Partió la carrera
Domingo 16 de marzo de 2008
Por Paola Aguillón
Elecciones internas del Partido Socialista
Culminado el Congreso General del partido, ahora comienza la campaña interna para definir quién encabezará la colectividad por los próximos dos años. Los candidatos son varios y la mayoría que lidera Camilo Escalona medirá fuerzas el 26 de abril con la disidencia de Isabel Allende y Carlos Ominami.
Los mismos delegados que el fin de semana debatieron en Panimávida hasta altas horas de la madrugada sobre el futuro del PS, consumiendo litros de café y decenas de cigarrillos, serán los encargados de proclamar al candidato presidencial del partido. ¿Ricardo Lagos o José Miguel Insulza? ¿Alejandro Navarro o Jorge Arrate? Cada cual tiene sus seguidores y detractores, aun cuando, para muchos, los dos últimos sólo son una opción testimonial más cercana al Juntos Podemos que a las cartas de la Concertación. Lagos e Insulza se dibujan como los que tienen las mayores posibilidades, y su éxito depende, en gran medida, de quien esté al frente de la tienda de calle París.El cónclave efectuado en la Región del Maule demostró que Camilo Escalona sigue manteniendo el control del partido, lo que asegura sus opciones en los comicios de abril. La gran incógnita es quién liderará la mayoría. El actual timonel no ha tomado una decisión al respecto y las conversaciones en este sentido aún están en desarrollo: hay plazo hasta el próximo 27 de marzo para inscribir las listas. Una de las opciones en la Nueva Izquierda es levantar al ministro del Trabajo, Osvaldo Andrade, lo que significaría, eso sí, perder al hombre que ha representado el lado duro del gabinete, en oposición a Andrés Velasco.
Pero al interior de la directiva no hay una única opinión. De hecho, desde el tercerismo afirman que no le darán "un cheque en blanco" al senador por la Región de los Lagos, y que es necesario hacer una apuesta más innovadora de cara a los desafíos municipal y presidencial. A juicio de algunos integrantes del sector, lo más conveniente es contar con una sola voz al momento de negociar con los socios de pacto, por lo que, una vez concluidas las elecciones internas, se debe buscar una mesa que integre todas las tendencias. Esto porque el sistema de elección en el PS es indirecto, y por ello la directiva es nominada por los integrantes del Comité Central, 110 en total.
En este escenario, el senador Ricardo Núñez aparece como una posibilidad, pensando en que genera menos anticuerpos entre la disidencia a la hora de sentarse a conversar.
Tampoco está definido si es que será el ex ministro Ricardo Solari o el senador Juan Pablo Letelier quien integre la lista por el tercerismo, conversaciones que quedaron pendientes para esta semana.
LA DISIDENCIA, DIVIDIDA
Hasta sólo unas semanas atrás, la hija del Presidente Salvador Allende era el rostro más visible de la oposición a la directiva. Hoy las cosas no están tan claras. La fuerte irrupción de Carlos Ominami y sus deseos no ocultos de encabezar la colectividad amenazan con tensionar a las Grandes Alamedas. La diferencia de criterios está a la vista. "Nadie discute que voy a encabezar la lista", sentencia la diputada Isabel Allende, quien alega su derecho tras haber liderado el sector desde los pasados comicios internos de 2006, donde obtuvo un 38%. Pero para Ominami, éste es un tema a discutir conforme a los resultados del congreso. En todo caso, por el sistema de elección, si el senador logra los votos suficientes podría quedar instalado sin problemas a la cabeza de la nómina.
Otro de los puntos que genera tensión es el factor presidencial. Si algo han dejado en claro los integrantes de esta corriente es que es necesario atrasar al máximo las definiciones presidenciales. De hecho, Isabel Allende fue una de las primeras junto con Alejandro Navarro que rechazó la posibilidad de que el reciente congreso proclamara a José Miguel Insulza como candidato. Sin embargo, la hora de las definiciones se acerca. De hecho, entre ellos está el ex ministro Jorge Arrate, una de las cartas del partido, respaldado, entre otros, por los diputados Sergio Aguiló y Marco Enríquez-Ominami.
El otro autoproclamado candidato, Alejandro Navarro, y su nuevo Movimiento Acción Socialista, parecen marginarse del sector. Así lo asumen en las Grandes Alamedas, quienes agregan no estar preocupados por los votos que pudiera restar y que a su juicio son mínimos.
Para la mesa, estos factores inciden en que la dupla Allende-Ominami no sea un peligro real y que su votación esté en torno a un 25 ó 30%. El análisis apunta a que tanto Navarro como Arrate tienen más opciones de seguir el camino propio o extraparlamentario, escenario en el que "muchos emigrarán hacia la mayoría". LND
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