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Centros Chilenos en el Exterior

SOPLAN NUEVOS VIENTOS EN CHILE

SOPLAN NUEVOS VIENTOS EN CHILE

Crónica  Digital

En medio de la vorágine electoral y la guerra de las franjas televisivas, el país es testigo de dos triunfos estudiantiles -la Izquierda en la Fech y la Centro Izquierda en la Feuc-, que dan cuenta de que efectivamente soplan nuevos vientos para Chile.

Es una tradición en nuestro país que lo que suceda al interior de los claustros universitarios de alguna manera repercute en el quehacer sociopolítico de la nación. Así fue antes del triunfo de la revolución en libertad de Frei Montalva y de la experiencia histórica del Gobierno Popular de Allende. En ambos casos la Federación de estudiantes de las universidades de Chile y  Católica vivieron procesos políticos que estaban en plena sintonía con lo que ocurría y, esas experiencias fueron una especie de termómetro político a futuro.

Recientemente se han verificado dos contundentes triunfos del progresismo y de las ideas progresistas al interior de estas dos universidades. Hace unas semanas ganó la FECH, Julio Sarmiento, joven estudiante de medicina, militante de las juventudes comunistas en cuya lista de  Izquierda estaban, además, independientes y cristianos bajo el lema; "Construyamos Universidad para Chile". Y, la semana pasada ganó la FEUC un joven estudiante de Derecho, Joaquín Walker, que junto al movimiento Nueva Acción Universitaria se impuso con un sorprendente 54,6 % de los votos al gremialismo, cuna de la UDI, por segundo año consecutivo en esa emblemática casa de estudios.

Todo esto en medio de una apasionada campaña electoral Parlamentaria y Presidencial en que según las últimas encuestas de intención de voto, gana en primera vuelta el candidato de la derecha y empresario; Sebastián Piñera. Pero hay que escrutar bien estos signos que emergen de las dos principales universidades del país.

En primer lugar, hemos de reconocer que los jóvenes en Chile no están al margen de la contingencia política y, como siempre, sorprenden a la ciudadanía con su generosidad y posiciones que mayoritariamente nada tienen que ver con un conservantismo e integrismo que les incómoda y lo sienten distante, fuera de su status quo.

También estos dos triunfos de jóvenes que, inteligentemente, supieron construir listas unitarias y amplias en pos de intereses superiores para todos los estudiantes, consiguieron hábilmente mostrar sus proyectos de gobierno universitario en base a contenidos y propuestas que surgieron desde las bases, es decir, la Federación fue receptora de los problemas e inquietudes que afectan directa e indirectamente a todo el estudiantado.

Por lo visto, esta fórmula de ver la realidad con amplitud y pluralismo produce buenos resultados, más aún si consideramos lo que postula por ejemplo el nuevo presidente de la FEUC: "Reivindicar la política, como herramienta de transformación social. A partir de ahí, proponer un país más justo, en que la educación sea el motor de la movilidad social, que la educación sea un derecho que se haga valer y que no sólo los que puedan pagar preuniversitario puedan entrar a la universidad, ni que tengan que estar en un colegio privado para tener una educación digna". 

Buena lección le dan a la desgastada clase política chilena estos dos magníficos triunfos de los jóvenes de la FECH y la FEUC. También es gratificante que en ambos claustros no tengan mayoría ni las fuerzas que endiosan al mercado ni las posiciones integristas e intolerantes. Esta clara señal de los jóvenes que mañana regirán los destinos del país producen una esperanza grande, especialmente para aquellas personas que crónicamente se debaten entre el desempleo, la droga y la pobreza que aplasta y mata.

Es de esperar que todos los candidatos, tanto al Parlamento como a la presidencia de la República tomen nota de que una amplísima mayoría de ciudadanos no quieren más componendas ni corrupciones, ni discursos demagógicos ni represión de ningún tipo. Lo que todos esperamos de nuestros líderes es un compromiso serio y creíble de que no podemos seguir impávidos ante un modelo económico neoliberal capitalista que parece consumirlo todo, generando una especie de muerte lenta a miles de hermanas y hermanos nuestros que se debaten en medio de la miseria y la pobreza, sin futuro y sumidos en la desesperanza. Ese es el cambio que Chile espera!

Jaime Escobar M.es Subdirector de Crónica Digital.

Santiago de Chile, 16 de noviembre 2009
Crónica Digital

 

 

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