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Puede ser acusado de giro doloso de cheques

Puede ser acusado de giro doloso de cheques

La querella que complicaría la carrera al Congreso de Arturo Martínez

20 de Octubre de 2009

 La Corte Suprema rechazó la apelación que hizo la CUT para revertir un fallo por prácticas antisindicales que los obliga a pagar una millonaria indemnización. La Central aceptó pagar en cheques sucesivos pero todos salieron protestados. La siguiente es una historia que ilustra el estilo del sindicalista más poderoso de Chile.

El Mostrador

Por Felipe Saleh

En la pagina web de la Central Unitaria de Trabajadores  hay un banner que conduce al  listado de las empresas sancionadas por la Dirección del Trabajo por incurrir en prácticas antisindicales durante  el primer semestre de 2009. Paradójicamente  no hay ninguna referencia al fallo que condenó a la propia CUT a pagar una indemnización de $12.800.000 al auxiliar Mario Bascuñán Riquelme, por haber sido despedido aún cuando gozaba de fuero sindical.  Ese es un tema que en la organización prefieren no abordar. "Ese tema ya pasó", responde uno de los asesores de prensa de la Central y a pesar de los recados que dejamos con su asistente, no fue posible obtener la versión de Arturo Martínez.

"Le ganamos en todas las instancias, primero en el  Quinto Juzgado del Trabajo, después en la Corte de Apelaciones y finalmente en la Corte Suprema, que votó 3 a 0 contra el recurso de casación que ellos presentaron", cuenta Mario  Bascuñán, un hombre de apariencia modesta que ha enfrentado durante cinco años a la multisindical encabezada por el socialista Arturo Martínez, hoy candidato a diputado por el distrito 16 de Pudahuel, Quilicura, Til-Til, Lampa y Batuco

Millones sin fondos

Con el dictamen judicial, Bascuñán podía darse por satisfecho. Especialmente  después de concretar un acuerdo mediante el cual le pagarían la indemnización con cinco  cheques, extendidos desde la cuenta de la CUT en el BancoEstado. El primero, fechado para el 14 de septiembre de 2009,  por $ 8 millones y los demás de $ 1 millón, que según el trato firmado en el Quinto Juzgado del Trabajo, se pagarían los días 5 de cada mes. Los cheques estaban a nombre del abogado patrocinante Marcos López Oneto. "Pero el primer cheque salió protestado inmediatamente por falta de fondos", cuenta Bascuñán visiblemente afectado por este largo litigio que Arturo Martínez se resigna a dar por perdido.

La historia tiene más de 20 años. En  1988, en tiempos del Comando Nacional de Trabajadores, el antecedente inmediato de la actual CUT,  Mario Bascuñán llegó a ser dirigente de la Federación de Unidad Sindical, que agrupaba a varios sindicatos de base. "De esa fecha nos empezamos a conocer, yo participaba en algunos encuentros que hacía Martínez o a los que convocaban otros y aparecía él", cuenta Bascuñán. Luego, la empresa en la que trabajaba quebró y con eso se acabó el cargo que tenía como dirigente sindical. "Después me convierto en asesor del DECAL Vicuña Mackenna, una organización de asesoría laboral que recibía fondos del extranjero. Yo recibía dinero de Martínez por contactar dirigentes y sindicatos, armar encuentros e invitarlo para que les diera charlas. La idea era difundirlo. Era un trabajo de activismo político-sindical, a él le interesaba ganar las elecciones de la CUT", explica Bascuñán.

Ex amigos

Durante un año Bascuñán dice que se transformó en uno de los "hombres de confianza" de Martínez, quien ya detentaba el cargo de presidente de la multisindical a principios de esta década. "Yo atendía a los sindicatos que llegaban a conversar con él, las negociaciones colectivas también las atendía yo. Y le depositaba cheques. En ChileDeportes yo fui a retirar en tres oportunidades cheques dirigidos a Arturo Martínez y se los pasaba a depositar a su cuenta en el Banco del Desarrollo. Nunca supe para qué finalidad pero venían a su nombre, en una oportunidad hubo uno de cinco millones de pesos", revela Bascuñán.

Quienes conocen a Martínez saben que es un tipo muy desconfiado y que cobra caro las deslealtades. El conflicto con Mario Bascuñán es prueba de ello. En 2000 se abre un frente de conflicto interno por los bienes confiscados a la CUT en la dictadura, avaluados en US$ 2,6 millones. Desde ese año se agudiza una división en la Central que termina en 2003 con una escisión en la multisindical encabezada por Diego Olivares, que se va de la CUT para formar la Unión Nacional de Trabajadores (UNT). El error de Mario Bascuñán fue seguir manteniendo buenas relaciones con ese grupo. "Eso era un agravio para él, en un momento Martínez me llama y me prohíbe conversar con esta gente, pero yo le dije que ni sus enemigos ni sus amigos tenían que ser también los míos", cuenta Bascuñán, que ya había sido "defenestrado" por el presidente de la CUT, quién lo envió a trabajar al subterráneo a cargo de la administración del edificio. En los tribunales Arturo Martínez reconoce que la relación entre ellos se quebró por culpa del conflicto interno en la central: "Desde agosto de 2003 se produce un pequeño quiebre al interior de la  CUT. Siete dirigentes deciden irse y formar una nueva CUT. Mario Bascuñán tiene un lazo de amistad con alguno de ellos (...) Mario Bascuñán coincide con ellos atacando a la CUT por falta de recursos y malos manejos", declara Martínez en una causa por injurias. 

En 2004 Bascuñán se convierte en presidente del sindicato de los funcionarios de la CUT y paralelamente Arturo Martínez lo envía a que trabaje como recepcionista del edificio. Pero en septiembre de 2004 Bascuñán se encuentra con otra persona en su puesto.  Y denuncia a su empleador -la organización que agrupa y defiende a los trabajadores- por prácticas antisindicales. Salvo por este último detalle, la denuncia pudo haberse tramitado como cualquier otra. Pero el caso  derivó  en la mencionada querella por injurias, de Bascuñán contra Martínez.

Según un careo en el contexto de esta acción judicial, fechado en abril de 2006, dos años antes, el 9 de  noviembre de 2004, el fiscalizador de la Inspección Provincial  del Trabajo Fernando Baeriswyl llegó a las oficinas de la CUT para notificarlos de la multa por infringir el artículo 12 del Código del Trabajo, que impide cambiar de puesto a un dirigente sindical.  "Pedí hablar con el encargado y me hicieron pasar a una especie de garage y conversé con un señor que me dijo que él no tenía facultades para resolver y que sólo las tenía el señor Martínez", declaró el fiscalizador en el 8º Juzgado del Crimen de Santiago, durante el careo con Arturo Martínez.

El "rosario" de Arturo

Según el fiscalizador, esta fue la razón para ir hasta la oficina de Martínez para hablar con él. El presidente de la CUT declara que le informó al fiscalizador que no existía un sindicato vigente de la Central, por tanto la multa no correspondía. Aunque un certificado de la Inspección del Trabajo acredita que la directiva encabezada por Bascuñán estaba vigente desde junio de 2004.

Como sea, la querella por injurias  nace de la versión que sitúa a Bascuñán irrumpiendo en la oficina de Martínez mientras éste conversaba con el fiscalizador. "Le dije que con los años de experiencia que tenía en el mundo sindical, él sabía perfectamente que estaba  infringiendo la ley", dice Bascuñán.

Según declara el funcionario de la Inspección del Trabajo ambos se agredieron verbalmente pero Martínez fue el más alterado e insultó a Bascuñán desplegando un repertorio de groserías, En el careo, Fernando Baeriswyl reproduce los improperios: "Que estai haciendo aquí vo' conchetumadre....ya estai hueveando de nuevo flojo de mierda, hasta cuando güeveai muerto de hambre, te voy a sacar la conchetumadre donde te pille. Así trabajai la plata vo' gueón conchetumadre mal agradecido, maricón infeliz', de ahí llamó a una persona y junto a él procedieron a sacar de la oficina a empujones al señor Bascuñán. No es efectivo lo que señala el señor Martínez que yo me presenté  ante él con el fin de notificarlo de una multa, lo que pasó fue que debido a la negativa de él de reponer en sus labores al señor Bascuñán, se configuró la infracción respectiva y se procedió a escriturar la multa en ese acto".

Arturo Martínez dio su versión. Reconoció que la irrupción de Bascuñán "lo alteró", pero  declaró lo siguiente: "Es falso que el señor Bascuñán fuera sacado a empujones, yo le abrí para que él saliera. En relación a todos los garabatos que señala que yo dije, no es efectivo, yo no uso ese lenguaje, lo único que reconozco es que yo le dije que era un malagradecido y que era un huevón".

Despedido desde Ginebra

La multa en todo caso quedó sin efecto, según Baeriswyl "por orden del director de la época, no siguiendo los cursos legales de toda administración", hecho que Arturo Martínez niega. El presidente de la CUT fue sobreseído en esta querella por injurias y Bascuñán por orden de la Inspección del Trabajo reintegrado a su puesto después de la fiscalización que rodeó estos hechos.

Pero un nuevo capítulo de esta historia se abriría a mediados de 2006 cuando Bascuñán  fue despedido por otras personas en representación de Martínez, quien estaba en Ginebra en una asamblea de la OIT. Aunque, según acredita el certificado numero 1285 de la Inspección del Trabajo, fechado el 1 de junio de 2006, Bascuñán tenía fuero sindical por 4 años en su calidad de presidente de la Federación Nacional de Sindicatos de Aseo, Servicios, Rellenos Sanitarios y Afines de Chile.

Con estos antecedentes el caso fue tomado por el abogado Marcos López Oneto y los fallos judiciales favorecieron en todas las instancias al trabajador. Pero los cheques para pagar el convenio pactado fueron protestados por falta de fondos.  Desde ahora la defensa de Bascuñán prepara una gestión civil en la que se notificará el protesto de los documentos a la CUT. Y si en los tres días que siguen estos no son cancelados, vendrá una querella por giro doloso de cheques contra Arturo Martínez, lo que según la ley le impediría concretar sus intenciones de llegar al Congreso.

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