Mariano Puga nos ilumina para construir una sociedad más justa
Martes, 06 de octubre de 2009
Presidenta Bachelet:
Durante la ceremonia en que el sacerdote Mariano Puga recibió la condecoración Alberto Hurtado "Héroe de la Paz 2009", la Jefa de Estado destacó su comprometida labor en los sectores populares, "luchando contra la injusticia y ayudando a encontrar un camino de dignidad para los humillados y para los ofendidos".
Subrayó además, el rol que jugó el padre Puga en la defensa de los derechos humanos durante la dictadura y agregó que "si el pueblo chileno pudo abrirse hacia la democracia, fue justamente por el aporte de muchos hombres y mujeres que lucharon en diversas formas por terminar ese período oscuro".
La Presidenta de la República, Michelle Bachelet, encabezó la entrega de la condecoración Alberto Hurtado "Héroe de la Paz", distinción que este año recayó en el sacerdote Mariano Puga, por su significativo aporte evangelizador y su compromiso con los más desposeídos. "Este premio no puede estar en mejores manos, porque Mariano Puga es un verdadero Héroe de la Paz, porque su magisterio de hermandad y de solidaridad nos ilumina para construir una sociedad más justa, más humana, más solidaria, para seguir construyendo en esa patria, en esa sociedad en que nosotros queremos vivir", destacó.
Asimismo, recalcó que "la vida de Mariano Puga se podría sintetizar muy bien con una palabra: consecuencia. Consecuencia para servir a su Iglesia y también consecuencia para servir a los más pobres; consecuencia para defender los derechos humanos, la paz y la libertad".
En la oportunidad, recordó que el padre Puga dejó todas las comodidades que podía brindarle su familia para vivir entre los pobres. En 1972 decidió dejar de recibir aportes de la Iglesia o de su familia y se mantuvo con sus ingresos como trabajador, oficiando largos años como pintor. "Desde muy joven abandonó lo que pudo haber sido una cómoda vida profesional y se sumergió en el trabajo con los más necesitados en las poblaciones, como orgullosamente él decía, y hoy día nos recordó, como verdadero cura obrero", dijo.
De esta forma, la Mandataria valoró que "compartió y sigue compartiendo su vida con la vida de los pobres. Se vinculó a los sindicatos y a otras organizaciones sociales para mejorar la vida, aunque fuera parcialmente. Vibró con las esperanzas de justicia y con las conquistas conseguidas por los trabajadores a costa de muchos sacrificios. Y estuvo, y sigue estando, siempre al lado del pueblo".
También subrayó el aporte de Mariano Puga en la defensa de los derechos humanos durante la dictadura. "Cuando vino la época oscura de nuestra patria, Mariano Puga fue un luchador de la dignidad y de la esperanza", manifestó.
Al respecto, agregó que "si el pueblo chileno pudo abrirse hacia la democracia, fue justamente por el aporte de muchos hombres y mujeres que lucharon en diversas formas por terminar ese período oscuro. Entre ellos se encuentra este hombre, que batalló tan decididamente por la dignidad humana".
Además, destacó que una vez recuperada la democracia, el sacerdote "se mantuvo trabajando en La Legua, junto a su gente, al lado de los más vulnerables, junto a su población querida, tantas veces estigmatizada".
De esta forma, relevó la labor social desarrollada por Puga en diversos sectores populares y que actualmente lo ha llevado a desarrollar su labor en Chiloé. "A reivindicar a los más pobres entre los pobres fue a lo que se consagró el padre Mariano, siguiendo, sin duda, el ejemplo de San Alberto Hurtado. Entendió que el mejor modo de ejercer el sacerdocio era justamente luchando contra la injusticia y ayudando a encontrar un camino de dignidad para los humillados y para los ofendidos", planteó la Mandataria.
La Jefa de Estado hizo entrega de este reconocimiento en una ceremonia realizada en el Salón de Honor del ex Congreso Nacional, junto al provincial de la Compañía de Jesús, padre Eugenio Valenzuela, y al rector de la Universidad Alberto Hurtado, padre Fernando Montes.
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