La oligarquía sigue firme.
Enviado por Ramon Vergara Gallegos
En una conversación reciente con algunos viejos amigos socialistas nos propusimos
un proyecto de escritura o más bien de información en el cuadro de la región valdiviana para relatar vivencias o experiencias comparativas recientes , pero dentro de nuestras modestas capacidades. Después de reflexionar un poco, debo confesar por mi parte, que tengo interés en intentar de hacer algo pero en continuidad. No tengo la capacidad teórica para hacer análisis acabados sobre el pensamiento socialista, en cambio puedo inspirarme de mi condición de militante en la experiencia magnífica de los mil días del gobierno popular del presidente Salvador Allende del cual tuvimos la suerte de ser actores sociales comprometidos con ese proceso revolucionario inolvidable de los años 70.
Larga trayectoria política de toda una vida fue la del presidente Allende, compromiso con su pueblo hasta su muerte hasta llegar a transformarse en la figura pública más relevante de nuestra historia política contemporánea. Tenemos que luchar para que la figura y el pensamiento de Salvador Allende no se transformen en un iceberg flotando en medio de una marea humana imaginaria. Es mas necesario que nunca de proseguir su combate social, para encausarlo por los senderos del socialismo. Las tareas son múltiples y demandan urgencia.
La realidad nacional es triste: Chile es un país que está bloqueado por una oligarquía de cuatro o cinco grupos económicos que controlan todo. Sumémosle a eso la sequía lo que desembocaría en corolario del aumento de las tarifas de la electricidad y del agua potable. Como el barril de petróleo sigue en ascenso hay que hacerse a la idea al alza de los combustibles. Todo esto lleva a la incertidumbre, a la vida cotidiana como un enigma y el mañana visto en peligro permanente. La pregunta que viene al caso es si seremos capaces de encontrar la serenidad necesaria para hacer frente a los desafíos del futuro como son simplemente amar, tener hijos, educar y de hacer proyectos personales y comunitarios.
No es dificil darse cuentr que los sectores dominantes consolidan y acrecientan su poder económico y político mientras que las fuerzas de izquierda son incapaces de llevar adelante un proyecto alternativo con profundas raíces en el movimiento popular y que se plantee como meta la construcción de una sociedad socialista, poniendo fin definitivamente a las diferencias de las clases sociales, donde todos los hombres y mujeres tengan los mismos derechos y deberes.
Nuestro partido socialista de Chile está de aniversario en este mes de abril del otoño. Nació en 1933 combatiendo junto al pueblo en las calles y fábricas contra la oligarquía terrateniente de tipo feudal de ese entonces. Se puede afirmar ahora que la sociedad capitalista ha cambiado y la miseria y la ignorancia no tienen un relieve tan marcado, hoy el sistema de explotación se manifiesta de una manera menos brutal. Los derechos sociales adquiridos con sangre y largas luchas han hecho que las condiciones de vida de la población chilena hayan mejorado sustancialmente, pero las relaciones de explotación siguen siendo las mismas, incluso mucho más sofisticadas y es por esa razón que hay que mantener un estado de alerta permanente ya que se corre el peligro de que todo pueda irse al fondo del hoyo en cualquier momento. El modelo económico de corte ultraliberal dejado en herencia por la dictadura pinochetista, administrado sin ponerse rojo ni ninguna vergüenza por la coalición de centro-izquierda llamada CONCERTACION , ha acrecentado las desigualdades sociales. No han habido grandes cambios estructurales en las relaciones de producción y los perdedores han sido los trabajadores, donde se sigue premiando el individualismo y la mezquindad, los derechos laborales y sociales en las empresas son inexistentes o no respetados. Las políticas sociales que podrían traer beneficios a los sectores más vulnerables y desposeídos de la sociedad chilena no han llegado o simplemente siguen brillando por su ausencia en educación y en salud. Ellos, los más pobres seguirán esperando desgraciadamente por mucho tiempo más que la luz brille con un poco más de nitidez y fuerza aportando calor cargado de esperanza y humanidad para que en definitiva se transforme en dignidad.
Socialistas, el camino es largo y las grandes alamedas siguen abiertas, tenemos aún un trecho largo por recorrer. De este gobierno de derechas no esperemos nada, son unos payasos y seguirán en la senda del payaseo hasta el final de su mandato. El futuro nos pertenece combatiendo a la derecha en todos los frentes pero principalmente en las calles del suelo patrio con nuestras propias banderas. Pongamos fin a los conciábulos enhebrados entre cuatro paredes que solo lucran a personas o pequeños grupos. El proyecto social y económico de avenir está en la base, alli donde están los trabajadores manuales e intelectuales.
La unidad en la búsqueda del pensamiento y de la acción socialista son necesarios. Necesitamos dirigentes politicos comprometidos con las luchas populares, responsables y coherentes en la acción.
Ramon Vergara Gallegos/ Valdivia, abril 2011
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