Declaracion de la AFDD
Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos
Ricardo Cumming 1161, Santiago.
Fono-fax: 6960678. E-mail: afdd@tie.cl
FALTA DE MERITOS
La Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos objeta la postulación de Chile al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas para el periodo 2008-2012, considerando:
Chile vivió durante 17 años bajo un régimen dictatorial que violó masiva y sistemáticamente los derechos individuales y colectivos de amplios sectores de la sociedad, impuso el terror y conculcó drásticamente las libertades públicas. Los efectos del quiebre institucional y las secuelas de la política represiva se mantienen vigentes, irresueltas y constituyen un factor de tensión permanente entre los poderes del Estado y la sociedad.
La transición pactada a la democracia se ha caracterizado por la búsqueda de consensos y falta de decisión política para enfrentar los temas institucionales, de derechos humanos, económicos, sociales y culturales heredados del régimen de facto, lo que ha dificultado el restablecimiento de un Estado plena y consistentemente democrático. Demostrativo es que la Constitución Política del 80, sancionada mediante un plebiscito fraudulento, siga siendo la Carta Fundamental de la democracia.
En materia de violaciones a los derechos humanos se ha actuado con cautelas y temores que han trabado y entorpecido su resolución, en detrimento de las víctimas, sus familiares y la sociedad.
Los avances en justicia, aún exiguos en relación al vasto número de víctimas, no han sido la respuesta a una política motivada y sustentada desde los gobiernos democráticos sino y, principalmente, por el perseverante trabajo de los organismos y abogados de derechos humanos. Tangencialmente contribuyó la incómoda situación que Chile enfrentó ante la comunidad internacional, tras la detención del ex dictador Augusto Pinochet en Londres y la intervención del gobierno para evitar su juzgamiento.
La imagen difundida por los gobiernos democráticos, de un Chile con capacidad y voluntad política para lograr verdad, justicia y reparación, enfrenta una realidad distinta.
La aspiración de Chile de llegar al Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, no es moralmente viable sin antes enfrentar y avanzar significativamente en aquellos aspectos pendientes e irresueltos, donde el compromiso del Estado con una ética de los Derechos Humanos se refleje en la adopción de políticas que impidan la impunidad judicial y social, así como la defensa, promoción y respeto de la normativa internacional de derechos humanos y la garantía de su ejercicio.
Si Chile no ha sido capaz de ratificar los más importantes Tratados Internacionales; no ha adecuado la normativa nacional al Derecho Internacional Humanitario y de Derechos Humanos; no ha construido una cultura de respeto a la vida e integridad de todos sus ciudadanos; no ha terminado con los enclaves autoritarios; no ha dictado políticas reparatorias justas y dignas para las víctimas; no ha introducido la doctrina de los derechos humanos en la educación formal, Chile no debe ser miembro del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas.
Si Chile, no ha sido capaz de anular el Decreto Ley 2.191 de Amnistía, principal instrumento de auto perdón de la dictadura y permanente peligro para el logro de sanción efectiva en los procesos criminales, Chile no debe ser miembro del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas.
Si Chile criminaliza la movilización y legitima protesta social; reprime a los trabajadores, pueblos originarios, organizaciones sociales y de derechos humanos; reedita la abusiva práctica de detención por sospecha; enfrenta la delincuencia con allanamientos que nos retrotraen a los de la dictadura y difunde el temor reforzando el imperio de la fuerza, Chile no debe ser miembro del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas.
Si Chile está creando un Instituto de Derechos Humanos que dejará a las víctimas sin defensa judicial; que excluye a Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos para ser depositarios de un futuro informe sobre la situación de derechos humanos en el país, Chile no debe ser miembro del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas.
Si Chile no ha democratizado a las Fuerzas Armadas; Carabineros es un cuerpo policial no sujeto al poder político, omnipotente e incontrolable y la oficialidad del Ejército sigue formándose en la Escuela de las Américas bajo la Doctrina de Seguridad Nacional, Chile no debe ser miembro del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas.
Aunque sabemos que Chile tiene todas las posibilidades técnicas de llegar al Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, moralmente no está habilitado para hacerlo, porque no ha asegurado que en su propio territorio nunca más se vulnere el derecho a la vida, porque no respeta las libertades públicas, porque no ha enfrentado con decisión la búsqueda de verdad y justicia para las víctimas de la dictadura.
AGRUPACION DE FAMILIARES DE DETENIDOS DESAPARECIDOS
Santiago, 29 de octubre de 2007.
Saludos afectuosos
Cecilia Morelia González G.
¡¡¡MUJER, CUIDADO EL MACHISMO MATA,...tambié n politicamente! !!
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