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Centros Chilenos en el Exterior

EL DIA DESPUES

Por Máximo Kinast

Para mi eso es lo que importa. El día siguiente a la muerte del Innombrable. Porque antes que se muera, ya se sabe, no habrá nada nuevo.

Se seguirá agravando ante cada posible sentencia en su contra y correrá a ocultarse al Hospital Militar. Porque es un cobarde y un redomado traidor. Se hizo masón para ascender a general y para acercarse al Presidente Salvador Allende. Luego volvió a golpearse el pecho ante la Iglesia. No se decidió a unirse a los golpistas hasta el sábado 8 por la tarde, cuando los marinos lo amenzaron con matarlo si no se unía a ellos. Y eso que Ricardo Pincheira 'Maximo', por orden directa del PresideNte Allende le había informado de la correlación de fuerzas y de quien era quien en el Ejercito el viernes 7 por la tarde, a pesar de que Máximo no confiaba en el Genocida Vitalicio (que todavía no alcanzaba el honor de este nombre, ni se llamaba Daniel López). Su cobardía la demostró el once, dirigiendo el golpe oculto desde un bunker y con un avión esperándolo para fugarse si le iba mal. ¡Que distinto a Salvador Allende, que rehusó cualquier oferta de salir y prefirió la muerte a traicionar a su pueblo!

Nadie recordará que fue un felón, que manchó para siempre el uniforme del Ejército de Chile y de defensores de la Patria los transformó en ladrones, secuestradores, torturadores, asesinos, violadores de tumbas y mentirosos desmemoriados. Nadie recordará su Juramento de fidelidad y repeto a la verdadera Constitución Política de Chile, la de 1925, que Allende honró con su vida. Nadie recordará su juramente de lealtad al legitimo Presidente de Chile. Nadie recordará esos juramentos, porque los violó en defensa de los intereses de los Estados Unidos de América y de las clases privilegiadas del país.

Será sobreseído por fallecimiento y Eduardo Frei Jr., el mentiroso, dirá que no mintió, que en Chile se le siguieron varios juicios y que si no se le condenó fue porque se murió antes de recibir sentencia. Frei no recordará que entre las víctimas del innombrable esta -casi seguro- su propio padre. No lo recordará porque no le conviene. Ahí hay una cuestión de dinero, que es mas poderoso que el cariño por su padre. Posiblemente algo relacionado con el Puerto de Mejillones, en los que tiene intereses, junto con otros encubridores como Ricardo Lagos Escobar. Patricio Alwyn dirá que se hizo justicia en la medida de lo posible, como si a él, redomado traidor, le interesara que se hiciera algo de justicia. El sinvergüenza del Cardenal Primado ya dice que hay que ser solidarios con un hombre que se acerca al Reino de Dios y le augura un corto tiempo en el Purgatorio. Imagino que eso es lo que entiende Su Eminencia por Justicia No Excesiva. Y Ricardo Lagos Escobar respirará tranquilo porque no habrá motivo para una 'caza de brujas', en la que él caería por complicidad y ocultamiento de pruebas y de nombres. 

En La Tercera aparecen los nombres de sus cómplices que lo visitan en el Hospital Militar. Es un gesto que hay que agradecerle a ese abominable periódico, tan dado a mentir. Esa gentuza es culpable de haber participado desde altos cargos en la Política de Terrorismo de Estado y todos han de ser juzgados por su implicancia en los crímenes instigados por el Innombrable. El día después habrá que dedicarse a llevarlos uno a uno ante los Tribunales de Justicia, porque 'no son inocentes palomas', sino halcones expropiadores, privatizadores y muy posiblemente prevaricadores. Estoy seguro que más de alguno es cómplice en los latrocinios de Daniel López, además de avalar sus crímenes contra la Humanidad.

El 'glorioso' Ejército de Chile le rendirá honores en la Escuela Militar. Los cadetes aprenderán así los valores que defiende la Institución Armada: El robo de dineros del Estado, la falsificación de pasaportes y de documentos públicos, el secuestro, la tortura, el asesinato (incluso de compañeros de armas, como Prats, Bonilla, Lutz, Cantuarias y tantos otros), la desaparición de cadáveres, la violación de tumbas, el tráfico de armas, la mentira y el olvido y lo que haga falta con tal de ganarse unos millones de dólares. Esa es la moral del Ejército de Chile que rendirá honores a su ex Comandante en Jefe, porque es de su calaña. ¿Por qué no rindió esos honores al General Carlos Prat? No es difícil contestar. Porque Carlos Prat era un hombre decente y un patriota.

Lo importante es lo que ocurrirá al día siguiente, porque todo el mundo sabe quien es el Innombrable y no hay peor insulto para un ser humano en todo el planeta, que decirle: 'Usted me recuerda a Pincohet'

Lo importante es lo que ocurrirá al día siguiente porque se hará pública y notoria la inmoralidad de las Fuerzas Armadas de Chile, fieles a la ley de la mafia: la 'omerta' y a las instrucciones que les da el gobierno de los Estados Unidos de America. También saldrá a la luz la complicidad de la Concertación, en especial de la Democracia Cristiana con los momios, todos juntos, rindiéndole honores, como si se tratará del propio Dios Mercurio, el Dios de los Ladrones.

Ahora más que nunca será necesario rescatar la verdad histórica. El Golpe de Estado se dió para privatizar (robar) los bienes del Estado de Chile en benficio de la clase privilegiada y de los Estados Unidos de América y de las transnacionales. El bombardeo de La Moneda fue un acto de cobardía, que equipara El Golpe de Estado a un acto criminal de robo con fractura y homicidio premeditado. La guerra contra el comunismo fue una excusa inventada por la CIA y difundida por nuestras clases altas, exactamente igual que el Plan Zeta. No hubo 30 mil cubanos armados hasta los dientes, ni desarmados (Si los hubo, ¿dónde estaban el 12? ¿Regresaron a nado a Cuba?). El desabastecimiento fue provocado por los momios y los comerciantes y los camioneros y fue planeado y financiado por la CIA. Son hechos históricos probados con documentos ante el Senado de los Estados Unidos de América.

Uniformados de Chile: basta ya de mentiras y de honores a los genocidas. Digan la verdad, criminales, digan dondes están nuestros muertos, quiénes fueron los asesinos, cómo los mataron. Confiesen, póngase a disposición de la Justicia. Es el único camino para perdonar y volver a sentirnos todos unidos, en paz y mirar juntos por el futuro de Chile.

 

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