Ex obispo izquierdista Fernando Lugo presidente electo de Paraguay
El ex obispo izquierdista Fernando Lugo ganó este domingo la elección presidencial paraguaya y puso fin a 61 años de hegemonía del conservador Partido Colorado, desencadenando un festejo en el que pidió que "no lo dejen solo" porque la democracia "se hace entre todos".
"Les pedimos que nunca nos dejen solos, la democracia la haremos juntos", instó Lugo a la multitud congregada en el centro de Asunción, apenas después de anunciada su victoria por el Tribunal Electoral. "Que este pueblo sea conocido de ahora en más por su honestidad y no por su corrupción", agregó.
Lugo ganó la elección paraguaya con 40,8% de los votos, la oficialista Blanca Ovelar obtuvo 30,8% y el general retirado Lino Oviedo 22,0%, dijo el vicepresidente del ente comicial, Juan Manuel Morales, con 92% de las mesas electorales escrutadas.
Las explosiones de fuegos artificiales y las bocinas de autos, que atronaban en Asunción desde que los primeros sondeos a boca de urna comenzaron a anticipar la victoria a Lugo, se redoblaron bajo una luna llena.
Mientras, el presidente saliente Nicanor Duarte prometió colaborar con el ex obispo en el traspaso de poder. "A partir de este momento voy a colaborar para que el traspaso de poder se realice en un marco pacífico, de entendimiento y con espíritu de construcción", dijo
"Hoy tuvimos un revés electoral", pero "quiero resaltar que por primera vez en la historia política de Paraguay se producirá un traspaso de un partido a otro sin derramamiento de sangre, sin golpe de estado, sin violencia", subrayó.
"Gracias por acompañarnos desde el inicio de esta experiencia de la gente pequeña, de esta experiencia humilde, modesta", había dicho minutos antes Lugo, de la Alianza Patriótica por el Cambio (APC).
Cuando Lugo asuma el 15 de agosto, la totalidad de países en la órbita del Mercado Común del Sur (Mercosur) pasarán a tener gobiernos de izquierda: Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, más los países asociados, Chile y Bolivia, así como Venezuela, en proceso de ingreso.
Desde temprano casi 3 millones de paraguayos colmaron los centros de votación, pese a las dificultades de movilización ya que las lluvias de los días previos afectaron a los caminos vecinales no asfaltados.
A pie, montados en maquinaria agrícola, en carros tirados por caballos, motos o bicicletas, la población de zonas suburbanas y rurales se trasladó hasta los centros de voto.
Lugo había sido el primer candidato en votar, en una mesa electoral en la escuela Talavera Ritcher, en las afueras de Asunción, apenas 11 minutos después de la apertura de los comicios.
El izquierdista -que llegó caminando desde su casa acompañado por la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo de Argentina, Hebe de Bonafini- emitió su voto y presentó a la prensa su dedo índice manchado con tinta indeleble, prueba de haber votado.
Inmediatamente después de votar fue a misa a una iglesia cercana. El ex obispo -que colgó los hábitos en diciembre de 2006 para ser candidato- participó de la misa y comulgó como uno más de los 300 feligreses presentes en el templo.
El ex presidente colombiano Andrés Pastrana, que encabeza la misión de observación internacional IFES, afirmó poco antes del cierre de las mesas que hubo "una gran fiesta democrática".
Sin embargo, la organización Transparencia Internacional denunció haber comprobado compra de votos, reparto de dinero en locales de votación, y la presencia de representantes del Partido Colorado en "situación intimidatoria".
"Se comprobó la compra de cédulas y reparto de dinero en los mismos locales de votación", denunció Pilar Callizo, observadora de Transparencia Internacional, en el canal 4 local.
Carlos Pistilli, un votante de Lugo que participaba en los festejos, fue muy contundente: "Con la caída del Partido Colorado van a quedar sepultado los elefantes y dinosaurios stronistas (partidarios del dictador Alfredo Stroessner)".
A partir de ahora, el Paraguay va a mostrar otra imagen ante el mundo", subrayó.
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