El Huillimario desde Ginebra
Enviado por Mario Miguel González Valdés maminigonzaval@yahoo.es
Como chileno, también en el exterior, en el reexilio...pero sí aún existe, el tema y proyecto del derecho a voto para nuestros conciudadanos en el exterior es un hecho que puede considerarse positivo. Chile parece que es el único, siempre único,país de nuestro continente y del mundo occidental que no otrorga ni da ese derecho a sus ciudadanos qie viven fuera de sus fronteras. Si no es el único debe ser uno de los pocos.
Entrar en materia sobre ese tema es reconocer la existencia de alrededor de un millón de chilemos que viven en el exterior...en la ingeniosa e inexistente XIV región ...y pueden ser muchos, pero muchos más.
En el fondo, el derecho o no al voto, no es una cuestión escensial. Es una pincelada o una reforma más a una constitución pasada de moda, absoleta e inmoral. Redactada y hecha para institutacionalizar la dictadura y el poder de los clanes económicos. Poder y organigrama que siguen vigentes en la sociedad chilena. Constitución que fuera de legalizar la represión entregó el país a manos privadas y extranheras, sin que nadie hasta el día de hoy haya hecho una verdadera investigación sobre ello.
Me pregunto si ese es el precio pagado por tener el derecho a una transición democrática que lleva 16 años gobernando y 4 gobiernos de la Concertación.
Hasta ahora, no hay ni existe el menor amago para reemplazarla por una más democrática y más justa, de acuerdo con los nuevos tiempos y a una realidad muy diferente al período que fue concebida, y aceptada por un referendum manipulado, condenado y rechazado por el mundo entero y por todas las organizaciones democráticas chilenas.
Y es esa la constitución que está y sigue vigente. Es ésa misma que dió poderes a un régimen represivo. Y se entiende, creo yo, que la carta constitucional es la voz, guía y las reglas del Estado. Institucionalozando sus poderes en manos de una dictadura. El Estado de Chile fue y se hizo parte de esa constitución.
No en vano, ese Estado, al igual que la dictadura que le representaba y le representa en esa constitución, nunca ha respondido por los atropellos en Chile acontecidos, Atropellos a los DDHH, saqueo y entrega del país, entre otras tantas cosas.
Han sido algunos jueces que en forma imdependiente y voluntaria, a consecuencias de querella presentadas por agrupaciones de DDHH, individuales y colectivas han denunciado e investigado lo que sucedió en Chile bajo la distadura .
El Estado Chileno se ha quedado al margen y sin reconocer lo pasado. Chile según la constitución está y seguiría viviendo en un estado de guerra. La represión y la usurpación continua hacia el pueblo mapuche, lo conforma. Si no es así todos los chilenos y especial los que sufrimos y sufrieron los embates de ese Estado represor seríamos prisioneros de guerra, que lo fuimos, y veteranos de esa guerra declarada por el Estado.
El gobierno chileno como parte de los poderes dados por esa constitución, poco o nada ha hecho , salvo alguna u otra reforma que en el fondo no tienen mayor importancia. La constitución sigue siendo la misma y son los mismos los que tienen el control del poder y del país, sobretodo el económico, y el político también. No es el consenso para promulgar y cambiar alguna ley que dirá lo contrario. Ese poder, en la realidad tiene mucho más que el simple derecho a voz. Tienen el poder de decidir.
Si el Estado no reconoce y no quiere reconocer la historia reciente de nuestro país. Estamos andando por caminos equivocados. Las víctimas de ese Estado, todos los chilenos,esperan un cambio constitucional en Chile. Esperan un reconocimiento...y un perdón.. de lo que a su nombre se hizo. Una compensación justa hacia las principales víctimas de esos atropellos. Si lo han hecho Argentina y Uruguay nos preguntamos porque Chile hace lo contrario. Chile siempre es único.
No es la disparatada, por lo tramitadora e inhumana aplicación, Comisión Exonerados, Ni esa escualida y vergonsoza pensión que otorga la Ley 19.992, la ley Valech que 30 años más tarde trata de dar una pincelada de humanidad a ese Estado culpable y condenado internacionalmente, aún hoy día, por los atropellos cometidos. Y los años pasados entre el 11 de septiembre y hoy día quién los reconoce.
Se prefiere callar.Es muy caro el precio pagado por y para la transición política del país. Se acercan los 30 años del plesbicito donde se le dijo No al dictador. Me parece que el tiempo transcurrido desde entonces es ya demasiado largo, Entre esa fecha de octubre de 1988, una sola vez el Estado y el Gobierno chileno, el de la Concertación, se movilizaron en responder en su conjunto, a lo que llamaron violación de la Soberanía Nacional. Fue para rescatar al tirano, detenido en un gallinero de oro en Londres.
Lindo y doloroso ejemplo de la Soliraridad Nacional.
Tener el derecho a voto en el exterior, de acuerdo, pero no hay que ignorar que las tareas principales son otras. Entre ellas el derecho a saber la verdad de lo que sucede,ha sucedido y pasado en Chile. El cambiar esa constitución que se le sigue manteniendo. Y sobretodo un derecho principal...el derecho a no olvidar. No olvidar que ya van 33 años desde ese 11 de septiembre y que entre sus innumerables consecuencias están, que alrededor de un millón de chilenos viven en el exterior y en el reexilio...y quizás son aún muchos, pero muchos más.
Palabra de chileno....
al dictadii
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