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Centros Chilenos en el Exterior

Ballenas seguirán amenazadas pese a creación de santuario

Ballenas seguirán amenazadas pese a creación de santuario

La Nación

Lunes 9 de junio de 2008   

Por Carlos González Isla    

Rodrigo Hucke, del Centro Ballena Azul, pide un área costera protegida

En junio el mar chileno tendrá categoría de santuario ballenero, lo que impedirá la caza de cetáceos. Una medida insuficiente para este científico -descubridor de una colonia de ballenas azules en 2003- quien advierte que la captura no es la verdadera amenaza, sino las malas prácticas ambientales de las salmoneras y otras áreas productivas.

Rodrigo Hucke-Gaete, biólogo marino y director del Centro Ballena Azul (CBA), no ha tenido tiempo de disfrutar el Golden Whitley Awards 2008, el mayor premio que se entrega en Inglaterra a iniciativas de conservación de alcance mundial. La princesa Ana se lo entregó el pasado 21 de mayo en Londres por el proyecto "La ballena azul, los gigantes de la conservación marina", pero apenas regresó a Chile se puso de cabeza a afinar los papers que presentaría el martes pasado en el comité científico de la Comisión Ballenera Internacional (CBI), cuya 60º reunión se realizará en Santiago entre el 23 y 27 de junio.

Por estos días en la sede del encuentro, el hotel Sheraton, se realizan las reuniones preparatorias y en sus pasillos circulan decenas de investigadores de todas las nacionalidades. Chile estará presente a través de una delegación científica de 14 personas, liderada por el biólogo Anelio Aguayo, uno de los mayores expertos en cetáceos que tiene el país.

Para Hucke, un santuario ballenero no es suficiente. Aboga por un área marina costera protegida de múltiples usos (AMCP-MU). "El anuncio de la Presidenta para que Chile sea una zona libre de caza de ballenas es un paso importante, pero no soluciona ninguno de los problemas inmediatos que hay y que son relativos a la calidad de las aguas del borde costero. Ése es el siguiente paso, reconocer que las cosas no están tan bien como pensamos y modificar las malas prácticas con el medio ambiente", explicó Hucke.

Para el biólogo, una forma clara de poder solucionar estos problemas es generando áreas marinas costeras protegidas de múltiples usos que permitan armonizar las actividades humanas con los requerimientos que tiene el sistema. "El Gobierno está consciente de esto y está financiando el desarrollo de la línea base para la zona que está a cargo de la Universidad Austral. Una vez que toda la información llegue a Conama, tengo la esperanza que se tomen acciones inmediatas en torno a implementar las acciones de conservación asociadas con el plan que se proponga y eso, por cierto, en acuerdo con las comunidades que viven en esas zonas, porque ellos saben mejor que muchos científicos cómo funciona el sistema".

A fines de 2009 ya se tendría la línea base biológica, socioeconómica y turística de la zona, así como las propuestas de conservación. "Lo más probable que incluya recomendaciones, entre las cuales las AMCP son un herramientas muy importante".

Salmoneras

Los desvelos de Hucke apuntan específicamente a la industria salmonera. "Nos preocupa el traslado de esta industria hacía el sur, porque no sabemos cuál va a ser el impacto en el ecosistema. Nos inquieta el uso de antibióticos; el aporte de nutrientes que hace la industria al agua por la comida; los niveles de nitrógeno-fósforo que aumentan con las fecas. Esperamos que se puedan hacer estudios de capacidad de carga en Aysén (cuánta actividad humana -tráfico marítimo, industria pesquera etc.- puede resistir un ecosistema), porque no sólo existen problemas con la salmoneras", dijo, agregando que desde que se están estudiando a los cetáceos en la zona se ha evidenciado basura, la mayor parte de la acuicultura. "Basura plástica, cuerdas, bolsas de alimentos de salmón y otros desechos que correspondían a comunidades costeras. Es muy común encontrar desperdicios de las salmoneras ( ) La industria se va a seguir redistribuyendo, pero no puede ser que después de 20 años de desarrollo no aprendamos de los errores y no hagamos las cosas bien, en una nueva etapa", acusa. LN

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Especies con acento propio

Los papers que presentó Hucke en el comité científico de la convención ballenera estaban relacionados con las investigaciones que cada verano realizan en el golfo del Corcovado. Esta temporada, junto a otros científicos, estudiaron el sonido de las ballenas -algo que no se hacía en el país desde 1966, cuando un equipo de norteamericanos lo hizo en la isla Guafo- y pudieron determinar que los ejemplares que circulan ahí tienen una vocalización distinta a ballenas de otras latitudes. Metafóricamente hablando es como si hablaran en español, pero con una tonalidad distinta, algo similar a lo que pasa entre chilenos, argentinos o peruanos.

“Pensamos que nos íbamos a encontrar con la típica vocalización, pero eso no fue así y lo hace más entretenido. Es diferente a otras en el mundo y se caracteriza por impulsos de baja frecuencia y uno de más alta frecuencia muy cortito”, dijo Hucke.

Lo anterior permitirá estudiar mejor la distribución y movimientos de la especie. Además, pudieron delimitar con mayor precisión las áreas de alimentación y constatar que ya no sólo la ballena azul va a comer a Corcovado, sino que también lo hacen otras dos especies con sus crías: la ballena jorobada y la sei (en particular esta última) por lo que el científico advierte que la responsabilidad desde el punto de conservación “aumenta al triple”.

 

 

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