Saldremos a la calle a cantar de Arica a Punta Arenas
La Nación / Viernes 10 de octubre de 2008 / Por Ricardo Ahumada
Obispo Emiliano Soto celebra aprobación de feriado para iglesias evangélicas y protestantes
Luego de aprobarse ayer en la Cámara de Diputados, la Presidenta Bachelet promulgará hoy la nueva ley convirtiendo el próximo viernes 31 de octubre en el primer festivo evangélico.
"Estamos muy emocionados, porque estamos logrando un hito histórico para el mundo evangélico. Esto es algo inédito: por primera vez en Latinoamérica está sucediendo algo así. Ésta es una clara demostración de que hay una iglesia evangélica que está creciendo cada vez más en este país y que va a hacer notar su influencia". Las palabras del obispo Emiliano Soto, presidente de la mesa ampliada de la Iglesia Evangélica de Chile son elocuentes. Su alegría se palpa en sus dichos a minutos de enterarse de que la Cámara de Diputados aprobó por unanimidad la ley que convierte el 31 de octubre en el Día de las Iglesias Evangélicas y Protestantes en Chile.
Más aún cuando le comunican que el documento -que instaura un nuevo fin de semana largo en el calendario- será promulgado hoy por la Presidenta Bachelet. "Para nosotros este día significa que marcamos presencia como iglesia evangélica en un país que históricamente ha sido de cultura católica", explica el pastor.
Por eso, asegura, la celebración será a lo largo de todo Chile y al estilo de su comunidad. "Saldremos a la calle a cantar de Arica a Punta Arenas y demostraremos la alegría y alabanza que nos caracteriza".
No es todo: el mismo feriado serán homenajeados en el Congreso varios "hermanos" y culminará la celebración con un acto masivo en la Plaza de la Constitución, a partir de las seis de la tarde. "Queremos destacar algunos íconos evangélicos que nos parecen relevantes como Martín Lutero o Juan Calvino que han sido hombres símbolos que señalaron un camino para la iglesia haca ya 500 años. En Chile tenemos a Juan Canut de Bon y Diego Thompson, gente que fue pionera en la iglesia evangélica en el mundo y que llegó a nuestro país" dice.
Ante las críticas de diversos empresarios e incluso del ministro de Trabajo, por sumar al calendario una nueva fecha en rojo, el obispo Soto fue tajante. "Creo que la mirada de los economistas no cabe en esta ocasión. Hay que resaltar el fortalecimiento de la moral, el desarrollo espiritual del ser humano más que mezquinos dólares".
De paso aprovechó de recordar el trabajo voluntario que hacen miles de evangélicos en rehabilitación y reinserción social. "Somos defensores del trabajo. Los horarios, la puntualidad son parte de los valores que se le inculcan a un evangélico. Pero eso no significa que no tengamos el derecho de celebrar, de poder manifestar nuestra creencia de una forma notoria. Incluso, si sacamos cuentas, sería mucho más la cantidad de millones de dólares que aportamos todos los días del año al país que lo que deje de hacerse un día".
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