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Andrés Zaldívar apuesta a calmar la agitación que causó el gabinete Bachelet en los partidos

Andrés Zaldívar apuesta a calmar la agitación que causó el gabinete Bachelet en los partidos

EL PPD NO OCULTA SU DISTANCIAMIENTO CON EL NOMBRAMIENTO DE RICARDO LAGOS WEBER
Andrés Zaldívar apuesta a calmar la agitación que causó el gabinete Bachelet en los partidos


Luego de visitar La Moneda, el futuro titular de Interior, Andrés Zaldívar, se entrevistó con el socialista Camilo Escalona y el radical José Antonio Gómez para evaluar el cuadro post gabinete.


www.LaNación.cl

Ivonne Toro / Pamela Valenzuela
 

La autonomía con la que manejó la Presidenta Michelle Bachelet -desde ayer de vacaciones en el lago Caburgua- la designación de su gabinete sorprendió no sólo a la Alianza, sino también -y en grado mucho mayor- a los partidos de la Concertación, que están recién saliendo del asombro y trazando los pasos a seguir en busca de mejorar posiciones en la repartición de subsecretarías, intendencias, seremis y gobernaciones. Para este fin el PPD incluso articuló un comité integrado por los diputados Adriana Muñoz, Jorge Tarud y Guido Girardi y el senador Fernando Flores.
El temor de la colectividad es que en las nominaciones que vienen la ex ministra de Defensa actúe con la misma independencia con que ha procedido hasta ahora, lo que les provoca recelo, dado que el PPD -tras una agria reunión de la mesa el martes 31- concluyó que Bachelet no ha tenido suficiente reciprocidad con el conglomerado que sin condiciones la promovió primero como abanderada. Por esto incluso se optó por hacer pública la disconformidad por la “exclusión” en el comité político.
Aunque Ricardo Lagos Weber, que ocupará la Secretaría General de Gobierno, es de las filas pepedeístas, la tienda no considera al sucesor de Osvaldo Puccio como un representante de los suyos, algo que subrayó ayer el vicepresidente Jorge Tarud. Éste afirmó que el hijo del Mandatario no es un dirigente “emblemático” o “histórico” y más aún “es como esos militantes que no están al día con el trabajo partidario”.
Estos reparos ya fueron explicitados en la declaración de anteayer del partido que dirige Víctor Barrueto -uno de los candidatos a ministro que no fue llamado para tal cargo- en que se habla de la pretensión no satisfecha de tener a un “histórico”, como el mismo Barrueto, el ex ministro Sergio Bitar, el titular de Interior, Francisco Vidal, o el ex diputado Jorge Schaulsohn en el equipo presidencial: “Nos alegramos que dirigentes y figuras históricas de la DC, del PRSD y del PS estén integrados a los equipos de Gobierno, sobre todo en el área política, como también era nuestra aspiración. Sentimos que el PPD, como institución debe estar junto a los demás partidos y como siempre ha sido, en el centro de las decisiones políticas”, reza el comunicado, donde además de los cuestionamientos se compromete apoyo a la administración de Bachelet.


TRANQUILIZANDO
 

La situación preocupa al senador Andrés Zaldívar, que asume como ministro del Interior en marzo, dado que se trata de fuego amigo que acecha desde el propio bando, mientras la Alianza ha mantenido una actitud cordial hacia el nuevo gabinete. Por ello Zaldívar destacó que a pesar del ruido político prevalece la normalidad en la coalición gobernante. Argumentó que “las declaraciones no han sido tan críticas, como se dice, puesto que la conformación del Gobierno está recién en su inicio, por lo tanto, hay que esperar qué pasa en los próximos nombramientos. La Presidenta hizo una muy buena designación y el país así la ha recogido”. Debido a esto desestimó que algunos grupos hayan sido subrepresentados: “Creo que aquí no es un problema de cuoteos ni mucho menos, sino que haya un justo equilibrio, una buena representación, como creo que se logró”.
El saliente legislador -que fue derrotado en diciembre por el diputado PPD Guido Girardi y que capitaneó en el balotaje el comando de Bachelet- sostuvo que los resquemores en la Concertación no tienen mucho sentido, porque aunque se quisiera incorporar a mucha gente, “no pueden estar todos”, y esa inevitable marginación en algunos puestos fue el tema que Zaldívar -bendecido por la oposición como interlocutor válido- trató ayer en sus bilaterales con el presidente (S) del PS, Camilo Escalona, y con el timonel del PRSD, José Antonio Gómez, en su primera maniobra política de apagar incendios tras ser designado para estas artes por Bachelet. En estos días deberá además superar dos escollos más difíciles: el PPD y la DC. La misión es disminuir la presión pública hacia la Presidenta y para ello la señal escogida es asegurar que se mantendrán los equilibrios. El conflicto es la interpretación que cada partido -según sus intereses- puede dar a tal anuncio.


UNA CUESTIÓN DE PESO POLÍTICO
La relación del PPD con Ricardo Lagos Weber es extraña. Fue considerado el 2005 como posible candidato estrella a senador por Magallanes y, tras desechar esta opción, como carta segura para contender una diputación en Santiago Poniente en tándem con Guido Girardi. De figura política emergente el año pasado se convirtió el lunes en un relegado para la tienda en que milita, algo que recalcó el vicepresidente de la colectividad, Jorge Tarud, que cuestionó en forma punzante la designación de Lagos Weber como ministro portavoz, ya que pese a su militancia, el abogado y economista no es sentido como un hombre de partido, aunque hace algunos meses era uno de los rostros estelares para parlamentario.
Tarud aseveró que no están “sentidos” con la Mandataria por haber elegido para su gabinete a quien la asesoró en relaciones exteriores durante la campaña, pero advirtió que hubiesen esperado un trato distinto con el PPD, dado que Lagos Weber simplemente no cumple con las expectativas del conglomerado, en especial si se lo compara con figuras de otras tiendas que forman parte del equipo que acompañará a Bachelet. La falta de experiencia, la pertenencia no activa y su no acato a las decisiones estratégicas del partido -que se evidenció cuando renunció a postular a la cámara baja- son consideradas malas señales en el PPD, que observa en el futuro secretario general de Gobierno a un hombre independiente de los lineamientos partidistas.
Al parecer, el hijo del Presidente Ricardo Lagos sigue la misma senda distante de los aparatos que trazó su padre, que aunque finaliza un mandato exitoso, jamás fue muy querido por los partidos, desafecto que Tarud hizo evidente hacia Lagos Weber: “El peso político se da con el tiempo, con los años, evidentemente que un Andrés Zaldívar o un Alejandro Foxley no son lo mismo que un Ricardo Lagos (…) Un Sergio Bitar, un Jorge Schaulsohn, un Víctor Barrueto, tienen un peso político específico, son insiders de los partidos políticos, son gente que ha estado desde el inicio del partido.
Por lo tanto, eso es lo que nos hubiésemos deseado ver reflejado en el Gobierno”. El parlamentario aclaró que, en todo caso, de ahora en adelante se hará “borrón y cuenta nueva”, pero es conocido que el verdadero deseo del PPD es que en el próximo cálculo se lo “compense”.
Pese a los desencuentros, Tarud comprometió el respaldo de las bancadas para el Ejecutivo: “Daremos un apoyo muy contundente al programa de Bachelet, además de los aportes que vamos a realizar como parlamentarios, porque somos representantes ciudadanos (…) Michelle Bachelet cuenta y contará con todo el respaldo del partido, de la bancada de diputados, la mayoritaria de la Concertación en la Cámara, y de la bancada de senadores”.

LAS DEMANDAS DEL RADICALISMO
La reunión de ayer del timonel del PRSD, José Antonio Gómez, con el futuro ministro del Interior, Andrés Zaldívar, fue la oportunidad que usó el electo senador por la Segunda Región para manifestar la intención de su colectividad de ocupar una subsecretaría estratégica, específicamente la de Interior, y mantener las cuatro que actualmente posee el partido: Previsión Social, Aviación, Minería y Deportes, aunque esta última también estaría en la mira de la DC: “Aspiramos a una subsecretaría política. Creemos que el PRSD debe estar en una subsecretaría en La Moneda porque eso hace inmediatamente un distingo con lo que ha sido nuestra presencia en los gobiernos”. El PRSD tiene en contra ser la colectividad más pequeña en la Concertación, lo que limita su capacidad de presión frente a sus pares con mayor peso en el bloque. Aún así la pelea de Gómez -en la que cuenta con el apoyo mayoritario de los dirigentes que se reunieron ayer en el comité ejecutivo nacional (CEN)- es aumentar la representación en el Gobierno, sin realizar peticiones excéntricas o inalcanzables: “Debe haber equilibrios que permitan trabajar sin ruidos”, manifestó el ex titular de Justicia, en una señal clara de que existe conformidad con la nominación de Isidro Solís en la cartera que fue ocupada por el propio Gómez durante la administración de Ricardo Lagos, con la ventaja de que ahora esta repartición está incorporada al gabinete político, lo que ya es una mejora para los radicales respecto de su actual posición.

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