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Centros Chilenos en el Exterior

Gas argentino: explosión de escándalos financieros

Desde Chile

Por: Guillermo Teillier*  www.argenpress.info

Hacía falta conocer el por qué del silencio que repentinamente sucedió a toda aquella protesta que se generó a raíz del alza de precios del gas Argentino a nuestro país. Hasta ahora había pagado el pato de la boda el nuevo precio que impuso Bolivia a Argentina. La cortina se comienza a descorrer a raíz de una presentación a la justicia Argentina, que hacen dos abogados, a fin de que se realice una investigación federal para determinar que la “subfacturación” del gas natural que la República Argentina vende a Chile agravia al patrimonio de ese país, ya que en ello intervienen empresas vinculadas de diversas formas entre sí, tanto argentinas como chilenas, todo ello mediante la acción o por la inacción de funcionarios de gobierno.

Cabe puntualizar - afirman los abogados - que la devaluación de la moneda argentina y la “pesificación” dispuesta respecto de las tarifas de los servicios públicos, no puede considerarse extensiva a beneficio de un país vecino, ya que ello implica lesión patrimonial evidente para el pueblo argentino.

Claro, nosotros podríamos estar felices de que los argentinos subsidien el precio del gas que nos vende, ¿Excelentes vecinos? Pero, se beneficia el pueblo de Chile de este subsidio. La respuesta a ello es que se configura un gran escándalo de miles de millones de dólares en utilidades que ganan las empresas del gas a costa de ambos pueblos.

En Argentina son apenas 8 empresas las que acaparan este negocio siendo, las principales operadoras de yacimientos y de la producción REPSOL YPF y PLUSPETROL - TOTAL AUSTRAL - PANAMERICAN. Las transportadoras son prácticamente las mismas, incluyéndose en ellas las chilenas METROGAS - ENDESA - GASCO. Estas últimas son las mismas empresas chilenas, que junto a otras 7, importan el gas argentino.

El puñado de empresas que controlan el negocio del gas entre Chile y Argentina tienen profundas vinculaciones societarias y comerciales.

Se trata a todas luces de un TRUST, o sea una concentración de empresas con participaciones económicas entre sí, que han delegado la conducción política del negocio, en sus grandes líneas, en quien evidentemente ejerce el liderazgo: REPSOL YPF. La YPF argentina fue privatizada con la intervención de la española REPSOL, que en un 80% está integrada por accionistas norteamericanos e ingleses y ha pasado a reemplazar a las autoridades argentinas en la operación de los acuerdos estratégicos sobre el gas que ha suscrito esa nación, especialmente el último en Madrid (junio del 2006), que la prensa motejó como “la alianza de oro negro” . Todas las empresas chilenas del gas están controladas por grupos en las que el liderazgo lo ejerce REPSOL. Por ejemplo: los dueños de METROGAS Chile son REPSOL y BRITISH GAS.

Donde está el negocio: el precio de venta del gas argentino a Chile, es menor al precio que compra Argentina en Bolivia. Es menor, en un 59%, al precio de venta de gas argentino a Brasil y un 77% menor al precio de venta internacional del gas. (USA y Europa). Por estas subfacturaciones, si consideramos el precio de venta a Brasil, los dueños del negocio, entre los años 2000 al 2005 se han beneficiado en dos mil setecientos millones de dólares. Y si comparamos con el precio internacional, se han beneficiado, sólo en los 2 últimos años, con tres mil cuatrocientos millones de dólares.

Pero el negocio suma y sigue. Como las reservas argentinas de gas han caído en un 35%, desde que comenzaron las ventas a Chile, el gobierno transandino se ha visto en la obligación de racionar el mercado interno para satisfacer los compromisos con sus vecinos y por tanto a sustituir el uso del gas por petróleo. De esta manera REPSOL YPF se ve beneficiada en miles de millones de dólares, puesto que el petróleo, del cual también tiene el monopolio, es mucho más caro, asfixiando a la pequeña y mediana industria.

¡Cuál es el objetivo final de esta locura por vender gas subsidiado a Chile, a un precio menor que el internacional? Es uno sólo: transferir las principales rentas de la actividad de REPSOL y sus empresas relacionadas al exterior, al efecto de concretar el grueso de sus ganancias fuera de las fronteras de Argentina: expresamente, en Chile. El BTU de gas lo compraba REPSOL y consorcios asociados en Argentina en 2,6 dólares y lo venden, la misma REPSOL y asociados, al consumidor en Chile, a 26 dólares. El gobierno argentino, a raíz de estas denuncias, ha elevado el precio del BTU a 4,8 dólares, igual el precio está subsidiado para las empresas que, con el sobreprecio que cobran en Chile, acumulan ganancias portentosas.

Estamos ante un negocio que reporta inmensas ganancias a las transnacionales del gas y enormes pérdidas en el poder adquisitivo de los simples mortales, ya sean chilenos o argentinos. Y ante esta realidad, algunos señores muy alharacos y demagogos prefieren guardar silencio. De ninguna manera debemos permitir que las empresas eleven el precio del gas a los consumidores, al contrario, hay que exigir la baja en el precio y una investigación profunda respecto de los sobreprecios del gas en Chile.

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