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Centros Chilenos en el Exterior

UN MONTAJE AL ESTILO MAMO CONTRERAS

Editorial El Siglo, edición 1418

Sebastian Piñera, junto a los senadores Espina y Allamand, estuvieron más de 10 horas reunidos con Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos, en el mes de julio, en una visita que hicieron a Colombia. En esa oportunidad estos señores recibieron los antecedentes de una supuesta vinculación entre las FARC y chilenos y mapuches que se desprenderían de los supuestos datos encontrados en un computador de Raúl Reyes, el comandante de las FARC abatido en un ataque a un campamento de las fuerzas guerrilleras establecido en Ecuador, ataque que se constituyó en una abierta violación a la soberanía de ese país.

Siguiendo el espíritu del Plan Colombia que manejan los servicios de inteligencia norteamericanos, Uribe les recomendó a los tres RN reventar a los que hubieran tenido algún  gesto de solidaridad con el pueblo colombiano o hubieran manifestado críticas a su gobierno y a todo aquel que se les ocurriera, total un computador da para todo, son infinitas las mentiras que se pueden montar sobre la base de supuestas informaciones encontradas en  él.

Espina volvió con la idea de hacer política en Chile a semejanza de la que impone el Plan Colombia, además de hacerse cargo y dar a conocer datos de inteligencia para servir a intereses foráneos.

El campamento arrasado a mansalva, había sido visitado por algunos latinoamericanos que solidarizaban con el intercambio humanitario de prisioneros y que apoyan una salida política a la situación de beligerancia que existe en Colombia. Al menos dos chilenos reconocieron su visita al campamento que estaba destinado precisamente a ser el enlace en las tratativas internacionales, para la liberación de prisioneros.

Los antecedentes que trajeron Espina y Piñera, fueron paralelamente entregados por vías oficiales a los servicios de inteligencia chilenos (ANI), que inició una investigación y de hecho tuvieron seguimiento o vigilancia Carlos Casanueva, Hugo Guzmán y Manuel Olate. Es preocupante que los aparatos de inteligencia de Uribe se paseen y actúen como Pedro por su casa en nuestro país.

Existen algunas diferencias entre el informe que recibió la ANI y el que entregó urbi et orbe el señor Espina quien decidió junto a Piñera, agregar a estos informes los nombres de los máximos dirigentes del Partido Comunista para entregarlos al diario La Tercera que muy orondo le da patente de legitimidad a su "denuncia", con una falta de ética periodística que sólo se compara con la observada por El Mercurio y otros medios de comunicación  cuando justificaban los crímenes o los camuflaban con noticias falsas bajo la dictadura. Es la misma línea de acción que siguió la derecha cuando apoyó a Pinochet y seguramente su larga entrevista con Uribe les refrescó la memoria o los envalentonó y creen que pueden volver a sus andadas dictatoriales como si nada hubiera pasado en Chile.

En realidad, lo que preocupa a la derecha es que el acuerdo por omisión tenga proyecciones a futuro, de tal magnitud, que debiliten las posibilidades electorales de Sebastián Piñera, es por ello que el senador Espina y el propio Piñera, no han trepidado en recibir estos "informes" de los servicios de inteligencia del gobierno colombiano, pasando por encima de la legalidad chilena, a fin de neutralizar, con una campaña anticomunista, las perspectivas que se abren para avanzar en la democratización del país. Es muy grave que un Senador y un candidato a la Presidencia de la República de Chile se hagan cargo de un montaje que lleva adelante el gobierno de Colombia, que persiste en la represión a dirigentes sociales y políticos, que está sometido a juicio junto a unos cuatrocientos personeros de su entorno, entre parlamentarios, ministros, el mismo presidente Uribe, por sus relaciones estrechas con los paramilitares y el narcotráfico, a tal punto desprestigiado que renunció a la posibilidad de su reelección. La mayoría de la sociedad colombiana está por la salida política a la situación de ese país, Uribe se opone a ello y en estos días intensifica la represión contra dirigentes políticos y sociales de la oposición democrática. Es la receta represiva de este personaje la que Espina y Piñera pretenden traer a Chile.

No nos vamos a amedrentar. La batalla contra la exclusión está en sus inicios, más y más voluntades se suman a esta necesidad histórica que contribuirá a la democratización del país, a romper los candados de este verdadero cepo de exclusión y discriminación de gran parte de nuestra sociedad en que nos mantienen los Piñera, los Espinas y otros de sus asociados, de dudosa catadura por sus innumerables promesas incumplidas y por sus embustes consuetudinarios.

Guillermo Teillier

Presidente del

Partido Comunista de Chile

Santiago de Chile, 10 de septiembre 2008

 

 

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