Connotada intelectual chilena de izquierda destaca los logros y debilidades de la revolución chavista

Por Leonardo Miranda / La Nación 

Pese a declararse no muy buena amiga de los mandatos sin plazo, Martha Harnecker defendió la reforma constitucional que establece la reelección indefinida, asegurando que la permanencia de Chávez en el poder responde a una "necesidad histórica" para consolidar el proceso revolucionario en Venezuela.

Foto: Martha Harnecker saluda al ex secretario general del PS, Carlos Altamirano. Foto: Mario Ruiz.

 Santiago.- Las credenciales de Martha Harnecker hablan por sí solas: socióloga, periodista, principal teórica de la izquierda en América Latina y prolífica escritora, con más de 50 libros a su haber. Pero su historial no queda allí. Por el contrario, éste se acrecienta por sus experiencias como ex colaboradora del Gobierno de la Unión Popular (1970-73), su rol como asesora del régimen cubano de Fidel Castro y por su actual papel como influyente consejera del Presidente venezolano Hugo Chávez.

Por todo esto, no extrañó que el anuncio de su participación en una tertulia en un conocido restorán santiaguino, enclavado en pleno barrio Bellavista, movilizara a una importante concurrencia. Entre la nutrida asistencia se pudo apreciar a connotadas figuras del socialismo chileno, como el ex secretario general del PS Carlos Altamirano, el ex ministro Jorge Arrate y el diputado Sergio Aguiló.

A lo largo de más de dos horas y media de una animada tertulia, el lunes la autora del libro "Los conceptos elementales del materialismo histórico" habló e intercambió opiniones con los presentes sobre el actual momento de la revolución bolivariana.

Tras efectuar una relación histórica de la asunción y consolidación del chavismo en Venezuela, Harnecker, con suma franqueza, habló tanto sobre los logros como las debilidades que muestra el proceso revolucionario bolivariano, al que calificó como en muy buen pie.

En cuanto a los aspectos positivos, la connotada intelectual chilena que reside en Venezuela resaltó el gran esfuerzo modernizador que el Gobierno de Chávez está llevando a cabo en las esferas de industrialización e integración local y regional; la construcción de las llamadas ciudades socialistas, y los grandes avances que se exhiben en materia de educación, salud y deportes.

En lo político, Harnecker destacó la creación de los Consejos Comunales como "pilares de la organización popular", el actual proceso de reformas constitucionales como medio para profundizar los cambios bolivarianos y la creación de un partido único chavista, como instrumento político para hacer un Gobierno más eficiente y menos burocrático.

No obstante, la asesora de Chávez se mostró crítica respecto de ciertos fenómenos como la resistencia a la unificación que muestran algunos partidos gubernamentales, las demostraciones de viejos vicios de la política tradicional en las filas chavistas, la carencia de esfuerzos en materia de formación político-ideológica y el alejamiento de los intelectuales de izquierda del proyecto político en marcha.

Pese a declararse no muy buena amiga de los mandatos sin plazo, Harnecker defendió la reforma constitucional que establece la reelección indefinida, asegurando que la permanencia de Chávez en el poder responde a una "necesidad histórica" para consolidar el proceso revolucionario en Venezuela.