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Centros Chilenos en el Exterior

Sería un gran orgullo ser chileno

Tras 11 años seguidos entre los jaguares, el "Parrillero" se ilusiona con la nacionalidad por gracia
Manso mordisco del Bichi: "Sería un gran orgullo ser chileno"
El único temor de Borghi es que le pase lo del "Pulga" De la Peña y lo chaqueteen, diciendo que hay un interés turbio detrás de todo. Borghi inapetente sólo tragó sabroso corderito
Alejandro Villegas C

ESA POLICÍA VERDE... La nacionalidad por gracia para Claudio Borghi sería un orgullo que le haría inflar la ponchera. Con 14 años en Chile, el Bichi se ha transformado en ídolo nacional, la gente lo quiere y por donde va una enorme fila de fanáticos le pide algún autógrafo o una foteli para el recuerdo. Tanta es la admiración que inspira el "Parrillero", que hasta los mismísimos hombres de verde lo idolatran.

(Foto: Josè Moya T)

Cuenta la leyenda que el '92 cuando el Palito Cavalleri intentó llevárselo a Cobreloa, el Bichi cachó Calama y salió arrancando. Más bien Mariana Pagnucco soltó un "ˇvos estás loco, guatón!" y eso bastó para que el "Parrillero", como buen macabeo, apretara cachete de Chile. Usted sabe, donde manda la patrona...

Pero el destino quiso que Borghi, el sucesor de Maradona, igual al poco tiempo se apernara en el Colo, iniciando una larga historia que en una de esas podría acabar con el gordo más famoso del país convertido en un jaguar más. Claro, si se decide a dar el paso y en el Congreso no le hacen la desconocida.

Gusta, pero asusta

Más que una obsesión, para el cerebro y chunchul del Colo el convertirse al chilenismo por ahora es un sueño. "Sería bueno, sería agradable. Ya vivo tantos años en Chile que sería un gran orgullo para mí", dijo, pero aclarando al toque a los chaqueteros de siempre que "no reniego de ser argentino".

Ya son 14 los años (de los cuales 11 lleva seguidos) que el "hueón" le brota del alma y razones le sobran para sentirse más cómodo entre nosotros que al otro lado de la cordillera. "Tengo un hijo chileno, una trayectoria profesional acá y un respeto enorme por la bandera chilena", repite, eso sí, cuidándose en cada palabra. Por eso insiste en que "no reniego de la Argentina, pero tampoco soy de ofender al país que me ha acogido, por lo que la nacionalidad por gracia me agrada".

Danger, danger

Y he ahí el dilema. Tiyible de fresco está el recuerdo en la panzurri del obesolfo lo que le pasó a su compatriota Horacio de la Peña. Un día al "Pulga" le querían levantar una estatua y al otro lo apuñalaron hasta que de la oferta de carné jaguar nunca más se supo.

Entonces el guatón popular la piensa. "Yo no quiero presionar. Sólo respondo que me gustaría si me preguntan si quiero ser chileno. Pero nada más y no sé... con lo que pasó con De la Peña", le puso suspenso y con toda la razón.

Es que cualquiera en su tremendo pellejo le daría más que una vuelta al tema. Porque en la confesión de la que fue testigo la radiolina hermana W, el campeón del mundo con la Albiceleste concluyó empelotando un temor lógico. "Yo no soy de los que hacen las cosas por conveniencia... tiene que ser por convicción". Y, lamentablemente, acá no basta con su voluntad.

También hay que mirar para el Congreso y, a usted le consta, allá nunca se sabe.

"Sulantay tiene que aprender a leer"

Dos cosas quiso aclarar el Bichi en su despedida de Puerto Montt, para variar caótica en medio de hinchas, pacomios y hasta milicurris que querían sacarse una foto con él y los astros del Cacique. La primera es que no se tragó dos kilos de carne, 300 gramos de locos y de postre unos camarones en el banquete que les ofreció Constantino Kochifas a los albos después de enterrar a los salmoneros.

Norman Bull contó en colores el peligro que era ver al DT con el tenedor, pero Borghi tomó pa' la talla la caída de cassette. "No fue tanto, sólo un poquito de cordero nomás", se rió, admitiendo que está pensando también en aceptar la invitación del dueño de los cruceros Skorpions de pasar una segunda luna de miel en la Laguna de San Rafael.

Pero donde puso cara del bulldog fue para devolver el misil de Sulantay. El jefe de la Sub 20 lloró que el técnico popular no quiso que la Rojita fuera de aperitivo en la final de la Sudamericana. Borghi aclaró que "yo no tengo nada que ver. No soy el administrador del estadio".

Claro que no se quedó ahí. "Sulantay tiene que aprender a leer. El estadio es de todos los chilenos y yo nunca dije nada", lo remató con un rabonazo en el suelo.

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