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Rescate de 33 mineros en Chile. El impacto político de una operación exitosa

Rescate de 33 mineros en Chile. El impacto político de una operación exitosa

Jueves 14 de octubre de 2010

 Juan Francisco Coloane (especial para ARGENPRESS.info)

El éxito de salvar a los 33 mineros atrapados desde el 4 de agosto, posiciona al gobierno del presidente chileno Sebastián Piñera en una encrucijada difícil.

La política es así. El éxito en determinada acción genera más expectativa, y el público en general por esa conciencia que duerme espera que el gobernante le resuelva los problemas. Ocasionalmente incrementan el análisis para ver el sistema.

Primero deberá enfrentar un criterio de evaluación bastante alto para su futura gestión. Las zonas grises de su política social y otras normas que hagan del actual modelo económico una entidad más humanizada, deberán aparecer con mayor evidencia.

Segundo, ese éxito se transforma en el desafío de los otros temas pendientes. El más importante es el pacto nacional de unidad entre gobierno y oposición para resolver los enclaves de autoritarismo político y económico que hace de Chile un país todavía fracturado socialmente y dividido políticamente.

Lo de la Mina San José debería animar a resolver el “cuello de botella” en que se encuentra el país políticamente. Con una oposición que no se rearma en torno a un programa claro y comprensible en el público, y un gobierno cuya misión no se ve nítida, excepto su probada capacidad para resolver circunstancias que no alcanzan a formar una agenda.

Más allá del rescate, la otra noticia-noticia que se desprende sin anuncio, es aquello de la misión o hacia donde se dirige el gobierno; más aún con esta capacidad demostrada en la operación. Es probable que el resplandor de la gestión exitosa y eficaz enceguezca por la sobrecargada proyección publicitaria hacia el público, y el corazón de esa misión se desdibuje.

En esta operación de rescate se observó la estrategia del “ahora o nunca y el todo o nada”, para dar una poderosa imagen de gobierno, donde los medios entraron a jugar un rol clave.

Las ventajas que generan los logros políticos con esta estrategia pueden ser efímeras. Hoy un pleno y mañana se pierde todo en esta ruleta a lo que ha llegado la política; más cerca de juego y del azar, que de la planificación racional. En esta configuración, gran responsabilidad le cabe a la industria de la información pública que ha extraviado su capacidad de análisis en la formación de las políticas públicas.

En la configuración de esta ruleta, gran responsabilidad le cabe a la industria mediática y de la información pública masiva. Esto en lo positivo y negativo. La política es lo que es, por eso que el gran Borges llamaba “información desechable producida por lo medios y la televisión en particular”, en una introducción a un libro de UNICEF hace más de tres décadas. “Como la siguiente información es más importante que la anterior, no alcanza a formar conocimiento en el público”.

Todavía, lo del rescate de la Mina San José es importante por eso del “ahora o nunca o del todo o nada”. Este tipo de apuesta, cuando hay vida de por medio, cruzada con el objetivo político se transforma en una operación de doble riesgo

Primero, el efecto de la posibilidad de un traspié en el procedimiento, con vidas en riesgo. Segundo, la enorme apuesta publicitaria con un abundante despliegue de recursos en gestión y dotación técnica.

Hasta hora todo va por la senda correcta incluyendo el emblemático viaje del presidente Evo Morales. Con toda probabilidad será un objetivo de 100%, con marcas máximas en gestión y sobretodo en seguridad pública.

Independiente del costo estimado que bordea US 1 millón de dólares diarios, lo que ha fustigado a unos cuantos es el tema publicitario. Sin embargo, esta publicidad es legítima porque muchos jefes de estado o presidentes de corporaciones, habrían utilizado la misma oportunidad de propagar su misión con el mismo ímpetu del utilizado por el gobierno chileno.

En la situación, tanto el gobierno, la oposición como el llamado pueblo-gente-nosotros, no se pueden hacer los ciegos ni los sordos.

Como dice Eduardo Alegría el editor de la revista minera Crisol que se edita en Copiapó, “En el accidente de San José somos todos cómplices. Todos sabían, mineros, dueños de minas, políticos, y medios. Todos teníamos su mascada en hacer que la mina continuara trabajando sin denunciar con más fuerza”. . .

Por lo exhibido al público, la capacidad de gestión del gobierno de derecha del presidente Sebastián Piñera y que se ha visto propagada por todo el mundo a raíz de este rescate, se vio a raudales. El tema crítico es el despliegue publicitario.

El gobierno se auto impuso una vara o medida muy alta con la cuál sus propios esfuerzos van a ser evaluados. Continuará esa búsqueda del objetivo último de la misión de este gobierno y que permanece oculto o enredado por la magia de construir una imagen de éxito.

En todo el éxito del rescate, lo esencial que precisamente provocó la tragedia –políticas públicas deshumanizadas- se desvaneció en el tráfico mediático. El gobierno perdió la oportunidad de transmitirlo o no está en sus prioridades.

Un alto ejecutivo de esta industria mediática, me afirmaba y preguntaba a la vez –jocosamente-, que la ex presidenta Michelle Bachelet, carta importante de la oposición para suceder al actual presidente, lo habría hecho mejor. No necesitaba una respuesta. El multimillonario empresario Piñera se siente cómodo gobernando y busca una reforma constitucional para ser reelegido. Con todo el éxito en la operación, en los voceros espontáneos del gobierno su fantasma favorito – Bachelet- seguía penando.

Pensé: que siga penando para ver hacia donde va el país, después del desmantelamiento del Mall de los Medios que cubrió esta operación.

Foto: Chile, mineros - El presidente Piñera recibe a Richard Villarroel. 

Autor: Alex Ibañez - Presidencia Chile

 

 

 

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