Chile en Gaza now
Miércoles 31 de diciembre de 2008
Por Montserrat Nicolás, analista (curvaspoliticas.blogspot.com)
PERSPECTIVA INTERNACIONAL
El ataque israelí a la pequeña Franja de Gaza sigue sospechosamente el camino trazado por el Gobierno Bush y su justificación de la invasión de Irak. Para no repetir la historia, Chile no puede quedarse en la simple retórica y debe actuar acorde a los principios de la solidaridad internacional con medidas concretas y así convertirse en el país escudo para la paz en Medio Oriente. Pondríamos a trabajar la inversión anual de los cerca de 3 mil 650 millones de dólares depositados en las FFAA.
Aún no terminan de contarse los muertos. Todos daño colateral de la política interna de Israel y su desconfianza por el nuevo Gobierno de Obama. Se suponía que las elecciones para el Knesset (Parlamento) se celebrarían en 2010, pero se adelantaron para el 10 de febrero. La hoy ministra de Relaciones Exteriores, Tzipi Livni, pelea por el poder y no logra subir en las encuestas ante Bejamín Netanyahu, del opositor Likud. A esto se suma la lucha interna en Palestina: separada en dos, Hamas ganó las parlamentarias en 2006 y el año pasado le quitó el control de Gaza a Mahmoud Abbas. Desde entonces, la ribera occidental y Gaza han sido gobernados por facciones antagónicas. Ante el asunto y tras cuatro horas de reunión, el Consejo de Seguridad de la ONU emitió un escuálido informe que pedía "el término inmediato de la violencia". Nada se dijo sobre la ley internacional abiertamente violada por 100 toneladas de bombas disparadas en menos de cinco minutos sobre Gaza.
Según recuentos oficiales en Israel, el ataque comenzó a planificarse cuando el ministro de Defensa, Ehud Barak, lo ordenó hace más de seis meses, mientras Israel negociaba un cese del fuego con Hamas. Durante todo el tiempo que duró la pausa, Israel se preparaba para su plan B. No solo recabó datos de las actividades de Hamas y otras organizaciones, también implementó la estrategia de la desinformación. El miércoles 24 se anunció que el gabinete de Olmert se juntaría para analizar la Jihad global, pero en realidad los ministros fueron informados del inminente ataque. Los ministros votaron en forma unánime por iniciar el ataque y dejaron a Olmert, Livni y Barak que decidieran el momento exacto. Mientras, Israel expresaba su intención de abrir los pasos fronterizos a Gaza, hace más de un año bloqueados. También, y ante los ataques de cohetes por parte de Hamas al sur de Israel, Olmert amenazaba con una respuesta militar que sería estudiada el domingo por el Gobierno. Resultó ser un día después del ataque.
Ahora, Livni ha instruido a todos los funcionarios de su ministerio terminar sus vacaciones para montar una contraofensiva mediática. El esfuerzo se concentra en los medios locales para explicar la autodefensa. Se abrió un centro de comunicación internacional y se organizarán viajes a Gaza para la prensa extranjera y diplomáticos residentes. Israel también busca reclutar a quienes hablan árabe, italiano, español y alemán para su centro de comunicaciones. Desde luego, las encuestas en Israel dependen del nivel de respuesta que emitirá Hamas y se especula que si aumentan los lanzacohetes al sur de Israel se beneficia el actual Gobierno y por ende la candidata Livni.
Chile está en una posición envidiable de ofrecer ayuda inmediatamente. Ya mandó por una semana a un emisario, José Antonio Viera-Gallo, a Israel y Palestina para entregar sus buenos oficios, demostrando que Chile goza de confianza. Y gracias a la simpatía internacional que genera la Presidenta Bachelet nuestro país tiene una oportunidad para hacerse valer y mostrar una solidaridad concreta, más allá de la región americana. Chile debe poner ayuda (medicina, construcción liviana, comida, combustibles) y personal militar a disposición de Gaza y tener listo un avión para despegar lo antes posible.
No puede esperar que actúe la comunidad internacional, ya que la mayoría de los países está en espera de las movidas de EEUU. Y de ninguna forma un apoyo humanitario puede ser reprochado ni por Israel ni por EEUU. Sería el modo más práctico y positivo de utilizar los enormes recursos de las FFAA y además exhibe el concepto de seguridad por el que aboga la Presidenta. No hay duda de que un contingente chileno en Gaza se convertiría en un escudo político para prevenir más ataques y fomentar el diálogo entre las partes. Sería un paso decisivo para la imagen del país y para las relaciones exteriores del Gobierno Bachelet. Un regalo a la humanidad.
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