Los éxitos de la Revolución
Por Fernando Ravsberg
08 December 2008
El corresponsal de BBC Mundo en Cuba destaca los principales temas que le han salido bien a la Revolución cubana.
Los éxitos de la Revolución pueden encontrarse en el terreno social donde la isla supera al resto de los países del continente, incluso a los más grandes y ricos.
Muchos coinciden en que el mayor logro es haber desarrollado una poderosa red nacional de asistencia social, algo que ha servido de muro de contención para impedir que el 20% más pobre de la sociedad caiga en la miseria y la extrema pobreza.
El Estado se hace cargo de esas familias, entregándoles dinero extra, módulos de alimentos, ropa y también muebles. En los casos en que haya personas impedidas física o mentalmente se llega incluso a pagar un salario para que reciba los cuidados necesarios.
Desde el inicio mismo de la Revolución se tomaron medidas en beneficio de los más pobres. La reforma agraria dio trabajo al 100% de los campesinos. Unos recibieron tierras, otros se integraron en cooperativas y muchos se convirtieron en obreros de granjas estatales.
Sin niños de la calle
En las ciudades se prohibió el desalojo, se decretó una reducción de los alquileres y finalmente se realizó una reforma urbana que convirtió en propietarios de sus casas al 85% de los cubanos, una realidad que se mantiene hasta hoy.
En el país ni siquiera existen "niños de la calle". Los huérfanos, hijos de enfermos mentales o de personas presas, viven en instituciones que les garantizan casa, comida, atención médica y educación, incluyendo estudios superiores.
Pero tampoco son una excepción porque el 100% de los niños y adolescentes van a la escuela, que es efectivamente obligatoria hasta noveno grado, y sigue sin costar ni un centavo hasta el nivel universitario, donde son gratuitos hasta los libros de texto.
En Cuba la ley obliga a los padres a enviar a sus hijos a la escuela. Se considera un derecho del niño que en caso de ser violado puede implicar la pérdida de la custodia del menor y medidas judiciales contra las personas que lo tienen a su cargo.
Y ningún niño queda exento. 60.000 pequeños con limitaciones físicas o psíquicas asisten a escuelas especiales en las que reciben clases ordinarias, fisioterapia y atención psicológica, una combinación que les permite desarrollar al máximo sus habilidades y posibilidades.
Carro, casa y beca
En estas escuelas se unen dos de los mayores éxitos de la Revolución cubana: la educación y la salud pública. Esta última ha desarrollado un gigantesco sistema nacional que da cobertura a todos los ciudadanos sin excepción de ningún tipo.
El sistema tiene cuatro niveles: el médico de la familia, que vive a pocas cuadras de la casa; el policlínico del barrio; el hospital del la zona; y los institutos especializados. Todo es gratuito, con excepción de los medicamentos que están subvencionados.
Nada queda fuera de la salud pública cubana. Desde el más sencillo dolor de cabeza hasta el tratamiento de enfermedades asociadas al VIH/SIDA, pasando por trasplantes de órganos, atención odontológica e incluso cirugía estética.
El resultado puede verse al comparar las estadísticas de Naciones Unidas sobre esperanza de vida. Cuba ocupa el tercer lugar en todo el continente con una esperanza de vida de 76 años para los hombres y 80 para las mujeres.
En cuanto a la mortalidad infantil, la cifra de la ONU es de 5 muertes por cada 1.000 nacidos vivos, un logro que sitúa a Cuba por encima del resto del continente, sólo comparable a Canadá.
Región
¿Después de la tormenta?
De la misma forma que nadie muere en Cuba por enfermedades curables, muy pocos mueren por el efecto de los ciclones que atraviesan el país cada año. La Defensa Civil, creada por la Revolución, es capaz de evacuar a millones de ciudadanos a lugares seguros.
Este año ha sido ilustrativo, cuando tres poderosos ciclones atravesaron la isla provocando daños en medio millón de viviendas, destruyendo la mayor parte de las cosechas y derribando cientos de torres del sistema eléctrico. Sin embargo, sólo se produjeron 7 muertes.
Antes de 1959, e incluso en los primeros años de Revolución, los muertos se contaban por cientos y por miles cada vez que un fenómeno atmosférico de este tipo penetraba en el país. Eso, sin contar las enormes pérdidas económicas que producía.
Ahora la Defensa Civil "toma el control" en los territorios por donde se prevé que pasará el huracán. Días antes evacúan a las personas, protegen a los animales y trasladan los alimentos, evitando muertes y salvando así todo lo que es posible salvar.
Y también son escasas las víctimas producto de la violencia social. Además, la inseguridad ciudadana que se vive en la isla es ínfima. Comparada incluso con los países más seguros de la región, Cuba es sin lugar a dudas uno de las sociedades más pacíficas del continente.
Es un hecho extraño que se produzca un asalto a mano armada, los robos con pistolas o armas blancas casi no existen. Los delitos más comunes son el arrebato de una cadena, un reloj o el bolso, que por lo general se realizan al descuido y sin amenazas.
Sin lugar a dudas, esta paz ciudadana tiene que ver con la presencia constante de la policía en las calles, pero muchos argumentan también que para evitar la violencia, contribuye de forma determinante el nivel de educación, el acceso a la salud y el control de la pobreza.
Pero la Revolución también tiene sus deudas.
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