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CHILE: LOS CHANCHULLOS DE LA COMANDANCIA EN JEFE DE LA FUERZA AEREA

Enviado por: "Pedro Alejandro Matta" p.matta@vtr.net

Mar, 21 de Nov, 2006 4:38 am (PST)

El caso Mirage y la investigación por pago de comisiones ilegales

El ex comandante en jefe de la FACH Ramón Vega tendrá que declarar como inculpado para esclarecer su participación en el pago de 15 millones de dólares a intermediarios por la compra de 25 cazabombarderos a una empresa belga. Ya no tiene fuero y la institución no lo respalda. ...


Puesta online a las 22:16, el 19 de Noviembre del 2006

El caso Mirage y la investigación por pago de comisiones ilegales
Ex general Vega al banquillo

El ex comandante en jefe de la FACH Ramón Vega tendrá que declarar como inculpado para esclarecer su participación en el pago de 15 millones de dólares a intermediarios por la compra de 25 cazabombarderos a una empresa belga. Ya no tiene fuero y la institución no lo respalda.

Luis Narváez
Nación Domingo

Amanece en Santiago, y en Bruselas, la capital de Bélgica, los funcionarios de la Fiscalía Anticorrupció n y del Primer Juzgado de Instrucción de ese país se preparan para el almuerzo. Nadie devuelve llamadas telefónicas ni correos electrónicos. Todo el mundo está ocupado y –con modales poco amables– siempre hay excusas para no entregar información.

Los centroeuropeos son bastante reservados y malhumorados. Aún recuerdan cuando en 2003, una publicación de este diario enfureció al juez de instrucción Daniel Fransen. Allí se daba cuenta de los detalles de la investigación que ese tribunal estaba realizando para esclarecer el pago de comisiones ilegales por más de 15 millones de dólares a los intermediarios que participaron en la compra y venta de 25 cazabombarderos Mirage 5, que en Chile fueron rebautizados como “Elkan”.

En ese entonces, el general (R) y ex comandante en jefe de la FACH Ramón Vega era senador designado. Sobre él recaía una serie de interrogantes venidas desde el país europeo acerca de sus presuntos vínculos con los operadores del negocio, que en total implicaron un desembolso de 109 millones de dólares a las arcas fiscales nacionales.

Uno de los sospechosos, Bernardus van Meer, era yerno de Vega a la fecha del negocio. Y lo sigue siendo, porque después de estar casado con una de sus hijas se emparejó con la otra. Representantes de empresas de armamento y fabricantes de aviones desfilaron en esa época frente al edificio de la FACH, en calle Zenteno, ofreciendo –literalmente– el cielo y la tierra. Y esos mismos intermediarios, más algunos nombres nuevos, aparecieron recibiendo suculentas sumas de dinero.

Hace casi tres años, con información enviada desde Bélgica, se inició una investigación en Chile después de que el Consejo de Defensa del Estado (CDE) presentara una denuncia ante el Primer Juzgado del Crimen de Santiago, el mismo que había tramitado un extenso exhorto de la justicia flamenca que alertó sobre el sigiloso negocio encubierto.

Poco sucedió desde esa fecha. Pero la misma reserva con que trabajan los policías y fiscales belgas permitieron comenzar a esclarecer lo que estaba más oculto y que permitía a algunas personas negar, hasta ahora, cualquier irregularidad de parte de los actores chilenos de este negocio.

Tanto los organismos investigadores de Bélgica como los chilenos han logrado establecer los movimientos financieros que se realizaron una vez que el fisco canceló los 109 millones de dólares y los presuntos giradores de los dineros que salieron del monto total que pagó Chile. A ello se agregan nuevos nombres de personas que participaron en el negocio personalmente o a través de sociedades de acciones al portador con cuentas en algunos bancos.

¿Estaban informadas las autoridades chilenas que dentro de la millonaria suma se pagarían comisiones? Hasta ahora, el único que parece saberlo es Vega y deberá aclararlo bajo un contexto muy distinto al que declaró en el año 2003. En esa oportunidad dijo que el negocio se había realizado de Gobierno a Gobierno, que su yerno no había participado en nada y que a él sólo le había correspondido una participación técnica.

La jueza del Segundo Juzgado del Crimen de Santiago, Romy Rutheford, decidió citar al ex jefe castrense para que declare, pero ahora en calidad de inculpado. La diligencia fue solicitada la semana pasada por el CDE, en base a los últimos antecedentes que han sido recopilados en Chile y el extranjero.

Se sospecha que Vega pudo haber manejado intereses en el extranjero en forma personal a través de sociedades. Especialmente en Miami (EEUU), donde los bancos Coutts & Co. y Espirito Santo de esa ciudad son investigados por mantener cuentas de entidades vinculadas al negocio de las armas.

Las fuentes consultadas para este artículo sostienen que, a estas alturas del proceso, existen “amplias dudas” sobre la versión que Vega entregó en 2003, mediante un cuestionario que respondió por oficio (en ese tiempo tenía fuero por ser senador). Una de ellas dice relación con su afirmación inicial acerca de que el negocio “fue muy transparente, de Gobierno a Gobierno”.

Los operadores

Hasta ahora se ha logrado establecer que el dinero que pagó Chile se realizó directamente a la empresa SABCA (Société Anonyme Belge de Constructions Aéronautiques) . Dicha entidad fue encomendada por el Gobierno belga para comercializar los aviones Mirage que a principios de 1990 fueron dados de baja por la Fuera Aérea de ese país, pero reacondicionados para su venta.

Allí, el principal operador fue el actual director de marketing y ventas de SABCA, Marc Humblet. Pero a partir de ese momento, de los 109 millones de dólares que pagó Chile, 15 millones fueron a parar a una cuenta que la sociedad de acciones al portador Berthier Investment Inc. mantenía en el Clariden Bank de Suiza.

Berthier Investment fue una entidad creada por un estudio de abogados (Alemán, Cordero and Lee Trust) en Panamá y que actualmente tiene su sede en las Islas Vírgenes británicas. Estos abogados son los mismos que le dieron un poder a Óscar Aitken (ex albacea de Pinochet) para que representara en Chile a Cornwall Overseas Corporation y realizara movimientos de los dineros del ex dictador.

Así, Berthier Investment se transformó en la caja pagadora de la operación de venta de los Mirage y se descubrió que tenía una íntima relación con Chile. Su representante en nuestro país era un ciudadano de origen checo, Carlos Honzik (fallecido en 1999), quien a principios de los ‘90 también fue uno de los principales promotores de los aviones fabricados por la francesa Dassault, empresa que además era propietaria de SABCA.

Honzik era conocido en Chile como representante de varias empresas de armamento y amigo de Ramón Vega. Ambos se encontraban a menudo en una oficina que el checo tenía en calle Moneda.

Para Honzik, el negocio de los Mirage se transformó en un proyecto lucrativo cuando a fines de la década de 1980 conoció a Jacques Lefebvre, un ex general y ex jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea de Bélgica, que se pasó al mundo de los negocios una vez que dejó el uniforme. Tras suicidarse en 1995, Lefebvre se transformaría en el detonante del caso y abriría las sospechas del pago ilegal de comisiones a chilenos.

El ex uniformado era agente de Europavia, una empresa que representaba a fabricantes de armamento. En sociedad con SABCA se involucró en la venta de los Mirage, lo que lo hizo viajar a Chile en dos oportunidades, en 1992 y 1993.

Aquí se reunió con Honzik y con un tercer agente del mismo rubro, un ciudadano belga avecindado en Chile desde la década del 50, Francisco de Smet d’Olbeck. Éste era dueño de Combak S.A., y con sus contactos e influencias también se incorporó a la promoción de los cazabombarderos. En los últimos años se retiró del negocio de armas para dedicarse a comercializació n de grandes extensiones de terreno en el sur, donde ha entrado en conflicto con el magnate conservacionista estadounidense Douglas Tompkins.

Así, con Honzik y Smet d’Olbeck se cerraba el dispositivo chileno del negocio. Hasta ahora está comprobado al menos que los dos belgas recibieron sus comisiones a través de una cuenta en un banco de Luxemburgo.

Para los belgas es un hecho que se pagaron altas comisiones y coimas para cerrar el contrato. Humblet, el actual director de marketing y ventas de SABCA, en su tiempo también incorporó a las tratativas al francés Bernard Carayon, asesor de inteligencia en materia económica del Gobierno de Francia. Carayon recibió una no despreciable suma de dinero, calculada en cerca de 150 mil dólares.

El yerno

La justicia belga siempre ha sospechado de la participación de un intermediario fantasma en todo el negocio, que por su posición logró penetrar hasta el punto de convencer a la FACH de la conveniencia de la compra de los Mirage belgas.

Se trata de Bernardus van Meer, un ciudadano de origen holandés residente en Londres.

A principios de los ’90 se transformó en el yerno de Ramón Vega, ya que por esos días se casó con Verónica Vega Pizarro, hija menor del ex comandante en jefe de la FACH.

Francisco de Smet d’Olbeck, interrogado por la policía chilena en 2003, declaró que Van Meer lo contactó para que lo representara en el negocio.

Sobre los posibles intereses de Ramón Vega se han acumulado en el expediente diversos informes sobre sus propiedades en Chile. Pero aún la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras no cumple una orden del tribunal para informar sobre las cuentas o instrumentos financieros que poseería en bancos chilenos, personalmente o a través de sociedades. Vega cuenta con participación en cuatro empresas, dos mineras y dos sociedades de inversión. No está claro si maneja o no intereses en el extranjero.

Se sabe que una de sus hijas, Verónica, la que estuvo casada con Van Meer, vive en un departamento de su propiedad en la exclusiva calle 27 de Nueva York.

Es posible que por estos días Ramón Vega deba responder a ésta y otras interrogantes. Está obligado a presentarse ante el tribunal, porque ya no tiene fuero. De lo que diga se podrá iniciar una serie de acciones para que la justicia continúe la investigación y devele si en este caso las arcas fiscales fueron nuevamente mermadas por manos de guante blanco. LND

Conexión Riggs

Hace algunos meses, el CDE solicitó que se enviara un exhorto a Bélgica para indagar la conexión de este caso con el presunto enriquecimiento ilícito de Augusto Pinochet. La razón está en un traspaso de fondos que Berthier Investment hizo desde el Clariden Bank de Zurich a la cuenta Nº 202952 del Banco de Chile de Nueva York, el 1 de julio de 1994, pocos días antes de que SABCA firmara contrato con el Gobierno chileno para la compra de los Mirage. El traspaso se hizo a favor de Cornwall Overseas, la empresa donde Aitken tenía poder no sólo para representar a esta sociedad, sino que los intereses financieros de Augusto Pinochet.

Otra de las conexiones se encuentra en las declaraciones del ex ejecutivo de los bancos Espirito Santo y Coutts & Co., ambos de Miami, Edgar Tatman, quien entregó antecedentes sobre depósitos realizados por Berthier Investment, como se dijo, la caja pagadora del caso Mirage.

Los mismos abogados creadores de esta última (Alemán, Cordero and Lee Trust), también fueron los creadores de Belview International, Tasker Investment, Eastview Finance y Abanda Finance, sociedades al portador a través de las cuales Aitken movió los dineros de Pinochet.

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