechos constitucionales y tengan opinión y posiciones respecto de la situación del país, pero ellas jamás deben expresarse públicamente, pues cuando así ocurre, en cualquier sentido, éstos pasan a tomar partido en la contingencia, lo que está prohibido por la Constitución y la ley como contrapartida al monopolio de las armas que la sociedad les ha entregado.
"Como ha dicho la ministra Blanlot -indicó Muñoz- acá ni siquiera está en discusión el sentido puntual de sus declaraciones, sino que el solo hecho de expresar opiniones respecto de la coyuntura lo apartan de la línea institucional".
Sin embargo, el senador advirtió que, sin perjuicio de la condena a la emisión de cualquier tipo de planteamientos de esta naturaleza por parte de un general de Ejército, no cabe duda que tiene mayor gravedad que los haya proferido adhiriendo a la gestión del gobierno de facto, apoyando con ello indirectamente la nefasta represión emprendida en dicho régimen y que costó la vida de miles de chilenos.
"Sus expresiones han tenido lugar, además, en una región que fue especialmente golpeada, donde muchos magallánicos debieron sufrir el horror de la detención arbitraria, las torturas y la persecución, constituyendo, entonces, una ofensa gratuita que no pudo ser sino sancionada con la severidad que merece", concluyó.
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