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EL GRAN CHILENO

EL GRAN CHILENO

 Un capítulo más de la guerra cultural que se vive en Chile. Se prepara un ajuste curricular en Ciencias Sociales, cuya aplicación contribuirá, sin duda, al intento de implantar en Chile una nueva memoria histórica.

            Alguna polémica ha originado el concurso de TVN "El gran chileno", destinado a elegir al personaje más destacado de la historia de nuestro país. Hace poco concluyó una de las etapas principales de aquél, que consistió en someter a votación de alumnos y profesores una lista de 60 personas, preparada por un grupo de 18 académicos y premios nacionales, para seleccionar a 10.

            Los resultados de esa selección han promovido un debate acerca de lo que ellos significan. Uno de nuestros más destacados historiadores ha subrayado la irrelevancia de la iniciativa. Pero el resultado de la selección hecha por un universo de 100 mil personas tiene un profundo significado. Un respetado investigador de la historia reciente de Chile ha apuntado a que esta selección ---que ha permitido eliminar a O'Higgins, Portales, Bello, Barros Arana y Balmaceda, entre muchos otros, dejando a Neruda, Gabriela Mistral, Violeta Parra, Alberto Hurtado, Manuel Rodríguez, Arturo Prat, Lautaro, Víctor Jara, José Miguel Carrera y Salvador Allende--- es un capítulo más de la "guerra cultural" que se vive en Chile y que ha erigido a Allende en, virtualmente, un héroe.

            Esta confrontación, de la que una serie del Canal 13 sobre personajes de nuestra historia ha sido otro capítulo, ha surgido del sostenido intento, proveniente de dependencias del Ministerio de Educación, de imponer una forma muy excluyente de comprender la historia. Esta disciplina ha sido, tanto en Chile como en el extranjero, el instrumento preferido en muchos casos para difundir entre los estudiantes visiones ideológicas afines a las de los gobernantes. En los regímenes totalitarios, como el cubano, es muy sencillo el logro de ese propósito. En un país como el nuestro, en que en teoría existe la libertad de enseñanza, resulta más ostensible. Un primer paso ha sido convertir la historia en una parte de las llamadas Ciencias Sociales, que congrega a otras disciplinas como derecho, economía, sociología, geografía y ciencia política. Como el estudiante, carente de claras nociones temporales, está incapacitado para abrirse a las complejidades del pasado, opta por mirarlo todo desde la perspectiva del presente. El riesgoso resultado es que, careciendo de las herramientas para una crítica bien fundada frente a los hechos que le entregan en el aula, llega a aceptar las simplificaciones más elementales.

            En muchos aspectos, estas iniciativas han seguido el modelo español que puso en práctica el primer gobierno del PSOE, como en su momento lo subrayó uno de sus prohombres. A este respecto, es ilustrativo el cambio producido en las generaciones jóvenes peninsulares respecto del descubrimiento y la conquista de América, que quedó muy bien reflejado en 1992, con ocasión del quinto centenario de la gesta colombina.

            Muy determinante en la política educacional de la Concertación ha sido la fijación de los objetivos fundamentales y los contenidos mínimos obligatorios, que han significado una pérdida de libertad de los colegios en el diseño de los planes y programas de estudio. Ahora se está preparando un ajuste curricular en Ciencias Sociales, cuya aplicación contribuirá, sin duda, al intento de implantar en Chile una nueva memoria histórica.

 "El Mercurio"

16 de Diciembre de 2007

 

Biografía de Violeta Parra

Biografía de Violeta Parra

Violeta Parra nació en San Carlos, en la Región de Chillán, al sur de Chile. Su padre era profesor de música, su madre una campesina guitarrera y cantora. Fueron nueve hermanos que vivieron su infancia en el campo.

A los nueve años se inició en la guitarra y el canto; a los doce compuso sus primeras canciones. Tiene una formación de profesora en la Escuela Normal de Santiago. En esa época ya compone boleros, corridos, y tonadas. Trabaja en circos, bares, quintas de recreo, y pequeñas salas de barrio.

En 1952 se casa con Luis Cereceda. De este matrimonio nacen Isabel y Angel, con los cuales más tarde realizará gran parte de su trabajo musical.  

A partir de 1952, Violeta, impulsada por su hermano Nicanor Parra, empieza a recorrer zonas rurales grabando y recopilando música folklórico. Esta investigación la hace descubrir la poesía y el canto popular de los más variados rincones de Chile. Elabora así una síntesis cultural chilena y hace emerger una tradición de inmensa riqueza hasta ese momento escondida. Es aquí donde empieza su lucha contra las visiones estereotipadas de América Latina y se transforma en recuperadora y creadora de la auténtica cultura popular.

Compone canciones, décimas, música instrumental. Es pintora, escultora, bordadora, ceramista, con "lo que hay", pasando a la medida de su humor de una técnica o género creativo otro.

En 1954 Violeta Parra viaja invitada a Polonia, recorre la Unión Soviética y Europa permaneciendo dos años en Francia. Graba aquí sus primeros LP con cantos folklóricos y originales. Tiene contactos con artistas e intelectuales europeos, regresando a Chile para continuar su labor creadora. En 1958 incursiona en la cerámica y comienza a bordar arpilleras. Viaja al norte invitada por la universidad donde organiza recitales, cursos de folklore, escribe y pinta. De regreso a Santiago Violeta expone sus óleos en la Feria de Artes Plásticas al aire libre. Durante los arlos siguientes Violeta continúa en su trayectoria, incansable.

En 1961 Violeta inicia una gira con sus hijos invitada al Festival de la Juventudes en Finlandia. viajan por la URSS, Alemania, Italia y Francia donde permanecen en Paris por tres años. Actúan en boítes del barrio latino y programas para radio y televisión. ofrecen recitales en UNESCO, Teatro de las Naciones Unidas. Realizando una serie de conciertos en Ginebra y exposiciones de su obra plástica. En 1964 expone las arpilleras, óleos, en el Pavillon de Marsan, logrando así ser la primera artista latinoamericana que exhibe individualmente.

En 1965 viaja a Suiza donde filma un documental que la muestra en toda su magnitud. Retorna a Chile y canta con sus hijos en la Peña de Los Parras, en la calle Carmen 340 en Santiago, Inaugura el Centro de Arte en una carpa; graba discos de música instrumental. Viaja a Bolivia en 1966, ofrece conciertos en regiones del sur de Chile, continúa grabando acompañada de sus hijos. Regresa a Santiago para continuar su trabajo en La Carpa, escribiendo allí sus últimas canciones...

Referente a la obra plástica de Violeta:

Está principalmente formada por Arpilleras y Oleos realizados sobre tela, madera, y cartón. Los temas son cotidianos: familia, recuerdos de infancia, pasajes de la historia. Fueron creadas por Violeta entre los años 1954 y 1965 en Santiago, Buenos Aires, Paris, y Ginebra y han sido expuestas en varios museos del mundo.

Hoy día todas ellas son patrimonio de La Fundación Violeta Parra, creada por sus herederos para rescatar, preservar, y de esta artista universal

Funte: www.violetaparra.scd.cl

 

Violeta Parra (1917-1967)

Violeta Parra (1917-1967)

Violeta del Carmen Parra Sandoval nace el 4 de octubre de 1917 en San Carlos, localidad ubicada al sur de Chile, en la región del Bío-Bío. Su inclinación artística la hereda de su padre, Nicanor Parra, profesor primario y destacado folklorista de la región. Durante el primer gobierno de Carlos Ibáñez del Campo cientos de empleados fiscales son exonerados, entre ellos el padre de Violeta, razón por la cual la familia Parra Sandoval parte en 1927 a Chillán.

Los hijos de la familia comienzan precozmente a mostrar su inclinación hacia el espectáculo, disfrazándose, cantando y montando presentaciones en las que cobraban entrada a los niños del barrio. En este contexto, Violeta comienza a tocar guitarra a los 9 años y a los 12 ya compone sus primeras canciones.

La precaria situación económica de la familia lleva a Violeta a cursar la primaria y sólo un año de instrucción en la Escuela Normal. Deja sus estudios y se dedica al trabajo en el campo para ayudar en su hogar. Violeta y su hermano Lalo, se dedican a cantar en restaurantes, circos, trenes, calles e incluso en burdeles.

Tras la muerte de su padre en 1929, Violeta se va a vivir a Santiago. Ahí intenta retomar sus estudios en la Escuela Normal de Niñas, pero los abandona al poco tiempo para continuar cantando en bares y quintas de recreo junto a su hermana Hilda, con la que conforma un grupo de música folklórica llamado "Las Hermanas Parra".

En 1938 contrae matrimonio con Luis Cereceda, con quién tuvo dos hijos, Isabel y Ángel. Junto a ellos se dedica a recorrer distintos lugares de Chile, interpretando canciones en teatros y boliches. En 1948 se separa de Cereceda y continúa su vida itinerante por el territorio nacional.   

A inicios de la década de 1950, Violeta comenzó a investigar la tradición musical de diversos barrios de Santiago, comenzando así una tarea que mantendría durante toda su vida: el rescate de la cultura popular chilena. Siempre junto a su guitarra, Violeta Parra se dedica a recorrer Chile rescatando el folklore campesino. La recopilación realizada es uno de sus grandes aportes, ya que fue capaz de recuperar gran parte de la tradición chilena que no tenía posibilidad de ser registrada.

En 1953, Violeta es contratada por la Radio Chile para una serie de programas que le permiten ser conocida en el ambiente folklórico nacional. Ese año graba dos de sus canciones más conocidas: "Casamiento de negros" y "Qué pena siente el alma". En 1954 obtiene el premio Caupolicán, que se entrega al folklorista más destacado del año. Luego de ganar este premio es invitada al festival juvenil de Varsovia y aprovecha la ocasión para recorrer diversos países de Europa. En París se asienta durante dos años, con gran acogida en radio y televisión. En Francia graba sus primeros discos como solista.

Violeta retorna a Chile en 1956 y un año después se traslada a Concepción, ciudad en la que funda y dirige el Museo de Arte Popular. En 1958 vuelve a Santiago y diversifica su actividad artística, realizando cerámicas, pinturas al óleo y arpilleras. Entre 1961 y 1965 regresa a París, aprovechando la oportunidad para dar a conocer el trabajo de sus hijos Ángel e Isabel y grabando canciones muy relevantes para su carrera, como "Paloma Ausente" y "Arriba Quemando el Sol".

En 1964 expone sus óleos, arpilleras y esculturas de alambre en el museo del Louvre en París, siendo la primera vez que un artista latinoamericano realiza una exposición individual en este prestigioso museo.  En esa misma época, Violeta escribe el libro "Poesía popular de Los Andes" y es filmada en Suiza en el documental "Violeta Parra, bordadora chilena", siendo éste uno de los escasos registros audiovisuales que se tiene de ella. Es en ese país donde conoce al musicólogo suizo Gilbert Favré, el cual se convertirá en el gran amor de su vida. A él le dedica canciones de amor y desamor, como "Corazón maldito" y "Que he sacado con quererte".

Muchas de sus canciones en esta época tienen un fuerte contenido social, de crítica al sistema imperante y resistencia ante el autoritarismo y las desigualdades. En este sentido, algunos de los títulos más representativos son: "Miren cómo sonríen", "Qué dirá el Santo Padre" y "Arauco tiene una pena".

En 1965 Violeta Parra regresa definitivamente a Chile e instala una gran carpa en la comuna de La Reina, junto a sus hijos Ángel e Isabel, y destacados músicos chilenos como Víctor Jara, Patricio Manns y Rolando Alarcón. El gran objetivo de Violeta es convertir ese espacio en un gran centro cultural en el que se difunda el folklore nacional y latinoamericano. Sin embargo, la respuesta del público no fue lo suficientemente entusiasta y no existió el apoyo suficiente para la consecución de su objetivo. En 1966 viaja a Bolivia y escribe sus últimas canciones, entre las que se encuentran "Volver a los 17", "Gracias a la vida", "El Rin del Angelito" y "El Albertío".

Al cumplir los 50 años de vida, en 1967, Violeta Parra se suicida en la Carpa de La Reina. Su legado es inconmensurable. Fue una artista multifacética, que logró plasmar en su obra su profundo compromiso con el ser humano. La universalidad de su obra es reflejo de una vida completa dedicada a rescatar las raíces y la memoria colectiva de Chile y el continente americano.

 

Rodríguez Erdoiza, Manuel (1785 - 1818)

Rodríguez Erdoiza, Manuel (1785 - 1818)

Fuente: Educar Chile 

Al igual que los otros tres hijos del matrimonio entre Carlos Rodríguez y Zeballos y de Loreto de Herdoiza y Aguirre, Manuel Rodríguez, nacido el 25 de febrero de 1785, se tituló de abogado en la Real Universidad de San Felipe.

Tras el desastre de Rancagua, y luego de haber servido como secretario a su compañero de infancia, José Miguel Carrera, Rodríguez junto a un grupo importante de patriotas se exiliaron en Mendoza, donde José de San Martín, Bernardo O'Higgins, entre otros militares patriotas, prepararon el Ejército Libertador de Chile. Fue el propio San Martín, quien detectó en Manuel Rodríguez notables habilidades para ingresar a Chile durante el periodo de Reconquista y así preparar y coordinar algunas fuerzas en el territorio nacional.

Para cumplir con su labor, Manuel Rodríguez estuvo muchas veces dispuesto a disfrazarse de lo que fuera necesario, para de ese modo infiltrarse en las fuerzas realistas. Sus aventuras e historias fueron haciéndose cada vez más populares lo que de a poco fueron transformando el nombre del guerrillero en una especie de mito popular.

Para 1817 ya tenía armado un grupo de hombres bastante sólido, lo que le permitió efectuar algunos asaltos a propiedades realistas, para distribuir lo ahí conseguido entre las familias de sus soldados. Fue ese carismático liderazgo el que le permitió después formar un batallón a su cargo llamado “Los húsares de la muerte”.

El arrastre popular que tenía, su cercanía con los hermanos Carrera y la imposibilidad de establecer un control rígido sobre él, hicieron que O'Higgins nunca viera con buenos ojos a Manuel Rodríguez, quien luego de la sorpresa de Cancha Rayada en marzo de 1818 fue proclamado por el pueblo y de forma interina (duró sólo dos días) Director Supremo. El guerrillero sólo era tolerado por los líderes del Ejército Libertador en tanto resultara útil para la causa independentista, pero una vez asegurada ésta el 5 de abril de 1818 en la batalla de Maipú (en la que los "Húsares de la Muerte" se abstuvieron de participar), las tensiones y desencuentros se desataron con mayor fuerza.

Tras el fusilamiento en Mendoza de los hermanos Luis y Juan José Carrera, adjudicado a O'Higgins y a la Logia Lautarina, Rodríguez decidió irrumpir a caballo al Palacio de Gobierno a increpar al Director Supremo, lo que le valió la cárcel. A fines de mayo de 1818 fue trasladado desde la capital a la prisión militar de Quillota. En el camino, a la altura de Til Til, Manuel Rodríguez fue asesinado alevosamente con un balazo por la espalda y posteriormente recibió una serie de puñaladas que sólo sirvieron para vejar más al cuerpo del caudillo líder del pueblo, todo bajo el argumento de que había intentado escapar de los guardias que lo custodiaban.

Su muerte, en la que también se presume la intervención de O'Higgins, causó hondo pesar en la población santiaguina, la que con sus relatos sobre la vida del guerrillero contribuyó a hacer de Manuel Rodríguez una leyenda inspiradora de poemas, cantos populares y hasta de la única obra chilena de cine mudo.

José Miguel Carrera Verdugo (1785 - 1821)

José Miguel Carrera Verdugo (1785 - 1821)

Fuente: Educar Chile

Hijo del vocal de la primera junta de gobierno, Ignacio de la Carrera Cuevas y de Francisca de Paula Verdugo Valdivieso, nace en Santiago el 15 de octubre de 1785. Estudia en el colegio Carolino de Santiago. Producto de su carácter rebelde abandona los estudios a temprana edad. Es enviado a Lima para adiestrarse en el oficio de comerciante, iniciativa que no prospera, y luego a España, lejos de la protección familiar.

Permanece en la ciudad de Cádiz entre 1806 y 1808. Conoce allí a varios americanos opositores a la monarquía española y que esperan participar de las luchas emancipatorias. Luego de la invasión francesa a la península, Carrera es incorporado en un cuerpo del ejército español con el grado de teniente. Participa en trece combates y en ellos el joven se distingue y alcanza el grado de capitán de caballería.

Resulta herido en el combate de Ocana y debe permanecer convaleciente por un año. En septiembre de 1810 recibe el grado de sargento mayor de los Húsares de Galicia. Cinco meses más tarde se entera de los sucesos de Chile donde se ha establecido la primera junta de gobierno. Pide autorización al Consejo de Regencia para volver a su patria. El permiso le es denegado. Carrera es arrestado y más tarde puesto en libertad. Finalmente es autorizado para retirarse del Ejército, con goce de fuero y uniforme, y se embarca para América.

Arriba a Valparaíso en julio de 1811. Al ver que el proceso de emancipación avanza de forma extremadamente moderada, y apoyado por sus hermanos Juan José y Luis, encabeza el golpe militar del 4 de septiembre de ese mismo año. Descontento con la relación establecida con sus aliados de Concepción y Santiago, lidera otro golpe de Estado e instala una nueva Junta de Gobierno, compuesta por tres personas y presidida por el mismo.

Carrera clausura el Congreso Nacional instaurando una dictadura. Gobierna con poder absoluto entre 1812 y 1813. En ese período hace traer a Chile la primera imprenta para publicar el periódico La Aurora de Chile, redactado por Camilo Henríquez y que difunde las ideas independentistas; establece relaciones diplomáticas con Estados Unidos; ordena la creación de la primera bandera nacional (de colores azul, blanco y amarillo); y dicta el Reglamento Constitucional Provisorio de 1812. Este último hecho, motiva al virrey del Perú a enviar una expedición a Chile, al mando de Antonio Pareja.

Abandona el gobierno para dedicarse a la defensa del territorio, como General en Jefe del Ejército. Los resultados adversos determinan su destitución del cargo. Es reemplazado por Bernardo O'Higgins.

Luego del desastre de Rancagua emigra a Mendoza y más tarde a Buenos Aires. En 1815 viaja a Estados Unidos en busca de recursos para iniciar la guerra de independencia. En 1817 vuelve a Argentina a bordo de la corbeta 'Clifton'. Su colaboración es rechazada, sus naves requisadas y Carrera apresado, sentenciando así su exclusión de la campaña libertadora. Los gobiernos de Chile y Argentina habían acordado marginar a los Carrera de la vida política del país.

En 1818, tres días después de la batalla de Maipú, son fusilados en Mendoza sus hermanos Juan José y Luis. El gobierno chileno confisca los bienes familiares y promueve una campaña de desprestigio contra todos ellos. José Miguel decide defenderse publicando el 'Manifiesto a los pueblos de Chile'. Involucrado en las pugnas de poder en Argentina apoya a algunos caudillos locales.

En el camino de retorno a Chile es traicionado por algunos de sus hombres y lo que significó su captura cerca de la ciudad de San Juan. En Mendoza se le somete a juicio siendo fusilado el 4 de septiembre de 1821.

 

Carlos Prats (1915 - 1974)

Carlos Prats (1915 - 1974)

Carlos Prats González nació en Talcahuano, Chile, el 2 de febrero de 1915. Fue el mayor de cuatro hermanos, del matrimonio conformado por Carlos Prats Risopatrón e Hilda González Suárez.

Luego de su infancia en Talcahuano, partió a Santiago e ingresó a la Escuela Militar en 1931. En el Ejército se convirtió en un alumno sobresaliente, convirtiéndose en el mejor alumno de su promoción, en 1934. Diez años después, en Iquique, contrajo matrimonio con Sofía Cuthbert, con quien tuvo tres hijas.

En 1949 egresó de la Academia de Guerra, nuevamente siendo el mejor alumno de su generación. Años después, se desempeñó como profesor de Historia Militar, Estrategia y Logística. Luego de tener a su cargo la comandancia del Regimiento Tacna, fue enviado a Argentina, donde ejerció como agregado militar entre 1964 y 1966. En 1967 fue ascendido al grado de Coronel y en 1968 se convirtió en General de Brigada. Un año después pasó a ser General de la 3ª División del Ejército y también Jefe del Estado Mayor de la Defensa Nacional.

Con el triunfo de Salvador Allende en las elecciones presidenciales de 1970, se produjeron en Chile una serie de hechos que daban cuenta de un clima de creciente polarización política. El 22 de octubre de 1970, días antes de la ratificación de Allende por el Congreso, fue baleado el Comandante en jefe del Ejército René Schneider, muriendo tres días después. El General Prats, que era amigo cercano de Schneider, fue designado por Eduardo Frei Montalva como nuevo Comandante en Jefe del Ejército. Luego fue ratificado en su puesto por el Presidente Allende, asumiendo el cargo en noviembre de 1970.

Como Comandante en Jefe, al igual que su antecesor, Prats defendió la idea de un Ejército respetuoso de la Constitución. En este sentido, señalaba que el Ejército era una institución profesional que debía velar por la soberanía nacional y que, por ningún motivo, los militares podían deliberar ante coyunturas políticas. Estos principios guiaron su actuar durante su labor como Comandante en Jefe.

El gobierno de Salvador Allende debió enfrentar fuertes presiones sociales debido a la inestabilidad política y económica existente. En octubre de 1972 se produjo un Paro Nacional de Camioneros, situación insostenible que obligó al Presidente Allende a pedir la colaboración de las Fuerzas Armadas en las funciones de Gobierno. De esta manera, se constituyó un gabinete con militares, entre los que estuvo el Contralmirante Ismael Huerta en Obras Públicas, el General de Brigada Claudio Sepúlveda en Minería y el propio Carlos Prats en el Ministerio del Interior.

En 1973, el clima político y social en Chile se volvió aun más enardecido. El 29 de junio de ese año, el Regimiento Blindado Nº 2 de Santiago, a cargo del General Roberto Souper Onfrey, realizó el llamado "Tanquetazo". Con el fin de no producir un quiebre en el Ejército, Prats presentó su renuncia a la Comandancia en Jefe el 23 de agosto de 1973. Paradójicamente, Prats recomendó para sucederlo al General Augusto Pinochet, debido a que éste último tenía una historia militar caracterizada por ser un soldado profesional y apolítico. Sin embargo, Pinochet se plegó al Golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, en el cual muere el Presidente Salvador Allende.

Día después del Golpe de Estado, el General Prats abandonó el país rumbo a Argentina. Allí trabajó como contador público y escribió artículos en el diario La Opinión bajo el pseudónimo de Aristarco. También dedicó parte de su tiempo a la escritura de sus Memorias, las que fueron publicadas de manera póstuma.

El 28 de septiembre de 1974, el agente de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) Michael Townley, ingresó al garage de Prats y colocó un aparato explosivo bajo su automóvil. A las 00:50 del día 30 de septiembre, al regresar de una cena el General junto a su esposa Sofía Cuthbert, Townley hizo detonar el explosivo por medio de un control remoto provocándoles la muerte instantánea.

Junto con el General Schneider, el General Carlos Prats fue parte del grupo de militares que siempre creyó que la Constitución y el Estado de Derecho están por sobre las Fuerzas Armadas. Su ejemplo, es un testimonio vivo del compromiso por el respeto a las instituciones democráticas. 

Fuente: Educar Chile

 

José Manuel Balmaceda (1840-1891)

José Manuel Balmaceda (1840-1891)

Hijo del senador Manuel José de Balmaceda y de Encarnación Fernández, José Manuel nace en Santiago el 19 de julio de 1840. Primogénito entre doce hermanos de una familia acaudalada y proveniente de la alta aristocracia castellano-vasca, Balmaceda se educa en el Seminario Conciliar de Santiago. En 1864 viaja como secretario privado de Manuel Montt al Congreso Americano que se celebra en Lima. Al regresar se dedica a trabajar en las empresas agrícolas de su padre, pero pronto su vocación política lo lleva a vincularse con los liberales.

En 1869, se asocia al Club de la Reforma, que se ha vuelto a congregar el año anterior, transformándose en uno de sus principales oradores. Es elegido Diputado por Carelmapu, actuando como opositor al gobierno, junto a Federico Errázuriz Zañartu y Aníbal Pinto. Durante el gobierno de Domingo Santa María es nombrado Ministro del Interior. Su candidatura a Presidente de la República es conflictiva, ya que es rechazada rotundamente por los conservadores, que no le perdonan su intervención en la promulgación de las leyes laicas. Aun así, asume como primer mandatario en septiembre de 1886. El contexto político en el cual se establecen los gobiernos liberales anteriores a Balmaceda, sufre significativos cambios. Los partidos políticos se han ido diversificando y el gobierno ya no se sustenta en una única colectividad.

Balmaceda se propone utilizar la riqueza del salitre en obras públicas, e intenta frenar el monopolio de los capitales ingleses en la explotación salitrera. A pesar de no contar con un apoyo mayoritario lleva a cabo la canalización del río Mapocho, la construcción de cientos de kilómetros de vías férreas, puentes, caminos, hospitales, y la edificación de la escuela de Medicina, Escuela de Artes y Oficios, Escuela Naval de Playa Ancha e Internado Nacional Barros Arana, entre otros. La oligarquía observa esta actitud críticamente, considerando las altas inversiones en obras públicas como un derroche y oponiéndose férreamente a la mayor parte de los proyectos del Presidente. En el plano social, se produce una de las mayores huelgas observadas hasta la fecha, en la cual participan alrededor de 10.000 obreros. El motivo del movimiento es la demanda de salario en dinero en efectivo y no en fichas de cambio, que sólo podían ser usadas en las pulperías. La respuesta a esta huelga es la violencia .

El drama político y humano del gobierno de Balmaceda serán los enfrentamientos entre deferentes sectores de la elite que desencadenan la guerra civil de 1891. Las modificaciones hechas a la Constitución de 1833, desde mediados de siglo, van mermando el poder del Ejecutivo y aumentando el del Congreso; situación que hace crisis con la administración de Balmaceda, ya que este se resiste a la disminución de sus atribuciones. En enero de 1891 el Presidente suspende las sesiones extraordinarias del Congreso y al mismo tiempo aprueba el presupuesto del año anterior destinado al Ejército y Armada. Los parlamentarios consideran esta actitud una provocación y se desata la revolución. En agosto las fuerzas que apoyan al Presidente se debilitan y las fuerzas de los congresistas se dirigen hacia Santiago. Balmaceda decide entregar el mando al general Manuel Baquedano y se asila en la legación argentina. Allí escribe varias cartas personales a familiares y amigos, y el famoso texto conocido como su Testamento político. Se quita la vida el 19 de septiembre de 1891.

Fuente: Grandes Chilenos