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Existe el peligro de un golpe parlamentario

Existe el peligro de un golpe parlamentario

La Nación Domingo 

Domingo 20 de abril de 2008   

Por Juan Cristóbal Villalobos

Camilo Escalona, senador y presidente del PS

Ofuscado por la seguidilla de crisis políticas y personales que lo han remecido en los últimos días, el timonel socialista es duro en contra de la derecha y de los senadores independientes. Además, contesta las acusaciones sobre irregularidades de sus cercanos y explica por qué Insulza es mejor que Lagos para enfrentar a Piñera.

 Durante el debate en el Senado sobre la acusación constitucional, la más acalorada de las defensas a Yasna Provoste fue la de Camilo Escalona. Con esa misma pasión alega ahora por la "injusticia y liviandad" del cuestionamiento a las asesorías que su cuñado y dos de sus colaboradores realizaron en el Registro Civil. Con fuerza también advierte sobre los peligros de la beligerancia que ha teñido la elección interna del PS, en la que él postula por un nuevo período a cargo del partido. Al parecer, lo único que hoy lo relaja son esos 40 minutos de bicicleta y gimnasia que practica diariamente a las seis de la mañana en su casa.

¿Cuál es el ánimo en la Concertación luego de la destitución de Yasna Provoste?
Existe preocupación de que ésta sea la primera de una sucesión de acusaciones constitucionales que entorpezcan el trabajo del Gobierno y enerven el clima político. Como hoy la oposición tiene la mayoría para hacerlo, la tentación es fuerte, especialmente porque está dirigida por líderes viejos en edad, como Carlos y Hernán Larraín, pero que han llegado hace poco a tan altas responsabilidades. Ellos, que no son los mismos dirigentes derechistas que conocimos durante la transición, han sido un factor de confrontación, ya que sus acciones están marcadas por la agresividad. Por eso no tengo muchas esperanzas de que manejen con sentido nacional estas mayorías transitorias.

Pero los líderes más tradicionales de la oposición, como Alberto Espina, Andrés Allamand y Sebastián Piñera, están totalmente cuadrados con ellos.
El caso de Allamand es el más chocante. Él trata de congraciarse con los sectores más duros de la derecha y se pasa de revoluciones al ponerse a la cabeza de una estrategia de confrontación, desdiciéndose del discurso más liberal que tuvo en los noventa. Hoy estamos frente al peligro de que se intente hacer un golpe parlamentario; es decir, forzar la destitución sucesiva de ministros basada en una mayoría espuria.

¿Se ha formado realmente una nueva mayoría? El senador Carlos Bianchi dijo que él no sería funcional ni a la oposición ni al Gobierno.
Eso lo dice Bianchi únicamente para ocultar sus "desnudeces". Luego de la aprobación del primer cargo en contra de Provoste, que aseguró su destitución, estos llamados independientes se desinteresaron de los cuatro puntos siguientes y dejaron de votar como bloque, porque ya habían logrado su objetivo. De hecho, aquellos aspectos que comunicacionalmente fueron más impactantes y repetidos, como la no destitución del seremi, fueron apoyados por cuatro senadores. El desligarse fue sólo una maniobra para decir que eran independientes. La verdad es que a Bianchi yo no le creo ni lo que reza. Ellos forman parte de una coalición de derecha, con colgajos que tal vez no sean de la derecha clásica, pero que están anudados a una política derechista.

¿Este segundo tiempo recién inaugurado por el Gobierno ha sido más difícil de lo que se pensaba?
El que una mujer gobierne hace las cosas más difíciles, porque la mentalidad oligárquica-patriarcal de la oposición hace que se enfrenten con más timidez a una autoridad fuerte, pero que abusen ante la voz femenina.

 

"Carlos Larraín va a tiritar"

¿Qué le parece la irrupción de Ricardo Lagos en la agenda nacional? Él ya está lanzando propuestas para el Chile post-2010.
Mientras más fuertes y propositivos sean los liderazgos de la Concertación, mejor, ya que la presidencial del 2009 será la más difícil de todas. A mí se me ha criticado hipócritamente por decir que la Concertación debe tener una figura para competirle a la derecha, pero la realidad está a la vista: mientras Piñera corra solo, más se consolida y aumenta la dificultad para derrotarlo. Por eso es que me parece muy bien que Lagos entre a la arena. Hay que sincerar definitivamente quiénes son los precandidatos y de aquí a fin de año, ojalá inmediatamente después de la elección municipal, definir al candidato presidencial, de lo contrario vamos a llegar muy tarde a competirle a Piñera.

¿Cree que es realista la aspiración de Lagos de ser nominado candidato por consenso?
Yo no me escandalizo con eso, hay que recordar que con la Presidenta Bachelet no fueron necesarias las primarias. Si de todas las figuras concertacionistas la que sistemáticamente lidera las encuestas es la de Lagos, esa condición no podría rechazarse. Pero si los liderazgos son más o menos parejos, entonces se deben hacer primarias.

¿Es hora de que Insulza se atreva a competir y retorne a Chile? Usted le recomendó que volviera en septiembre, previo a las municipales.
Yo propongo ese mes basándome en la municipal pasada, ya que en septiembre de ese año Bachelet y Alvear dejaron el Gobierno y se pusieron a la cabeza de la campaña municipal. Esos 30 días previos son claves y tanto Insulza como Lagos y Alvear deberían estar recorriendo el país apoyando a nuestros candidatos.

Usted ha dicho que Insulza representa mejor que Lagos la combinación entre continuidad y cambio. ¿Qué renovación representa él, si incluso tiene el récord de ser el personero que más tiempo se ha mantenido como ministro?
[Risas]. La contraposición de Insulza y Piñera es muy potente para subrayar el sentido republicano que nosotros le damos a la figura presidencial. Por su trayectoria, José Miguel da una señal muy fuerte frente a la colusión entre negocio y política que se encarna en Piñera.

¿Insulza realmente podrá encarnar ese anhelo de reformas económicas que demandan tantos socialistas? Él ha sido parte fundamental de las políticas de la Concertación.
El tema de la redistribución de los ingresos ya está planteado en la agenda. La Presidenta Bachelet está cumpliendo con su promesa de campaña al instalar un sistema de protección social, pero ése no es el final del camino. La bonanza del cobre pasará y hay que generar recursos permanentes para financiar las reformas sociales. Para eso hay que hacer una reforma tributaria y que los que tienen más paguen más. Eso debe ser parte del próximo programa de la Concertación. Hasta la derecha ha modificado su discurso en este tema, aunque creo que Carlos Larraín va a sufrir de fiebre frente a esto, porque una persona vinculada a las fortunas más grandes del país tirita cuando se habla de redistribuir la riqueza.

"A algunos no les gusta la Concertación"

¿Cómo se puede entender el clima de odio interno que hoy se vive en el PS?
La gran diferencia entre nosotros y la disidencia es que yo no ataco a mis compañeros ni denigro a mi propio partido a través de la prensa de derecha. Esa forma de hacer política es nefasta, afecta a la imagen de toda la Concertación y da una sensación de desorden que nos debilita políticamente.

Pero sus aliados internos también han lanzado descalificaciones personales, como lo fue la insinuación de corrupción hecha por Marcelo Schilling en contra de Carlos Ominami.
Él mismo reconoció que eso fue error y se disculpó. Yo puedo enumerar decenas de ofensas personales que me han hecho y nunca he recibido una excusa. Aquí no existe un trato recíproco. Cuando dije que, en el caso de que yo hubiera ofendido a alguien, retiraba lo dicho, mis contradictores se "subieron por el chorro" y dijeron: "Qué bueno que Escalona dé excusas". Yo me he cuidado de no ofender a nadie.

Pero usted también ha realizado ataques personales, como cuando calificó al senador Ominami como el "Altamirano de Bachelet".
Ese comentario se refiere a un cuestionamiento a la estrategia política planteada por Ominami y no a una crítica personal. No se puede dirigir un Gobierno desde fuera de éste, como sucedió durante el período del compañero Salvador Allende. Esa estrategia no produjo ningún resultado positivo

¿Qué efectos a largo plazo tendrá para el PS esta beligerancia?
Yo espero que después de las elecciones se acabe esta confrontación insensata. El partido es la casa común de todos. ¿Qué sacamos con destruirla? Yo no comparto esa moda de que se es más de izquierda mientras más se desprestigia al partido.

¿Existe el peligro de que estas peleas tengan un efecto permanente? ¿Podría producirse un quiebre partidario?
Espero que no haya consecuencias mayores y que después de las internas este clima rabioso se termine. Pero los dirigentes políticos no somos adivinos, así que no puedo predecir lo que pasará.

¿Las críticas de parlamentarios como Alejandro Navarro, Sergio Aguiló y Marco Enríquez-Ominami podrían representar el germen de división, o ellos actúan más para la galería?
Yo no quisiera ser peyorativo y reducirlo solo a eso A algunos no les gusta la Concertación y quisieran ir por otros caminos y constituir un nuevo frente de izquierda, algo que no está en el horizonte político de los próximos años. Eso está a contrapelo de estos tiempos. ¡Si ni siquiera el Partido Comunista lo plantea!


“AQUÍ EL CRIMEN ES SER PARTE DE LA FAMILIA DE ESCALONA”

–Se ha especulado mucho con respecto a su relación con Karina Talcan, cuestionada por una asesoría en el Registro Civil. ¿Ella era su jefa de gabinete?

–Mi jefa de gabinete vive en Puerto Montt y me la paga el Senado. La única funcionaria pagada por el partido para que trabaje conmigo es mi secretaria, Shirley Reyes.

–¿Cuál es su relación con ella, entonces?

–Karina trabaja para el PS. Yo aclaré eso, pero la prensa no publica lo que uno declara realmente.

–¿Ella es cercana a usted?

–Es funcionaria del PS y ha organizado varias actividades del partido.

–¿Karina Talcan es parte de su círculo más cercano?

–No, y eso todos lo saben en el PS. Ella está vinculada a la dirección, como muchas otras personas que trabajan en el partido. Por sus funciones partidarias nosotros le pagamos unos honorarios. ¿Por qué me tengo que meter yo en sus otros problemas laborales?

–El propio senador Alejandro Navarro la definió como su “operadora política”.

–Yo no me hago cargo de esas declaraciones, hablemos en serio. Navarro simplemente se está aprovechando de las circunstancias. ¿Qué sabe él de mí?

–Otro socialista cercano a usted cuestionado por no haber hecho el trabajo por el que se le pagó es Roberto Cea.

–[Molesto]. Meterme a mí en eso es un abuso total. En los eventos partidarios llegan a colaborar centenares de personas, muchos de ellos voluntarios. Más de alguno de ellos trabaja en algún organismo de Gobierno, pero no por eso van a decir que es “cercano a Escalona”.

–Entonces, ¿Roberto Cea no es cercano a usted?

–¡Cómo me voy a hacer cargo de todos los infundios que publica la prensa! Le digo de nuevo: los problemas laborales de ellos son de ellos. No corresponde que yo tenga que opinar sobre eso.

–También se ha criticado la asesoría que prestó su cuñado René Tricallota al Registro Civil.

–Él no es militante socialista. René es una persona de clase media que necesita trabajo como miles de chilenos. Él vive en Estados Unidos y mientras estuvo de vacaciones en Chile tuvo un empleo de un mes en el Registro Civil. A mí se me trata de criminalizar porque mi familia trabaja. ¡Eso es el colmo, yo no soy potentado como Sebastián Piñera y Carlos Larraín y mis familiares necesitan trabajar! Aquí el crimen es ser parte de la familia de Escalona. Además, que nadie ha dicho que René Tricallota no hiciera su pega, por eso me irrita esta situación tan canallesca montada en mi contra.

–El vicepresidente del PS Ricardo Solari ha dicho que si los cuestionamientos no se aclaran, esto le podría causar un daño al partido. ¿Está de acuerdo con esa opinión?

–No me quiero referir a eso, él sabrá por qué dice las cosas. La misma información que le estoy dando la maneja él.

–¿Ha echado de menos la falta de respaldo de sus compañeros socialistas? Hasta el momento ningún dirigente PS lo ha apoyado públicamente.

–No voy a especular sobre eso.

–¿Está molesto con sus compañeros?

–Le dije que no voy a especular sobre eso.

 

 

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