Marcio Porto, representante de la FAO en el país

“Es hora de que Chile ayude a los vecinos”

Según Marcio Porto, el problema de Chile tiene que ver con la calidad de sus alimentos. Ya no es la desnutrición, ahora el drama se centra en la obesidad.

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En diez años el país disminuyó a la mitad el número de personas desnutridas. Todo un logro frente a naciones como Haití, donde más de 70 mil niños viven con hambre.

Según el informe Estado de la Seguridad Alimentaria en el Mundo, elaborado por la FAO, el 10% de la población de A. Latina y el Caribe sufre de subnutrición, es decir tiene dificultades para alcanzar una alimentación adecuada en calidad y cantidad. Y aunque la desigualdad sigue siendo la piedra en el zapato, Chile ya está en condiciones de dar clases. Eso piensa Marcio Porto, representante de la FAO en Chile, quien pide al país trasmitir sus claves del éxito en la materia.

-¿De qué forma podría canalizarse esta ayuda?

-Para el mundo Chile despunta como uno de los vencedores. Es el momento ahora aproveche su experiencia en la lucha contra el hambre para ayudar a otros países. Esto es con conocimiento, programas de Gobierno, de asistencia, médicos, etc. Se trata de entrenamientos, de visitas y de duplicar experiencia chilena en otros países. La comunidad latinoamericana está ansiosa por recibir esta ayuda de Chile.

-¿Y Chile puede dar clases a pesar de su notoria desigualdad?

- Es cierto. Siempre digo que el hambre es el primo hermano de la pobreza, pero la cantidad de gente que ganaba menos de un dólar por día bajó de 6% en 1992 a un 2% en 2003. La población aumentó su poder adquisitivo en los últimos diez años. Aunque la desagregación de la información no es suficiente para saber dónde están los pobres, Chile ha progresado.

-En términos alimentarios, ¿cuál es el problema más grande de Chile actualmente?

-El problema más grande Chile va por otro lado. Ya no es la desnutrición, sino la obesidad. Y eso también es mala nutrición. Se ve que cada año hay más adultos y adultos mayores con sobrepeso y que el número afectadas crece. Por eso el desafío de Chile, en la actualidad, es preocuparse de la calidad de su alimentación.