Blogia
Centros Chilenos en el Exterior

Saddam Husein

Sadam: sin retorno en su camino al cadalso

Sadam: sin retorno en su camino al cadalso

CORTE IRAQUÍ RATIFICÓ CONDENA A MUERTE DEL EX DICTADOR, CUYA EJECUCIÓN TENDRÁ LUGAR DENTRO DE LOS SIGUIENTES 30 DÍAS

Las autoridades de Irak, conocedoras de la ira que puede generar la aplicación de la sentencia entre los seguidores del ex autócrata, anunciaron semanas atrás que Hussein será ejecutado y enterrado en secreto.

Foto: Sadam Hussein es el primer Jefe de Estado árabe que es juzgado en su país por crímenes contra su pueblo.

La Nación/Agencias

Podría tener lugar hoy, en cuestión de días o pocas semanas. Pero es un hecho que ocurrirá: Sadam Hussein, el hombre que gobernó con mano dura a los iraquíes durante 24 años, será ejecutado en la horca antes del 27 de enero.

Así lo determinó ayer la Corte de Casación de Irak, que rechazó un recurso de apelación presentado por la defensa del ex líder contra la sentencia de muerte dictada en primera instancia contra Hussein, su hermanastro, Barzan al-Tikriti, y el ex magistrado Awad Hamad Al Bandar, por un tribunal especial el 5 de noviembre. Ese tribunal halló culpable a Hussein por crímenes contra la humanidad por la masacre de 148 musulmanes chiítas en 1982 en Dujail, perpetrada tras un intento de asesinato contra el entonces Presidente en esa aldea.

El proceso por los hechos de Dujail había comenzado el 19 de octubre del año pasado y sufrió varias postergaciones por parte de los jueces y boicots de los abogados defensores, tres de los cuales fueron asesinados en el transcurso de sus 39 sesiones. En estas audiencias, el ex gobernante iraquí alegó que las personas muertas habían sido encontradas culpables por una corte de tratar de asesinarlo en 1982.

Además, durante el juicio fueron numerosos los pronósticos de condena a muerte, expresados por autoridades locales y también por el Presidente estadounidense, George W. Bush. De hecho, durante los alegatos Sadam solicitó en varias ocasiones que, de ser encontrado culpable, fuera condenado a morir ejecutado por un pelotón de fusilamiento, pues se consideraba un preso político, y no en la horca “como los criminales”.

La decisión de la Corte de Casación iraquí debe ser ratificada por el Presidente Jalal Talabani y los dos vicepresidentes de Irak. Talabani se opone a la pena capital pero en situaciones similares ha dejado que un vicepresidente firme la orden de ejecución en su nombre, una medida alternativa que ha sido aceptada legalmente. Según la ley iraquí, ninguna autoridad, ni siquiera el Jefe de Estado, puede conceder ningún tipo de clemencia.

“Una vez que esa formalidad haya sido cumplida, Sadam y los otros ex funcionarios sentenciados a muerte deberán ser colgados en un lapso de 30 días”, afirmó el juez Aref Abdelrazak Chahin, titular de la corte.

Conocedoras de la ira que puede generar en la comunidad musulmana sunnita la aplicación de la sentencia contra el ex Presidente, las autoridades iraquíes anunciaron semanas atrás que Hussein será ajusticiado en un ámbito privado, es decir, será ejecutado y enterrado en secreto.

Tras tomar conocimiento, el Gobierno de Estados Unidos elogió la determinación judicial. “Es una importante piedra fundamental en el esfuerzo del pueblo iraquí de sustituir la tiranía por un Estado de Derecho”, declaró el vocero de la Casa Blanca, Scott Stanzel. Mucho más cauta fue la reacción de Gran Bretaña -principal aliado de Washington-, cuya Cancillería se limitó a reiterar que su país era contrario a la pena de muerte, pero que “la suerte de Hussein le compete enteramente al tribunal independiente iraquí”.

En tanto, las críticas no se hicieron esperar. Las organizaciones humanitarias Amnistía Internacional y Human Rights Watch cuestionaron la condena y aseguraron que el proceso estuvo plagado de irregularidades. En Chile, el canciller italiano, Massimo D’ Alema, abogó por que no se cumpla la pena capital.

Existe un segundo proceso, en curso desde el 21 de agosto, contra el ex sátrapa iraquí, por el exterminio de 180.000 kurdos entre 1986 y 1989, en el marco de la llamada campaña de Al-Anfal. No obstante, la Corte de Casación iraquí aclaró que este juicio se cerrará con la muerte del ex Mandatario.

La ejecución de Sadam no sólo dejará sin finalizar el proceso por el genocidio de miles de kurdos, sino que tampoco podrá haber juicio por la represión desatada contra la población chiíta del sur del país después de la primera Guerra del Golfo, en 1991.

Incluso Teherán quería ver a Hussein sentado en el banquillo por los crímenes cometidos en la guerra Irán-Irak, que duró ocho años, hasta 1988, y en la que murieron un millón de personas. A su vez, Kuwait lo quería juzgar por los crímenes que se cometieron durante los siete meses de ocupación del emirato, entre 1990 y 1991.


 

 

Tribunal estableció que Hussein será ejecutado en enero

Tribunal estableció que Hussein será ejecutado en enero

Antes del 27 del próximo mes debería cumplirse la condena que hoy fue ratificada por la Corte de Apelación, sólo resta el pronunciamiento del presidente iraquí para confirmar la pena contra el ex líder de Irak.

www.lanacion.cl / Agencias

 

Saddam Hussein será ejecutado en la horca antes del 27 de enero, según la resolución de la Corte de Apelación, que rechazó el recurso contra la condena a muerte presentado por los abogados del ex presidente iraquí. Para la Casa Blanca, la confirmación de la pena "es una importante piedra fundamental" en el camino hacia el futuro de Irak.

Uno de los jueces del tribunal informó que la confirmación de la condena a muerte fue adoptada por unanimidad contra Hussein y dos de sus colaboradores por la masacre de 148 musulmanes chiitas en 1982 en Dujail, perpetrada tras un intento de asesinato contra el entonces presidente en esa ciudad. El 5 de noviembre un tribunal especial sentenció a muerte por crímenes contra la humanidad a Hussein, a su hermanastro Barzan al Tikriti y al ex jefe de la corte que dictó la orden de ejecución para 148 habitantes de Dujail, Awad al Bander. El proceso por los hechos de Dujail se había iniciado el 19 de octubre del año pasado y sufrió varias postergaciones por parte de los jueces y boicots de los defensores, varios de los cuales fueron asesinados.

Durante el juicio fueron numerosos los pronósticos de condena a muerte, expresados por autoridades locales y también por el presidente estadounidense, George W. Bush.

Existe un segundo proceso, en curso desde el 21 de agosto, contra Hussein, por el exterminio de 180.000 kurdos entre 1986 y 1989, en el marco de la llamada campaña de Anfal. No obstante, la corte de apelación aclaró que este proceso se cerrará con la ejecución del ex mandatario.

La sentencia deberá ahora ser confirmada por el presidente iraquí, Jalal Talabani, que en el pasado se manifestó contrario a la pena de muerte aunque sostuvo que dejaría la firma en mano de sus vicepresidentes.

Según la ley iraquí, ninguna autoridad, ni siquiera el jefe de estado, puede conceder ningún tipo de clemencia. Tras conocerse el fallo de la corte de apelaciones, el vocero de Bush, Scott Stanzel, afirmó: "La jornada de hoy es una importante piedra fundamental en el esfuerzo del pueblo iraquí de sustituir la tiranía por un estado de derecho". La Cancillería británica reiteró que su país es contrario a la pena de muerte, pero afirmó que "la cuestión compete enteramente al tribunal independiente iraquí". Las dos cortes encargadas de juzgar a Hussein dependen del Tribunal Especial Independiente, instituido el 10 de diciembre de 2003 por el ex administrador estadounidense de Irak Paul Bremer. Dirigentes iraquíes, entre ellos el premier Nuri al Maliki, afirmaron que la sentencia debe ser aplicada lo antes posible para cerrar una página de la historia.

Hace un mes, un grupo de expertos de Naciones Unidas dijo que "la falta de respeto a las normas internacionales durante el proceso del señor Hussein es de tal gravedad que le confiere a la privación de su libertad un carácter arbitrario". Este grupo de trabajo de ONU pidió en Ginebra al gobierno iraquí no ejecutar la condena.

Los expertos, dirigidos por la argelina Leila Zerrougui, mencionaron "la falta de independencia y de imparcialidad del tribunal", la falta de acceso a los abogados defensores y la imposibilidad para la defensa de convocar testigos.

La ejecución no sólo dejará sin finalizar el proceso por el genocidio de miles de kurdos, sino que tampoco podrá haber juicio por la represión desatada contra la población chiita del sur del país después de la Guerra del Golfo, en 1991.

Incluso Teherán quería ver a Hussein sentado en el banquillo de los acusados por los crímenes cometidos en la guerra Irán-Irak, que duró ocho años, hasta 1988, y en la que murieron un millón de personas.

A su vez, Kuwait lo quería juzgar por los crímenes que dice cometieron las tropas de Hussein durante los siete meses de ocupación del emirato, entre 1990 y 1991.