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Centros Chilenos en el Exterior

Trabajo

VIDEO. Chile: NANAS marcharon para exigir dignidad laboral

http://youtu.be/9R-0KmY_MXg

Stgo Chile 20 Nov 2011:

Trabajadoras de casa particular auto denominadas "esclavas" del sistema. Participaron de la marcha la tarde de este domingo, la que apuntó a reclamar por mejorar sus condiciones laborales y que la comunidad las apoye en sus justas demandas.

El punto de reunión fue en Plaza Italia y la caminata se extendió hasta la intersección de Catedral con Ahumada, Plaza de armas, donde se realizo un pequeño acto artístico.

 

 

 

 

Clases de Piano

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Profesora de Piano: todos los niveles - todas las edades.

  • Clases individuales dictadas en el barrio de Flores y Caballito (Capital Federal).
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  • No es necesario tener conocimientos previos del instrumento.
  • Se cuenta además con un programa dedicado a la enseñanza para chicos orientado a la motivación y estimulación de su desarrollo musical.

 

Mexicano que arrendaba mina ilegal se fue de Chile

Mexicano que arrendaba mina ilegal se fue de Chile
Ricardo Bustos / La Nación

Germán Zayas es el dueño del 99% de la empresa que había comenzado a explotar mina Los Reyes, en Copiapó, donde murieron dos trabajadores y otro quedó herido. Fiscalía informó que se indagará un delito culposo de homicidio y de lesiones graves.

Miércoles 10 de noviembre de 2010
 
Foto: A unos pocos metros de la entrada de la mina quedaron los cuerpos de Homero Aguirre (40) y Daniel Lazcano (26), quienes no alcanzaron a alejarse de la detonación.

UPI
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Luego de dejar en el Hospital San José del Carmen a Mauricio Silva (21 años), quien perdió el ojo izquierdo en la explosión ocurrida el lunes en la mina Los Reyes, el dueño del 99% de la Sociedad Legal Compañía Minera del Sur que arrendaba el yacimiento, el mexicano Germán Zayas Bazán, tomó su camioneta y partió rumbo al aeropuerto de Copiapó, donde abandonó el vehículo. Posteriormente, abordó el primer vuelo a Santiago para luego partir hacia Argentina.

La fiscal adjunta de Copiapó, Lorena Soto Ortiz, confirmó que Zayas tomó el vuelo cerca de las 14 horas el lunes, dejando atrás su responsabilidad penal y también una serie de deudas con proveedores mineros, según informaron radios locales.

“En principio la fiscalía va a investigar un delito culposo de homicidio (por la muerte de Homero Aguirre y de Daniel Lazcano) y de lesiones graves por la persona (Silva)”, indicó Soto.

Los testimonios de otros operarios apuntaron a que las dos víctimas fatales utilizaron 26 cartuchos de amongelatina para hacer una perforación en el pique, de 15 metros, pero, al parecer, habrían usado una mecha demasiado corta que no les dio tiempo de alejarse.

Cierran yacimiento

Al respecto, la intendenta de Atacama, Ximena Matas, hizo hincapié en las nulas medidas de seguridad en el yacimiento que recién comenzaba a operar, relatando que “cuando llegaron los carabineros, determinaron que había explosivos guardados debajo de las camas de los trabajadores, en una actitud absolutamente irresponsable y sin conciencia con la seguridad de las personas”.

La autoridad regional confirmó que la mina Los Reyes se cerró por orden de la Dirección del Trabajo y anticipó que “habría que determinar cómo pudieron acceder a explosivos”, sin contar con autorización de funcionamiento. Matas afirmó que se busca averiguar, también, cómo comercializaban el cobre que extraían.

Matas afirmó que se busca averiguar, también, cómo comercializaban el cobre que extraían: “Si ellos (la mina Los Reyes) no están funcionando de manera legal, sería complejo que pudieran vender a la Enami (Empresa Nacional de Minería), se está haciendo un seguimiento con respecto a eso, aunque existe la posibilidad de que vendan a través de otras faenas”.

En cuanto a las responsabilidades por el accidente, afirmó que “se va a tener que establecer por una parte las multas que correspondan por parte de la Dirección del Trabajo, sin embargo, habiendo dos personas fallecidas el Ministerio Público, probablemente, va a establecer responsabilidades penales”.

La intendenta informó que Silva está siendo tratado en Santiago de la grave lesión ocular sufrida en este nuevo accidente minero.

 

2.500 FAENAS EN ATACAMA

La intendenta Ximena Matas estimó que en Atacama, aproximadamente, “existe en Sernageomin un registro de 2.500 faenas (mineras) que han dado aviso de inicio de actividades”.

Aunque aclaró que se trabajará “ahora, en el mes de noviembre, con dos cuadrillas que van a poder recabar antecedentes y luego aportar información al Sernageomin para ir teniendo una visión mucho más clara de las faenas mineras en la región” y que para ello se redestinaron 60 millones de pesos por parte del consejo regional.

 

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Los fundamentos del paro nacional en Chile

Los fundamentos del paro nacional en Chile

Por Andrés Figueroa Cornejo

1. El capitalismo en Chile se resume en la hegemonía y concentración económica –y por extensión, política y militar- de los grandes propietarios nativos y extranjeros (intervinculados) versus la ampliación del trabajo precario, informal, flexible, rotativo, polifuncional y sin regulaciones. El capitalismo es el modo ordenador de la realidad de manera compleja, integral y contradictoria; y organiza el trabajo y la reproducción general de la vida de acuerdo a su movimiento y las demandas históricas –coyunturales y estratégicas- de sus intereses. La desigualdad social (el país está dentro de los 10 más inequitativos en la distribución de la renta del planeta) es sólo una de las formas en que se expresa la más brutal apropiación privada de la riqueza humana y natural, la soberanía, y los bienes y servicios generados socialmente por las mayorías productoras. Esto es, la desigualdad social, únicamente es el efecto de la liberalización extrema de la economía, devenida en paraíso para los inversionistas transnacionales, y la privatización general de todos los derechos sociales y recursos naturales (salud, educación, seguridad social, previsión, vivienda, minerales, agua, energía, territorio, aire). Si bien, en particular en Chile, la rectoría del capital financiero y la especulación sobre los otros momentos del capital (productivo, comercial) comenzaron a mediados de los 70 del siglo pasado, en plena dictadura militar, la tendencia se incrementó –incluso con mayor legitimidad y fuerzas- durante los gobiernos civiles post Pinochet.

Cuando se habla de la hegemonía del capital financiero, quiere señalarse un estadio concreto del devenir del capitalismo donde regenta el momento financiero de la economía capitalista encargado de reciclar la parte del capital (que es puro trabajo acumulado) que, a causa de la sobreproducción, no le es posible revalorizarse en la producción concreta de bienes y servicios. El sistema financiero por sí solo no crea valor nuevo. Es decir, es puro capital ficticio y especulativo no productivo, y, en general, renta respecto de un interés en relación a un crédito, a una deuda, a una promesa de pago. El cambio realizado por la economía norteamericana a inicios de los 70, al liberar al dólar de su respaldo en oro, incrementó de manera sideral el rol del capital financiero sobre la producción real, e inició un nueva fase signada por la mundialización financiera y comercial del mercado, la destrucción cada vez menos creativa de fuerzas productivas (síntesis de una dinámica contradictoria), la deslocalización, y el gobierno de la bolsa. Ello no significa que se termina el capital productivo y su momento de distribución o comercialización, sino que el capital financiero subordina la producción y comercialización mismas del capital como nunca antes en la historia de la humanidad.  En Chile este proceso fue facilitado por la dictadura militar (victoria contundente en las relaciones de fuerza del capital sobre el trabajo) y se manifiesta, por ejemplo, en las formas de capitalización individual del antiguo sistema de previsión social, y en la creciente colocación de la riqueza producida por la exportación de cobre en activos e instrumentos financieros  contra intereses en el gran casino planetario. Este fenómeno ha intensificado el carácter rentista e interdependiente de la fracción del capital antes llamado “nacional”, pero en la realidad sometido por la tasa de ganancia del gran capital mundial cada vez más concentrado. Esta es la misma naturaleza  de la clase dominante que opera en el país.

Por otra parte, pero siempre en el mismo sentido, los Tratados de Libre Comercio, por ejemplo, firmados por el democratacristiano Eduardo Frei Ruiz-Tagle y el socialista Ricardo Lagos Escobar, sólo han rubricado formalmente la destrucción de lo que quedaba de industria criolla –incapaz de competir con los gigantes mundiales-, y consolidado la situación de Chile como una nación condenada a la exportación de materias primas no elaboradas, como el cobre, la madera (en un lejano segundo lugar), y el pescado (en un todavía más distante tercer lugar). Las arcas fiscales (aval del capital y en las últimas décadas, subvencionadora de los programas sociales asistencialistas de los gobiernos de turno) están sometidas al precio del cobre, en un contexto donde únicamente el 27% continúa en propiedad del Estado, mientras un 73% es explotado por el capital privado y extranjero que, por lo demás, paga impuestos insignificantes y cuyas ganancias son convertidas en activos financieros e inversiones fuera de Chile.

2. ¿Cómo en un país que tuvo una clase trabajadora ejemplarmente organizada entre los años 50 hasta el golpe de Estado de 1973, la relación capital / trabajo se encuentra tan descompensada cuando termina la primera década del siglo XXI? Naturalmente, la represión criminal de las FFAA al servicio del capital es una de las razones sustantivas. No sólo fueron demolidos los partidos y destacamentos políticos populares más importantes que alcanzaron su apogeo en la Unidad Popular, sino, de igual o peor forma, fueron exterminados los líderes, cuadros y sectores más voluntariosos y concientes de los intereses de los trabajadores y el pueblo. Esa es una razón. Otra, no menos relevante, corresponde a incontables militantes de la izquierda, a niveles de dirección e intermedios, que durante la década de los 80 hipotecaron el ideario socialista a cambio de “un mejor pasar” y adquirieron las expresiones ideológicas provenientes de los intereses de la clase dominante, minoritaria y gran propietaria. Esos fueron los que negociaron la salida pactada de la dictadura –ya inútil para el propio imperialismo-, manteniendo intacto el proyecto económico impuesto por la  Escuela de Chicago, y estableciendo las maneras de una democracia encorsetada, puramente formal y reproductora incesante de los mismos intereses de clase que reinaron en el período anterior. Además de estas dos razones poderosas que explican en gran medida las dificultades para la recomposición del movimiento popular en el país, se encuentra el refinamiento de los dispositivos de alienación y consenso empleados por la clase en el poder para postergar y amañar la conflictividad social. Aquí no sólo es preciso apuntar la ya tradicional concentración de todos los medios de comunicación de masas, los programas escolares, las leyes antipopulares, la cooptación política, la promoción de la delincuencia a través de la industria de la droga, la exclusión de la juventud popular, la ignorancia premeditada, y la profusión de religiones que, en conjunto, constituyen una estrategia general de domesticación, normalización, fatalidad, racismo, patriarcalismo y legitimación del actual orden de cosas como “el único posible”. Un aspecto adicional, gravitante y relativamente novedoso en el plano de la alienación social digitado desde el Estado-corporativo o gran empresarial, es el endeudamiento extraordinaria –o acceso sin regulaciones al dinero para consumo- de los trabajadores y el pueblo, único medio que explica el doble movimiento del micro crédito fácil. Esto es, por un lado engorda las utilidades de las casas comerciales y bancos que venden crédito a intereses leoninos; y por otra parte, mantiene a los endeudados, en especial a los trabajadores, esclavizados respecto de las cuentas impagables, a expensas del fetiche de la mercancía, e inmovilizados a la hora de pelear por sus derechos debido al temor a perder el empleo –ya malo- y acabar incapacitados de renegociar sus deudas, con las consecuencias jurídicas y penales que ello comporta.

3. Políticamente, los partidos tradicionales de la minoría dominante y sus fracciones –en crisis permanente, pero con mucho tiempo para recrearse a causa de la inexistencia de un movimiento popular constituido y de alta frecuencia- se distribuyen bajo la lógica formal de la alternancia en la administración del Estado (Concertación /Coalición por el Cambio), y estratégicamente representan el mismo proyecto de clase como se ha probado objetivamente en innumerables análisis e ilustraciones (de todo color) sobre las relaciones sociales hegemónicas en el país,  y ante todo, a través de la realidad dura y  mala vida de la mayoría de los chilenos. Los matices de las componendas políticas, hoy oficialista y ayer oposición, no impactan estructuralmente en la existencia cotidiana de los trabajadores y el pueblo. Por eso los trabajadores y el pueblo están mandatados a construir su propia alternativa política, y ella será hija del movimiento real de la lucha social. Sólo de allí saldrán las pistas cardinales para cambiar la vida y la nueva conducción política de las grandes mayorías explotadas y oprimidas. Y, por otro lado, la superación del capitalismo, como no funciona como necesidad histórica predeterminada, será fruto, ante todo, de la relación dinámica de la voluntad de lucha y organización, como de las propias condiciones materiales de la población malograda.

4. Una de las formas de gatillar el prólogo de un nuevo ciclo de lucha social, es el paro nacional. Esto es -lejos de cualquier consignismo-, la articulación premeditada de la unidad de los más amplios sectores de los trabajadores y el pueblo por demandas tanto históricas, como la renacionalización del cobre –fuente principal del crecimiento real de la economía nacional y, por tanto,  base insoslayable para una eventual industrialización y auténtica soberanía bajo paradigmas asociados al cuidado de la naturaleza y al desarrollo sustentable y a largo plazo-; como de las reivindicaciones y derechos sociales elementales, hoy inexistentes. Esto quiere decir, salud, educación, vivienda y seguridad social públicas de excelencia y acceso universal; salario adecuado, empleo estable (para frenar, tanto el endeudamiento plástico, como las enfermedades y accidentes laborales); posibilidad de créditos productivos de bajo precio y alta regulación del sistema financiero. Asimismo, y de manera distintiva, se agregan en el mismo estadio, las reclamaciones territoriales, políticas y culturales del pueblo mapuche. Naturalmente, cada sector de los trabajadores y los pueblos tiene como punto de arranque demandas propias que, voluntaria y premeditadamente deben sintetizarse en una plataforma de lucha de sentido inmediato y urgente.  El paro nacional es, por un costado, un inicio tendiente a romper el inmovilismo general y las luchas parciales, y por otro, un punto de llegada táctico con indudable unidad de sentido. Se trata de la política necesaria para un período (por ejemplo, el tiempo que comprende el actual gobierno). Es decir, el paro nacional es producto de un proceso de construcción de condiciones y concertación de fuerzas. Y, si bien Piñera no es Pinochet, el aprendizaje político que dejó la lucha contra la dictadura militar, indica que para el llamado airoso a un paro nacional –que en Chile primero será mucho más el marco indispensable para una protesta nacional que una huelga general en términos clásicos- debe realizarse la reunión –al menos suficiente cualitativamente- de la autoridad histórica y legítima de las grandes mayorías: los trabajadores. Claramente, la militancia popular debe abocarse no sólo a la propaganda o a testimoniar las injusticias del capitalismo. Su tarea prioritaria debe ser la concentración en particular de la unidad, primero de los más organizados. La convocatoria a un paro nacional que provoque las condiciones ampliadas de la protesta social multisectorial y multicultural, tiene que llevarse a cabo por los asalariados de los territorios estratégicos de la economía chilena. Esto es, los trabajadores del cobre, la banca, los forestales, la pesca, el comercio, el transporte y el cuentapropismo organizado. El horizonte táctico de un paro nacional –de acuerdo a las formas descritas- no demanda una alineación política de alta densidad ni pactos ideológicos. De acuerdo a la propia realidad, las agrupaciones de trabajadores de las áreas estratégicas de la economía deben convenir una plataforma básica, inclusiva, amplísima, plástica y práctica, legible e incuestionable.  El objetivo es que en las formas y los contenidos, los llamados a convocar al paro nacional den cuenta de las demandas más sensibles de las mayorías nacionales. Eso resultaría más que suficiente para desatar, de menos a más,  el malestar social todavía agazapado de los populares. Aquí se propone una forma determinada por el descontento de los muchos, que privilegia la lucha por abajo y en los espacios públicos hoy empapelados por la publicidad y la vigilancia. Aquí se propone los pasos primeros para devastar el fatalismo y la paz de cementerios que exige la superexplotación laboral, el despojo de los recursos naturales, el castigo a la disidencia. Aquí se propone una forma para comenzar la demolición a largo plazo de una sociedad inhumana y estructuralmente desigual. Se trata de ofrecer, a través de luchas dispersas, pero existentes, una respuesta a cómo, lo más concertadamente posible, inaugurar un nuevo ciclo del movimiento social en Chile con sentido.

Noviembre 6 de de 2010

 

 

Chile. Royalty minero: pérdida de cobre y soberanía

Chile. Royalty minero:  pérdida de cobre y soberanía
  • Con leves modificaciones fue aprobado por el Senado y luego por los parlamentarios la propuesta gubernamental de “royalty” minero asociado a la invariabilidad tributaria. En tanto se espera la firma del presidente Piñera, ya se asoma la movilización de los trabajadores del cobre.

Por Andrés Figueroa Cornejo

El martes 12 de octubre, a las 20:00 horas, se aprobó en el Senado el denominado “proyecto de royalty” del gobierno que implica una tasa impositiva para las empresas que explotan el cobre de un 5 a un 14 %, y la invariabilidad de esas cifras por seis años. El único voto en contra lo sostuvo el senador Mariano Ruiz-Ezquide, en tanto hubo tres abstenciones: los senadores Eugenio Tuma, Guido Girardi y Jaime Quintana (PPD’s). Al respecto, Guido Girardi indicó que “la invariabilidad, tal como está, es un tema lesivo. Debiéramos tener una tasa de tributación efectiva cercana al 50 % y estamos muy lejos de ello”.

Dos días después, el  parlamento ratificó la votación de la Cámara Alta. A pesar de la inicial negativa de varios parlamentarios opositores a la aprobación de esta ley, finalmente el proyecto fue aceptado con amplia mayoría.

Además de establecer un aumento general del 5 al 14 % en la tributación de las empresas dependiendo del porcentaje de márgenes operacionales, se fijó un período de transición entre el año 2010 y 2012 que varía entre el 4 y el 9%.

El diputado, Enrique Accorsi –uno de los  que estuvo contra el proyecto- indicó que la propuesta es un traje a la medida para que las mineras privadas puedan mantener sus altos niveles de ingreso de aquí a los próximos 10 años “siendo los chilenos y chilenas los grandes perdedores”. El parlamentario aseguró que entre el 2003 al 2009 las empresas obtuvieron más de 100 mil millones de dólares en ganancias y amortizaron todas sus inversiones “por lo tanto, pagar mil millones en tres años es claramente insuficiente”.

Por su parte, el diputado  Rodrigo González,  afirmó que el proyecto en lugar de establecer derechos compensatorios por la merma de un recurso natural no renovable, es una regalía a favor de las grandes compañías mineras transnacionales y de ninguna forma beneficia al Estado.

Ahora las mineras podrán acogerse  voluntariamente a la iniciativa, con un plazo de dos meses (mediados de diciembre).

Como si fuera poco, la tabla del régimen general y permanente del impuesto específico a la actividad minera, se aplicará en doce tramos, dependiendo de los márgenes de operaciones de cada empresa.

 “ESTE NO ES UN VERDADERO ROYALTY”

Chile produce entre el 40 al 45 % del cobre del mundo. De lo que se transa en las bolsas mineras internacionales, el 60 % corresponde al metal rojo chileno.

Según el ex senador Jorge Lavandero, Chile es “el séptimo país potencialmente más rico del planeta, pero desgraciadamente hemos entregado nuestras riquezas a transnacionales extranjeras que nada dejan aquí.”

Además, el país es segundo exportador del planeta de litio y se cuenta con molibdeno, azufre, renio y plata.

“Luego de 20 años de la Concertación se ha llegado a que sólo un tercio del cobre es chileno. Y Codelco ha aportado más de cinco veces lo que entrega la totalidad de compañías extranjeras, pese a todo.”, aseguró Lavandero.

De acuerdo a Lavandero, la minería privada no paga los impuestos debidos “porque se acoge a una serie de franquicias. No paga ni el IVA, mientras Codelco quintuplica los recursos en este ámbito.”

Como el cobre, constitucionalmente pertenece al Estado chileno, debería cancelar la renta minera o royalty- regalía. ¿Qué es eso? Un precio. Cada tonelada que se extrae de metal rojo es una tonelada menos que le queda al país. El royalty es el pago tendiente a compensar esa pérdida. Otro impuesto está ligado a las ganancias que obtiene la industria cuprífera. Es decir, son cosas distintas.

¿Qué precio paga Codelco, siendo una empresa estatal? El 10 % de las rentas. Sin considerar el costo, e independientemente de las utilidades que obtenga.

El cobre, en rigor, es una concesión para que sea explotado en nombre del Estado. Las multinacionales privadas deberían pagar un 35 % de impuestos, pero sólo entregan un 16 % que, por lo demás, no cancelan. Mientras Codelco desembolsa un 40 % al Fisco, y el 2010 le reportará 10 mil millones de dólares, las corporaciones multinacionales que explotan dos tercios del cobre, apenas pagarán este año 2.500 millones de dólares.

“En ningún país del mundo existe una invariabilidad tributaria como la que aquí se ha aprobado. Este no es un verdadero royalty, es simplemente un impuesto adicional”, dijo Lavandero.

“El royalty o regalía viene de cuando el rey de España era dueño de las colonias americanas. Entonces cada colonia debía pagarle a la corona “el quinto real”, la quinta parte de la producción agrícola y la quinta parte de la producción minera. Entonces cuando se realiza la independencia, los nuevos gobiernos criollos se quedan con ese quinto real. Royal, real, regalía. Ese es el origen del royalty. Ahora el royalty es un precio, y debe ser regional para que no pase lo que ocurrió con el salitre. De este modo, cuando se acabe el mineral, exista en las regiones y comunas más afectadas otros elementos económicos y productivos que reemplacen la antigua explotación. El royalty también es un sustitutivo para cuando el cobre se agote. Sino cundirá la cesantía, las migraciones, la miseria.”, informó Jorge Lavandero.

Asimismo, el ex senador indicó que “El proyecto tiene una serie de falencias. Por lo menos, es discriminatorio porque grava a una parte de la actividad, pero no a toda la actividad. Podría ser impugnado en el Tribunal Constitucional.”

LOS TRABAJADORES PREPARAN “SORPRESAS”

Por otro lado, el presidente de la Federación Minera de Chile, Cristian Arancibia, quien fue parte de quienes protestaron en la sala del Congreso Nacional ante la aprobación del proyecto, enfatizó que “queremos que los trabajadores conozcan lo que aprobaron los legisladores: el regalo del royalty. La Concertación no entendió que perdió el poder porque no hizo nada para los trabajadores y sigue cometiendo los errores de hace 20 años atrás. Esto lo informaremos a las bases. Iremos al Congreso a exponer a las comisiones de Salud, Minería y Trabajo. Es un compromiso que tenemos desde el punto de vista del diálogo, pero creo que no tendremos muchas respuestas. Es algo que debemos hacer nosotros”, y agregó que “Terminados estos procesos vendrán decisiones de nosotros y van a tener sorpresas de parte del sector en general en cuanto a movilizaciones.”

 

 

La crisis de las Isapres o los seguros privados de salud en Chile

La crisis de las Isapres o los seguros privados de salud en Chile
  • A  propósito de unas cuantas demandas judiciales por cobros abusivos de las Isapres, Piñera debió componer una Comisión de Financiamiento de la Salud que tiene tiempo hasta fines de octubre de 2010 para resolver una propuesta sobre los diversos modelos de inversión y estructura sanitarias en juego. Resucita el conflicto entre salud pública y salud privada; entre bien general y lucro sin fin.

Por Andrés Figueroa Cornejo

Todo empezó cuando el Tribunal Constitucional rechazó en algunos casos la forma en que las Isapres tarificaban sus precios de prima (seguros). El 2009, cuatro personas, cada una por separado, realizaron reclamos al Tribunal por alzas de 100 a 200 % de sus primas. La entidad resolvió a favor de la gente y dictaminó que las Isapres no podían aumentar los valores. Los argumentos constitucionales  fueron que existe libertad de elección de seguros (planes), pero también debe haber equidad y justicia en el acceso a la salud. El dictamen aclaró, como nunca,  que se estaban violando ambas normativas contra los usuarios.

Entonces se temió que se asistiera a una avalancha de acusaciones similares de los clientes. Lo de fondo fue que el Tribunal Constitucional estaba asumiendo una lógica fundada en una concepción de la salud como parte de la seguridad social de los ciudadanos, toda una novedad, considerando que se trataba de seguros privados.

A partir del cuarto caso, el Tribunal se autoconvocó para resolver el tema de una sola vez. El hecho en particular se ceñía a la llamada “Tabla de Factores”, que es una forma en que las Isapres tarifican los seguros, a través del cual multiplican el sueldo base de un plan por un factor determinado por el sexo y la edad. Esto es, que mientras más viejo o simplemente siendo mujer se tienen factores más altos y es más caro el seguro.

En agosto de 2010, el Tribunal emitió un informe donde se esperaba que el organismo revocara de la ley el artículo que establece la posibilidad de que las Isapres fijen sus tarifas de la manera anterior, por riesgo. Sin embargo, el Tribunal no hizo derogación alguna. Pero, más allá de las 100 páginas de fundamentación sobre principios y criterios de la seguridad social que en la realidad no operan, concretamente sugirió que alguien debía solucionar el problema. Lo que sí fue una sorpresa, correspondió a que el informe evacuado reflotó que, sobrepasando el hecho de que existan un sistema de salud público y otro privado, “la intención del legislador fue generar un solo sistema de seguridad social” y que el seguro privado se estaría poniendo por fuera de las bases de la seguridad social. Lo anterior no es nuevo. Así se realiza el sistema desde que se crearon las Isapres en la década del 80 del siglo pasado. La noticia es que se haya convertido en materia argumental del Tribunal Constitucional, abriendo un debate que parecía resuelto.

En el marco de las consecuencias para el financiamiento de la salud que puede reportar, tanto el mandato del Tribunal Constitucional, como el resultado de la comisión sobre el tema que debió establecer Sebastián Piñera, la Asociación de Economía de la Salud y la Universidad Arcis efectuó una conferencia en el Colegio Médico sobre la problemática. Los contenidos de este reportaje allí encontraron sus fuentes.

ISAPRES VERSUS FONASA

El sector privado gasta el triple que el público por persona. El Producto Interno Bruto en Salud en el país es de alrededor de un 6 %. La mitad es gastado sólo por el sector privado que, a su vez, atiende nada más que al 17 % de toda la población. Es decir, sanitariamente, existen dos Chile. Hay un gran país que recibe un financiamiento de salud a escala de Perú o Bolivia, y otro, pequeño, que se atiende como en Alemania u Holanda.

Únicamente el Fondo Nacional de Salud (FONASA) presta un servicio solidario, mientras que las Isapres compiten en su interior y entre ellas mismas.

A comienzos de los 80, en plena dictadura, se implantó la denominada por algunos especialistas, “contrarreforma a la salud”, o la franca tendencia a su privatización. Los legisladores de la época le ofrecieron un manto de seguridad social a las Isapres, con el fin de facilitar su arribo. Esta misma consideración, en la actualidad, puede permitir modificaciones sobre las irregularidades y el mal funcionamiento de las propias Isapres.

Hoy los seguros privados (planes) expulsan a los viejos de las Isapres hacia FONASA por resultar muy caros. La persona, ya jubilada, llega a un sistema donde jamás ha contribuido,  y con enfermedades que superan con creces el 7 % que se descuenta para el sistema público. Los sectores más liberales observan este fenómeno como normal bajo la lógica de que lo que al mercado no le conviene atender, debe correr a cuenta del Estado. Para analistas del área, ello no resultaría un verdadero problema si FONASA dispusiera de buena atención y estuviera adecuadamente financiado. Pero eso no es así.  

RESULTADOS DE LA SALUD EN CHILE SON PRODUCTO DE ANTIGUAS POLÍTICAS

El financiamiento para el territorio público sanitario de la nación, en términos latinoamericanos, es bajo. Chile está en los rangos de países como Ecuador, y lejos de Argentina, Uruguay y Costa Rica, quienes ostentan entre un 7 a un 8 %, contra el 3,5 % de Chile de gasto en salud. De la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), el país está después de Turquía en el ámbito. Y Turquía está al final de la lista.

De todos modos, no existe una relación mecánica entre inversión en salud y resultados. Pese a que las naciones con mejores índices sanitarios de la OCDE son Japón, Finlandia, Francia, Inglaterra, donde el financiamiento es significativo.

De acuerdo a especialistas, los resultados en Chile se deberían a “la inercia muy grande de las buenas cosas que se hicieron en el pasado.”

Al respecto, el país emuló el sistema nacional de salud inglés antes que el resto de América Latina. Ya en 1952 el complejo sanitario a escala país funcionaba sobre impuestos generales, atención integrada para toda la gente (primaria, secundaria y terciaria) en una sola mano y no fragmentada, como la actual atención primaria municipalizada, por ejemplo. No existía co-pago, y no se cobraba al momento de la atención. Existía un fondo único de recursos de carácter solidario. Y, como un paradigma estable, en Inglaterra continúa operando de ese modo, pagándose a través de impuestos progresivos, a la renta y las utilidades, mientras que en Chile ahora se financia mediante impuestos regresivos, como el IVA y gravámenes al consumo.

También Chile fue pionero en su época de los programas de protección de las madres y los niños, lo que impacta positivamente hasta hoy en los bajos porcentajes de mortalidad infantil (7 de cada 1000). Asimismo, se adelantó regionalmente en atención primaria, médicos comunitarios y políticas preventivas entre los 60 y 70. De hecho, toda la estructura hospitalaria que se emplea estos días viene de esa época. Durante la dictadura no se levantó un solo hospital. Y con el retorno de los gobiernos civiles, las platas se destinaron a reconstrucción y creación de recintos hospitalarios, sin llegar, no obstante, a los niveles del período precedente.

Los pilares preexistentes explicarían todavía los resultados de la salud pública más allá de la mediocre inversión. Sin embargo, no existen tendencias definitivas.

EL SÍNDROME URUGUAYO

El 2010, en Uruguay se habla de la “reforma inteligente”. Allí se está, paulatinamente, integrando el sistema en una sola mano. Aún subsiste un pequeño sector de salud privada para ricos, un sector de mutuales para áreas de trabajadores formales, y uno público para pobres. El conjunto disperso está procurando fundirse en un fondo central que se llama, precisamente, FONASA. En ese lugar se reúnen los recursos y al mismo tiempo, se administran según criterios de necesidad. Entonces, se tiene un efecto redistributivo, incluso en la disminución de la pobreza. Y no se obtiene una precarización del sistema sanitario, no  se promedia hacia abajo. Las zonas sociales más privilegiadas no han perdido la calidad del servicio. En general, está mejorando para todos. La reforma se encuentra en sus inicios, pero se expande mientras se ordena el sistema. Por ejemplo, el sector privado debe dejar de tener clínicas de libre elección y comenzar a adquirir modelos tal cual como se administra el sector público, mediante formatos cerrados, más económicos y eficientes.

En Chile, en cambio, una operación puede costar varias veces más en la Clínica Alemana que en cualquier hospital. Pero no se justifica la diferencia de precios por “mucha hotelería” que haya.

EL CASO BRASILEÑO

En los 90, bajo la égida neoliberal del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo –entre otras instituciones tutelares de la economía mundial-, las Isapres tuvieron su verano exportador, a través del auge de los seguros privados como modelo creciente. Sin embargo, ello ha sufrido cambios provenientes del mismo Banco Mundial en las últimas temporadas cuando en algunas recomendaciones menciona la conveniencia de volver al sistema de impuesto general. De acuerdo a especialistas, ello se debería a que estudios del propio Banco Mundial habrían arrojado importante problemas del modelo de seguros para el mercado del trabajo. Es decir, las cotizaciones muy altas y diferenciadas distorsionarían la propia competencia en el actual ciclo de economía globalizada, impactando en las ventajas comparativas, por ejemplo. Y también porque, tanto en España, como en Brasil, en la segunda mitad de los 80, se decidió trasladarse a un sistema centralizado y público. En el país carioca conviven ambos sistemas. Sin embargo, el piso que ofrece el Sistema Único de Salud es de buena calidad debido a que existen muchos impuestos al empresariado destinados al bienestar sanitario general.

LA ENCRUCIJADA CHILENA

En Chile es posible, de acuerdo a profesionales del área y desde una perspectiva fundada en los derechos de la ciudadanía y la seguridad social,  enfrentar el financiamiento de la salud mediante dos estrategias. Una funcional, que actúa rimando con los principios que el Tribunal Constitucional ha dibujado. Esto es, una mirada donde  las Isapres son consideradas parte de la seguridad social, que no son privadas-privadas, que se desenvuelven en un ámbito público y que, por tanto, son sujetos de regulación. Esta concepción devendría en la alternativa de crear un fondo central que debería redistribuir según el riesgo de las personas de cada una de las carteras de los seguros y FONASA. Ello supone una reasignación de recursos hacia el Fondo Nacional porque allí se encuentran las personas con mayores riesgos. El principio del aporte económico y el servicio es, de cada cual según su capacidad y a cada quien según su necesidad. Se permitiría también que los ciudadanos que quieran paguen un diferencial fijo para estar en una Isapre, y contarían con un solo plan y no los miles existentes. Y aquellos que no deseen estar en el sistema, puedan atenderse privadamente, pero sin acceder al plan básico general mencionado. Este modelo existe en Alemania, Holanda, Bélgica, Suiza, Israel y, dando sus primeros pasos, en Uruguay.

La otra posibilidad, es simplemente que se terminen las Isapres y Chile cuente con un sistema único nacional de salud. Es decir, que todos se atiendan a través de FONASA. Y las clínicas que no quieran participar del esquema, tampoco participan del financiamiento general. Se trata de un proyecto que demanda una inversión superior, con atención primaria, secundaria y terciaria en red, e inmediatamente se doblarían los recursos para el sistema público. Lo anterior existe en España e Inglaterra, y en el país requeriría una reforma tributaria.

Hay, asimismo, salidas de sectores de derecha que apuntan a seguros con ahorro, tal como operan las AFP’s. Son iniciativas venidas de Libertad y Desarrollo y la Universidad Católica.

Las propuestas especializadas descritas se enmarcan en la Comisión de Financiamiento de Salud creada por Sebastián Piñera. La comisión está compuesta por las Isapres, clínicas, y ex Superintendentes del sector. Se le critica que es un compacto muy sesgado. Lo cierto es que a fines de octubre de este año tienen que tener una propuesta obligada por el Tribunal Constitucional, por tanto debe ser global. La propuesta caería primero en manos del Ejecutivo y de allí al Congreso. Y ella contendría dos momentos: una medida de corto plazo y otra de largo aliento.

Pase lo que ocurra en la comisión, ahora cualquier persona puede judicializar los problemas que tenga con las Isapres a través de un tribunal ordinario. Sin embargo, la solución definitiva a las graves dificultades  que arrastra por décadas el financiamiento de la salud en Chile sólo pasa por modificaciones estructurales y con la necesaria participación activa y determinante de la población.

 

 

El 23 de octubre podría hacerse efectiva

El 23 de octubre podría hacerse efectiva

Chile: Sindicato de Banco Falabella vota la huelga

Por Andrés Figueroa Cornejo

Los trabajadores agrupados en el Sindicato Nacional del Banco Falabella –líder por mucho, del retail y créditos de consumo en Chile- votaron la última oferta de la empresa el viernes 15 de octubre, aprobando la huelga, prácticamente el 100 % de los socios.

El presidente del sindicato que reúne a 600 empleados de todo el país, Luis Saavedra, señaló que el 8 de octubre pasado Falabella les entregó la propuesta de convenio “que es peor que el contrato colectivo vigente. No nos ofrecen nada, y además la compañía quiere que negociamos a 4 años y nosotros a dos.”

Los funcionarios bancarios demandan un incremento real de un 10 % salarial, un sueldo ético mínimo de $ 220 mil pesos (US$ 458), un décimo tercer sueldo para vacaciones, y cobertura para jardín infantil de 6UF mensuales ($ 127 mil pesos / US$ 266). En la actualidad los trabajadores promedian remuneraciones de entre $ 250 mil a $ 280 mil pesos al mes (US$ 552).

Luego de sufragada la huelga, vienen cinco días de buenos oficios, y de no haber acuerdo entre las partes, la paralización de actividades se haría efectiva el 23 de octubre.

La gerencia de Banco Falabella proyecta ganancias para el 2010 que llegan a los $ 18.500 millones de pesos (US$ 38 millones y medio). Sus propietarios corresponden a los archimillonarios grupos Solari-Cuneo y Del Río, cuyos capitales trascienden fronteras. Estos días, la compañía ha lanzado una nueva campaña publicitaria por todos los medios (TV, prensa escrita y radio) para dar a conocer el cambio de su imagen corporativa debido al éxito de sus ganancias y liderazgo en su participación en el mercado de la industria de la deuda y el consumo al detalle en el país.

 

 

 

Los 33 mineros también son africanos

Los 33 mineros también son africanos

Por Andrés Figueroa Cornejo

periodistafigueroa@yahoo.es

Mire usted en qué han convertido este paisito que se hunde en el polo sur, como cuchillo desdentado, viviendo  ante el vértigo del precipicio oceánico.

Mire cómo la dicha impensable de que 33 mineros hayan sobrevivido a un derrumbe de toneladas multiplicadas, es convertida por el mal gobierno en reality show, propaganda atosigante, sobreexposición y usura.

Vea usted, que mientras el endeudamiento aliena a millones, la explotación de los muchos se intensifica, la precarización del empleo es una de las maneras cardinales de mantener la tasa de ganancia del capital, la criminalización del descontento cae como un rayo de maldiciones sobre los mapuche y los libertarios y los trabajadores y los estudiantes, y se sostiene por la fuerza –que es armas y consenso y temor- un orden de las cosas inhumano y helado; aquí nos tienen pegados al televisor como si ese recorte a discreción y premeditado de un gesto de la realidad fuera toda la realidad.

Sepa que en este sitio –donde hubo hace menos de 40 años uno de los pueblos más organizados y atentos del planeta- ya ni sabe por qué la banca y el comercio es pura especulación y castigo cotidiano; ni sabe por qué un puñado de familias son el dueño de todo, en tanto se abarrota el territorio de mentiras negras, se oprime con saña, se destruyen los bosques a costa  del hogar mapuche, el agua salada y dulce tiene propietario, se detiene a los jóvenes por la gorra y el tatuaje, y el capital se reproduce y concentra por despojo y plusvalor.

Y, claro, la indignación social salta como neurosis individual. Nunca hubo más tristes científicamente contados, ni tanta farmacia por habitante, ni tanta desigualdad probada, a la vista o mal encubierta, ni una sociedad de clases loteada geográficamente, bajo el espejismo de las mercancías a plazo esclavo.

Mire usted en qué han convertido este paisito que se hunde en el polo sur, como cuchillo desdentado. Que todavía vivimos del poco cobre estatal que queda y cuya propiedad se muerde cada día a través de acciones bursátiles puestas en quién sabe dónde y se resuelven nuevas privatizaciones en la trastienda del Estado corporativo que manda como un solo y atroz castigo, mientras la salud es un privilegio y la educación es una cárcel y fábrica de trabajadores baratos, y la seguridad social un recuerdo de nuestros mayores.

Y mire cómo a los mandatados a cambiar la vida, las grandes mayorías que la sudan y padecen, los más puestos con cabeza y corazón, no terminan por reunirse de una vez para inestabilizar la paz de cementerios tan conveniente para la minoría que ordena el naipe sin báscula, y ni un paro nacional logramos convenir. Y no para hacer la revolución –que ese desafío en este paraíso del capitalismo mundial tiene para largo-, sino para del gateo ser capaces encumbrarnos y otear un futuro más allá de las cuentas y los cuentos. 

Eso de la Concertación y la derecha, y sus matices invisibles, es cosa de grandes empresarios y politólogos que no sueltan el mango hasta caer deshechos al fondo de un cementerio privado y poco tiene que ver con el interés colectivo.

¿Y qué le voy a decir a mi hijo, tan chiquilín y abrumado por los ciberjuegos, la competencia bárbara desde prekinder, y la ignorancia y el temor que gobiernan las relaciones sociales? Ya le expliqué que dios no nos inventó, sino que nosotros inventamos a dios, y también que detrás de todas las cosas que no son naturales lo que existe es puro trabajo de seres humanos y no un misterio de las vitrinas, y que el egoísmo es mera brutalidad condensada y escasez de lóbulo frontal. ¿Pero qué  le dejaré además de mi ternura de fin de semana, mis dos mil marchas contra las injusticias, las barricadas de los 80 contra la tiranía y una pila de artículos y reportajes más una veintena de intentos de contribuir  a crear y luego concretar un proyecto macizo donde todos puedan caber y con la mira puesta en un horizonte donde  la propiedad privada sea sólo una pesadilla prehistórica? Ahora tendré que dedicarme, muy didácticamente, a contarle por qué ya el desarrollo de las fuerzas productivas alcanzaría ahorita mismo para alimentar y ofrecer una vida decente a los 6 mil millones de contemporáneos que nos rodean, y que finalmente todos somos parientes de los primeros seres humanos que por obra de la evolución y el movimiento contradictorio e irrefrenable de la vida misma se les ocurrió nacer en África Central. Porque, en definitiva, todos somos africanos. También los 33 mineros de Copiapó.

Mire usted en qué han convertido este paisito que se hunde en el polo sur, como cuchillo desdentado. Las traiciones, la desconfianza y las utilidades más indecorosas son las maneras hegemónicas en las que se despierta el día en Chile cuando termina la primera década del nuevo milenio.

La semana entrante, con la feliz salida de los mineros enterrados, al mismo tiempo, seremos obligados al espanto multimediático del dolor utilizado matemáticamente por los pocos poderosos.

Sin embargo, la foto rugosa del Che que cuelga como hermano mayor en mi cabecera, todavía mantiene el ardor extraño de la rebeldía que no cede jamás. Más allá de todas las miserias y los desafíos colosales pendientes.

Octubre 9 de 2010