José Manuel Balmaceda (1840-1891)
Hijo del senador Manuel José de Balmaceda y de Encarnación Fernández, José Manuel nace en Santiago el 19 de julio de 1840. Primogénito entre doce hermanos de una familia acaudalada y proveniente de la alta aristocracia castellano-vasca, Balmaceda se educa en el Seminario Conciliar de Santiago. En 1864 viaja como secretario privado de Manuel Montt al Congreso Americano que se celebra en Lima. Al regresar se dedica a trabajar en las empresas agrícolas de su padre, pero pronto su vocación política lo lleva a vincularse con los liberales.
En 1869, se asocia al Club de la Reforma, que se ha vuelto a congregar el año anterior, transformándose en uno de sus principales oradores. Es elegido Diputado por Carelmapu, actuando como opositor al gobierno, junto a Federico Errázuriz Zañartu y Aníbal Pinto. Durante el gobierno de Domingo Santa María es nombrado Ministro del Interior. Su candidatura a Presidente de la República es conflictiva, ya que es rechazada rotundamente por los conservadores, que no le perdonan su intervención en la promulgación de las leyes laicas. Aun así, asume como primer mandatario en septiembre de 1886. El contexto político en el cual se establecen los gobiernos liberales anteriores a Balmaceda, sufre significativos cambios. Los partidos políticos se han ido diversificando y el gobierno ya no se sustenta en una única colectividad.
Balmaceda se propone utilizar la riqueza del salitre en obras públicas, e intenta frenar el monopolio de los capitales ingleses en la explotación salitrera. A pesar de no contar con un apoyo mayoritario lleva a cabo la canalización del río Mapocho, la construcción de cientos de kilómetros de vías férreas, puentes, caminos, hospitales, y la edificación de la escuela de Medicina, Escuela de Artes y Oficios, Escuela Naval de Playa Ancha e Internado Nacional Barros Arana, entre otros. La oligarquía observa esta actitud críticamente, considerando las altas inversiones en obras públicas como un derroche y oponiéndose férreamente a la mayor parte de los proyectos del Presidente. En el plano social, se produce una de las mayores huelgas observadas hasta la fecha, en la cual participan alrededor de 10.000 obreros. El motivo del movimiento es la demanda de salario en dinero en efectivo y no en fichas de cambio, que sólo podían ser usadas en las pulperías. La respuesta a esta huelga es la violencia .
El drama político y humano del gobierno de Balmaceda serán los enfrentamientos entre deferentes sectores de la elite que desencadenan la guerra civil de 1891. Las modificaciones hechas a la Constitución de 1833, desde mediados de siglo, van mermando el poder del Ejecutivo y aumentando el del Congreso; situación que hace crisis con la administración de Balmaceda, ya que este se resiste a la disminución de sus atribuciones. En enero de 1891 el Presidente suspende las sesiones extraordinarias del Congreso y al mismo tiempo aprueba el presupuesto del año anterior destinado al Ejército y Armada. Los parlamentarios consideran esta actitud una provocación y se desata la revolución. En agosto las fuerzas que apoyan al Presidente se debilitan y las fuerzas de los congresistas se dirigen hacia Santiago. Balmaceda decide entregar el mando al general Manuel Baquedano y se asila en la legación argentina. Allí escribe varias cartas personales a familiares y amigos, y el famoso texto conocido como su Testamento político. Se quita la vida el 19 de septiembre de 1891.
Fuente: Grandes Chilenos
0 comentarios