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Una nueva era Castro, ya sin Fidel

Una nueva era Castro, ya sin Fidel

Iternacional

Foto: Fidel Castro ha dado perfil a la revolución cubana.

El mensaje publicado hoy, en el que Fidel Castro abandona formalmente las funciones que detentaba desde hace 50 años, tiene importancia histórica pero no significa la inmediata apertura a la vida democrática en la isla.

Fidel Castro no deja lugar a dudas en cuanto al propósito de su mensaje difundido hoy. La carta forma parte de un proceso orientado, según palabras del propio remitente, a preparar sicológica y políticamente al pueblo cubano para la ausencia de su "máximo líder".

 Elecciones parlamentarias: ¿rumbo a la normalización?

Foto: Elecciones parlamentarias: ¿rumbo a la normalización?

Un proceso visible

El mundo ha seguido con atención cada etapa de este camino, desde el nombramiento de Raúl Castro como Presidente del Consejo de Estado, el 31 de julio de 2006, hasta la afirmación de Fidel el pasado 1 de diciembre, cuando dijo "mi deber elemental es no aferrarme a cargos".

Con miras a la sesión parlamentaria del próximo día 24, el aún Comandante en Jefe anuncia ahora que no aspirará ni aceptará ocupar de nuevo el cargo de Presidente del Consejo de Estado y Comandante en Jefe. Esto deja abierta la posibilidad de que el líder sea elegido de todas formas. Pero dadas las condiciones físicas de Castro, el anuncio parece irreversible y por tanto el propio líder declinaría el nombramiento en caso de producirse.

Así, lo que en realidad sorprende de la carta publicada en el diario oficial Granma es que el líder cubano vaya cumpliendo, efectivamente, cada paso de los que anuncia y se vaya desprendiendo, aunque a cuentagotas, de un poder que detentó de manera unipersonal a lo largo de décadas.

La nueva era Castro

¿Significa todo esto que en Cuba ha comenzado el proceso de democratización que tantos anticipan desde el exterior? La carta de Castro también tiene una respuesta, y ésta es negativa.

Raúl Castro preside el Consejo de Estado. 

Foto: Raúl Castro preside el Consejo de Estado.

Dice el líder cubano: "Afortunadamente, nuestro proceso cuenta todavía con cuadros de la vieja guardia, junto a otros que eran muy jóvenes cuando se inició la primera etapa de la Revolución. Cuentan con la autoridad y la experiencia para garantizar el reemplazo."

En otras palabras, la meta consiste en transitar de un caudillismo absoluto a un gobierno con mayor reparto en el poder. Pero todo quedará, según prevé el líder cubano, en manos de una cúpula fiel al conocido rumbo. En Miami, enclave principal de la oposición al gobierno cubano y a su líder, incluso se cuenta con que la nueva nomenklatura profundizará el modelo actual. Una nueva era Castro, ya sin Fidel.

La hora inevitable

La misiva supone el primer cambio formal en la cima de la jerarquía cubana en medio siglo. También prefigura el rumbo que pretende tomar la jerarquía comunista, primero, con la nueva conformación del Parlamento; y luego, con el relevo que inevitablemente deberá de producirse cuando llegue la hora de "cumplir el deber hasta el último aliento."

En 2006 se acentuó la debacle física de Fidel Castro. 

Foto:  En 2006 se acentuó la debacle física de Fidel Castro.

La hora en la que ni Fidel, ni todo el gobierno cubano, serán capaces de escribir por entregas y publicar en el Granma el guión completo de la historia.

Todo ello sin duda es de la más profunda importancia para la isla y para la estabilidad regional.

 Enrique López Magallón

DW-WORLD.DE

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