LA NUEVA TPM Y LA TAN ANTICIPADA DESACELARACIÓN DE LA ECONOMÍA CHILENA
Hace casi dos años se bajó la TPM -tasa de política moneraria del Banco Central- en 25 puntos básicos y en los últimos meses se han realizado dos bajas similares con motivo de la anunciada y reiterada, desde el 2011, desaceleración de la economía. Para tomar esta decisión se debe haber tenido la casi total seguridad que la economía seguirá con tendencia a una “esquiva y retardada” desaceleración -tan anunciada que ha negado a manifestarse- y que el IPC estará dentro de los límites propuestos en resguardo de la "no inflación" con que se mandata obligatoriamente al Banco Central.
Hemos insistido en que este tipo de decisión tiene que considerar aspectos explícitos tales como:
1.- ¿En cuánto -magnitud- debiera afectar para frenar la desaceleración los cambios en la TPM y el timing de cuándo se harán realidad?
2.- ¿Cuáles son las estimaciones de que se dé el escenario elegido que ha llevado a la baja de la TPM, y el que se da increíblemente como cierto?
3.- ¿Cuáles serían las decisiones que se podrían tomar con respecto a la mantención o alteración de la TPM -si se dieran los otros posibles escenarios anticipados? y por último,
4.- ¿Cuáles serán los efectos positivos y los negativos de la decisión en términos de costos y de traspaso de riqueza entre los sectores y los actores de la economía nacional, por ejemplo: en los emisores y tenedores de diferentes tipos de bonos, los ahorros para las futuras pensiones, los bienes raíces de diferente tipo, las compañías de seguro y otras instituciones financieras, los cambios en la tasa de cambio y sus efectos sobre importadores, exportadores y consumidores y deudores de créditos de consumo, etc?
Y... finalmente en caso de error en la decisión del Banco Central: cuáles serán las acciones correctivas y cómo se compensará a los sectores o a los actores que sean perjudicados por esta. Graves errores cometidos en el pasado en esta materia significaron la quiebra de cientos de empresas y a una vida miserable para miles de personas.
Conclusión: decisiones económicas, que tienen resultados normalmente inciertos, y que tienen impactos tan relevantes en empresas y personas deben ser evaluadas permanentemente para medir sus desviaciones con la realidad, se deben estimar los recursos involucrados en los impactos negativos y positivos, las transferencias de riqueza y establecer los balances para verificar si la mayoría de las veces los beneficiados y los perjudicados no son los mismos y sin olvidar que: la TPM es arbitraria y no es un precio de mercado.
Todos estos previsibles efectos tienen que ser considerados por las estrategias y los planes y decisiones de las empresas y de las personas y por eso es nuestra preocupación que se disponga de más información transparente por parte del Banco Central y se explicite los supuestos del escenario elegido y alternativos que se ha considerado.
Omar Villanueva Olmedo
Director OLIBAR Consultores
Lic. Ciencias Económicas Adm. (FEN)
Universidad de Chile
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