Chile recibe cuantiosas inversiones astronómicas
“En el ámbito científico, nuestro país está recibiendo el grueso de la inversión astronómica mundial", sostuvo el Subsecretario de Relaciones Exteriores, Embajador Fernando Schmidt.
El Embajador Schmidt agregó que Chile "en unos años concentrará más del 70 por ciento del área de los espejos telescópicos más grandes del mundo”, declaraciones hechas en el marco del lanzamiento del Programa EVALSO (Enabling Virtual Access to Latin American Southern Observatories), el pasado 4 de noviembre.
La iniciativa, pionera en nuestro país, tendrá la finalidad de conectar mediante fibra óptica el trabajo de los observatorios astronómicos de la ESO, ubicados en el norte de Chile, con Santiago y desde aquí a Europa. La transmisión de datos científicos en tiempo real y a un menor costo, será una realidad para la futura red que unirá el gran telescopio de Cerro Armazones y el de Cerro Paranal, ubicados en un espacio privilegiado, en pleno desierto de Atacama. El Subsecretario Schmidt advirtió que “esto traerá grandes desafíos, por ejemplo en el ámbito digital, donde se deberán procesar y almacenar trillones de datos que en un futuro cercano se convertirán en grandes descubrimientos que tendrán su origen en Chile”.
La instalación de la red, que tendrá un costo de 4 millones de euros, se traducirá en beneficios para el mundo académico, docente y para diversas áreas del quehacer científico, tanto nacional como extranjeras. En el proyecto participaron nueve entidades, entre ellas la Corporación Red Universitaria Nacional, REUNA.
La elección del Cerro Armazones, con una altitud de 3.060, para instalar el mayor telescopio del mundo (E-ELT) fue realizada por la ESO, en abril de este año, y significará una inversión de 1.300 millones de dólares. Se espera que el observatorio esté en operaciones el año 2018. Los tres sitios de observación que, actualmente, la ESO tiene en el mundo se encuentran en el Desierto de Atacama en Chile y son Cerro Paranal, La Silla y Chajnantor. Esta es una zona privilegiada para la auscultación del universo, ya que sus cielos de atmósferas transparentes registran un 80 por ciento de noches despejadas al año.
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