Tragedia de Antuco: ex mayor Cereceda fue condenado a cinco años de cárcel
FAMILIARES DE VÍCTIMAS ESTIMARON BAJAS LAS PENAS Y AGREDIERON A MINISTRO ARAB
En la foto: El ex mayor Patricio Cereceda debió salir con custodia para evitar ser agredido por los familiares de los conscriptos fallecidos por hipotermia el 18 de mayo pasado en el volcán Antuco.
Sólo Cereceda recibió una pena de presidio efectivo, los otros oficiales obtuvieron una condena remitida por incumplimiento de deberes militares. Dos suboficiales fueron absueltos.
www.lanación.cl Por Andrés López V.
“Me sorprende el resultado de la sentencia”, expresó el ex mayor del Ejército Patricio Cereceda luego de enterarse de que sería el único militar procesado por la tragedia de Antuco que cumplirá cinco años y un día recluido en la cárcel.
Cereceda recibió la condena más alta de los siete oficiales que se encuentran procesados por el magistrado, a raíz de la muerte de 45 soldados del Regimiento Nº 17 Los Ángeles en la fatídica marcha en los faldeos del volcán Antuco, VIII Región.
Al llegar a los tribunales el ex militar se encontró con los improperios y agresiones de los familiares de las víctimas, por lo cual que debió salir escoltado por personal de Gendarmería al terminar su notificación.
Al salir de tribunales, el ministro Juan Arab enfrentó a una turba enardecida que lo agredió física y verbalmente. Carabineros detuvo a Alfonso Díaz -hermano de un conscripto fallecido- quien fue recluido en la Primera Comisaría de Santiago.
Ruth Monares, hermana del malogrado sargento Luis Monares, afirmó que “esto demuestra que la justicia militar chilena no existe”. Y agregó que se da más importancia a la imagen del Ejército que a la vida humana.
Polémicas sentencias
El fallo de primera instancia consta de 500 páginas, en las que se detallan los hechos que provocaron la tragedia. Al redactarla, el ministro Arab desestimó la solicitud de procesar al ex jefe de la Tercera División del Ejército, el general (R) de brigada Rodolfo Gonzáles Palaneck, por no haber sido pedida durante la etapa de sumario.
El coronel Roberto Mercado y el teniente coronel Luis Pineda -comandante y subcomandante del Regimiento Nº 17- procesados por incumplimiento de deberes militares, fueron sentenciados a 3 años y un día y a 541 días de presidio remitido. Es decir cumplirán sus condenas en libertad.
En tanto, los capitanes Carlos Olivares y Claudio Gutiérrez enfrentan condenas de 841 días de pena remitida por cuasidelito de homicidio. Mientras que el sargento Avelino Tolosa y el suboficial Carlos Grandón fueron absueltos de toda responsabilidad en la tragedia.
“Me parece que es una pena excesivamente alta si se toman en cuenta los antecedentes del proceso. Yo seguiré enfrentando a la justicia para que cada uno enfrente lo que le corresponda, pero el dolor siempre estará en mi alma”, dijo Mercado al salir de tribunales.
El abogado Raúl Meza, representante de 28 familias de las víctimas, dijo que la resolución era “vergonzosa, aberrante y vejatoria. Estas penas significan que en este país la justicia militar está manipulada por el alto mando del Ejército”.
Meza enfatizó que apelará a la Corte Suprema para que Cereceda sea calificado como autor de homicidio simple y cumpla una condena superior a los diez años.
Antes de ser agredido por la multitud, Arab recalcó que se siente tranquilo y seguro, porque esta sentencia se ajusta a derecho y que no recibió presiones de los altos mandos militares. Esta es la última resolución que el juez militar toma en la Corte, debido a que en marzo próximo asumirá como auditor general del Ejército.
UNA ORDEN FATAL
El 18 de mayo pasado, al concluir la primera campaña en terreno en los faldeos del volcán Antuco, VIII Región, el entonces mayor Patricio Cereceda ordenó que las compañías Andina y Mortero descendieran marchando desde el refugio Los Barros hasta La Cortina, distante a 20 kilómetros uno de otro.
A pesar de las advertencias de algunos oficiales por las pésimas condiciones climáticas, Cereceda no cambió su decisión y los jóvenes soldados iniciaron la caminata donde perderían la vida 44 de ellos, más un sargento.
Sólo los integrantes de la compañía Ingenieros se salvaron de morir por hipotermia, pues retornaron al primer refugio al darse cuenta que empezaba a caer el peligroso viento blanco.
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