Presidente Lagos: "Me permití decirle que lo recibiríamos con un gran cariño y un gran afecto"
El Mandatario sostuvo un breve encuentro con el Papa Benedicto XVI tras la canonización de San Alberto Hurtado, en el que lo invitó a visitar nuestro país. "Entendemos lo que es la agenda de un Sumo Pontífice, agradeció la invitación y lo incorporará a sus programas futuros", dijo.
Luego de la ceremonia celebrada en la Basílica de San Pedro, el Jefe de Estado relevó la importancia del nuevo santo como inspiración para trabajar por una sociedad más justa. "Creo que allí tenemos todavía un largo camino que recorrer, es lo que hemos intentado hacer en estos años y estoy seguro de que se seguirá haciendo en los años futuros. Qué duda cabe que hacia el bicentenario debiéramos tener una sociedad mejor que aquella en la cual vivió Alberto Hurtado".
El Presidente de la República, Ricardo Lagos, anunció esta mañana en Roma la invitación que hizo al Papa Benedicto XVI a visitar nuestro país en una fecha próxima, tras reunirse con él luego de la ceremonia de canonización del sacerdote jesuita Alberto Hurtado. "Le señalé el reconocimiento de todos los chilenos por lo que había ocurrido hoy y, al mismo tiempo, me permití decirle que estoy cierto de que lo recibiríamos con un gran cariño y un gran afecto si él visitara Chile. Entendemos lo que es la agenda de un Sumo Pontífice, agradeció la invitación y lo incorporará a sus programas futuros", dijo, al mismo tiempo que relató la impresión del Santo Padre por el trabajo social que desarrolló San Alberto Hurtado.
El Jefe de Estado agregó que este hecho "es motivo de orgullo y satisfacción para Chile, qué duda cabe, y también motivo de inspiración de cómo somos capaces de hacer una sociedad como él la quiso, donde todos fueran tratados iguales en dignidad, tanto el débil como el poderoso. Creo que allí tenemos todavía un largo camino que recorrer, es lo que hemos intentado hacer en estos años y estoy seguro de que se seguirá haciendo en los años futuros. Qué duda cabe que hacia el bicentenario debiéramos tener una sociedad mejor que aquella en la cual vivió Alberto Hurtado", dijo.
Manifestó también su deseo de que "esta fiesta que ha habido hoy con motivo de su canonización, sea una fiesta que pueda perdurar al interior de cada uno de nosotros, para intentar hacer realidad lo que él nos planteó como gran desafío: cómo tener una sociedad más bella, más justa, más humana. Creo que ése es el desafío que quedó planteado para el Chile que tenemos que construir entre todos".
El Presidente Lagos recordó que el sacerdote jesuita "participó activamente en la acción sindical chilena, participó activamente en la necesidad de que hubiese un movimiento sindical fuerte en Chile, pero su figura va más allá que el movimiento de los trabajadores, también habló de empresarios, de jóvenes, de la acción católica, de los distintos sectores".
Al respecto, señaló que "son muchas las tareas, pero a mí me parece que lo importante es entender con qué ánimo abordamos estas tareas y entender que no son temas de una elección más o menos, son temas más profundos del tipo de país que tenemos, con cohesión social, con un Chile en el que todos tengan la sensación de que el sol les ilumina por igual".
Sin embargo, añadió que "como en todas las cosas, creo que hay coincidencias en los propósitos finales. En los medios para conseguirlo muchas veces puede haber discrepancias y éstas son las que en democracia se procesan entre todos los ciudadanos y se toman caminos y medidas que apuntan a ello, pero creo que estamos más cerca de ciertos temas que en el pasado. Ciertos temas que pueden llevarnos a una sociedad un poco mejor, creo que se pueden abordar de una manera más colectiva y ojalá sea posible tener una suerte de gran pacto social o un gran pacto entre chilenos y chilenas, pero nos gustaría ver eso con una mayor detención".
Consultado por la responsabilidad del Estado de asumir el trabajo de instituciones que nacieron bajo la inspiración del santo, como el Hogar de Cristo, el Jefe de Estado recordó que "Alberto Hurtado lo dijo, la caridad comienza cuando termina la justicia; donde termina la justicia, ahí comienza la caridad. En una sociedad justa, la caridad es, además, un esfuerzo individual, pero tenemos que vivir en una sociedad que garantice un mínimo a todos los hijos de esta tierra y es en la búsqueda de cómo entregar ese mínimo donde hemos estado forzados".
Explicó que "todos aquellos que están bajo la línea de pobreza, no están en ese mínimo que tiene que garantizar una sociedad. Entonces, la pregunta es cómo usted organiza una sociedad para garantizar ese mínimo. Ese mínimo es doce años de escolaridad, es garantizar una salud que, si usted no tiene recursos, la pagan los 15 millones de chilenos, que es lo que hemos hecho en la reforma a la salud, es el derecho a una vivienda digna, en fin, hay muchos mínimos".
El Jefe de Estado agregó que "una sociedad tiene que ser capaz de proveer ese mínimo, un país que crece debe estar a la altura de ese desafío, todo lo cual no significa que, además, no exista caridad, que nace de cada ser humano, el deseo de compartir cuando tiene por sobre lo que él necesita, pero creo que lo primero es la justicia en un país y eso implica solidaridad, fraternidad.
Por último, el Mandatario valoró especialmente el hecho de encabezar una delegación "en que está el presidente del Senado, el presidente de la Corte Suprema, el presidente de la Cámara de Diputados; una delegación que tiene personalidades de todo el espectro político y creo que es un reflejo también de la madurez de Chile y la capacidad de Chile de unirse en torno a grandes causas, siendo ésta, qué duda cabe, una de esas causas más importantes".
Luego de la ceremonia celebrada en la Basílica de San Pedro, el Jefe de Estado relevó la importancia del nuevo santo como inspiración para trabajar por una sociedad más justa. "Creo que allí tenemos todavía un largo camino que recorrer, es lo que hemos intentado hacer en estos años y estoy seguro de que se seguirá haciendo en los años futuros. Qué duda cabe que hacia el bicentenario debiéramos tener una sociedad mejor que aquella en la cual vivió Alberto Hurtado".
El Presidente de la República, Ricardo Lagos, anunció esta mañana en Roma la invitación que hizo al Papa Benedicto XVI a visitar nuestro país en una fecha próxima, tras reunirse con él luego de la ceremonia de canonización del sacerdote jesuita Alberto Hurtado. "Le señalé el reconocimiento de todos los chilenos por lo que había ocurrido hoy y, al mismo tiempo, me permití decirle que estoy cierto de que lo recibiríamos con un gran cariño y un gran afecto si él visitara Chile. Entendemos lo que es la agenda de un Sumo Pontífice, agradeció la invitación y lo incorporará a sus programas futuros", dijo, al mismo tiempo que relató la impresión del Santo Padre por el trabajo social que desarrolló San Alberto Hurtado.
"CHILE HA SIDO HONRADO CON ESTA CANONIZACIÓN"
Durante un encuentro con la prensa realizado en el Instituto Santa María Bambina de la capital italiana, el Mandatario destacó el significado del nuevo santo chileno desde el punto de vista social. "De los cinco santos que hoy fueron canonizados, él es el único que nació en el siglo XX, es una expresión del siglo XX que apunta al siglo XXI y, como dijimos ayer, fue en cierto modo un adelantado a su tiempo. Esa, tal vez, es la razón por la cual hoy todos los chilenos, más allá de sus diferencias, entienden que Chile ha sido honrado con la canonización de Alberto Hurtado".
El Jefe de Estado agregó que este hecho "es motivo de orgullo y satisfacción para Chile, qué duda cabe, y también motivo de inspiración de cómo somos capaces de hacer una sociedad como él la quiso, donde todos fueran tratados iguales en dignidad, tanto el débil como el poderoso. Creo que allí tenemos todavía un largo camino que recorrer, es lo que hemos intentado hacer en estos años y estoy seguro de que se seguirá haciendo en los años futuros. Qué duda cabe que hacia el bicentenario debiéramos tener una sociedad mejor que aquella en la cual vivió Alberto Hurtado", dijo.
Manifestó también su deseo de que "esta fiesta que ha habido hoy con motivo de su canonización, sea una fiesta que pueda perdurar al interior de cada uno de nosotros, para intentar hacer realidad lo que él nos planteó como gran desafío: cómo tener una sociedad más bella, más justa, más humana. Creo que ése es el desafío que quedó planteado para el Chile que tenemos que construir entre todos".
El Presidente Lagos recordó que el sacerdote jesuita "participó activamente en la acción sindical chilena, participó activamente en la necesidad de que hubiese un movimiento sindical fuerte en Chile, pero su figura va más allá que el movimiento de los trabajadores, también habló de empresarios, de jóvenes, de la acción católica, de los distintos sectores".
Al respecto, señaló que "son muchas las tareas, pero a mí me parece que lo importante es entender con qué ánimo abordamos estas tareas y entender que no son temas de una elección más o menos, son temas más profundos del tipo de país que tenemos, con cohesión social, con un Chile en el que todos tengan la sensación de que el sol les ilumina por igual".
Sin embargo, añadió que "como en todas las cosas, creo que hay coincidencias en los propósitos finales. En los medios para conseguirlo muchas veces puede haber discrepancias y éstas son las que en democracia se procesan entre todos los ciudadanos y se toman caminos y medidas que apuntan a ello, pero creo que estamos más cerca de ciertos temas que en el pasado. Ciertos temas que pueden llevarnos a una sociedad un poco mejor, creo que se pueden abordar de una manera más colectiva y ojalá sea posible tener una suerte de gran pacto social o un gran pacto entre chilenos y chilenas, pero nos gustaría ver eso con una mayor detención".
Consultado por la responsabilidad del Estado de asumir el trabajo de instituciones que nacieron bajo la inspiración del santo, como el Hogar de Cristo, el Jefe de Estado recordó que "Alberto Hurtado lo dijo, la caridad comienza cuando termina la justicia; donde termina la justicia, ahí comienza la caridad. En una sociedad justa, la caridad es, además, un esfuerzo individual, pero tenemos que vivir en una sociedad que garantice un mínimo a todos los hijos de esta tierra y es en la búsqueda de cómo entregar ese mínimo donde hemos estado forzados".
Explicó que "todos aquellos que están bajo la línea de pobreza, no están en ese mínimo que tiene que garantizar una sociedad. Entonces, la pregunta es cómo usted organiza una sociedad para garantizar ese mínimo. Ese mínimo es doce años de escolaridad, es garantizar una salud que, si usted no tiene recursos, la pagan los 15 millones de chilenos, que es lo que hemos hecho en la reforma a la salud, es el derecho a una vivienda digna, en fin, hay muchos mínimos".
El Jefe de Estado agregó que "una sociedad tiene que ser capaz de proveer ese mínimo, un país que crece debe estar a la altura de ese desafío, todo lo cual no significa que, además, no exista caridad, que nace de cada ser humano, el deseo de compartir cuando tiene por sobre lo que él necesita, pero creo que lo primero es la justicia en un país y eso implica solidaridad, fraternidad.
Por último, el Mandatario valoró especialmente el hecho de encabezar una delegación "en que está el presidente del Senado, el presidente de la Corte Suprema, el presidente de la Cámara de Diputados; una delegación que tiene personalidades de todo el espectro político y creo que es un reflejo también de la madurez de Chile y la capacidad de Chile de unirse en torno a grandes causas, siendo ésta, qué duda cabe, una de esas causas más importantes".
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