ES EL MOMENTO DE IMPULSAR UN GRAN PACTO SOCIAL
Presidente del Senado Eduardo Frei
En los próximos días voy a presentar un proyecto de reforma constitucional que crea el Consejo Económico y de Diálogo Social
En los últimos días el país ha sido testigo de la dura polémica que están protagonizando diversas autoridades de gobierno con los dirigentes de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), debido fundamentalmente a sus discrepancias en torno a la política laboral que ha implementado el Ejecutivo.
Es una discusión que está muy lejos del llamado al que nos convocó la Iglesia en el reciente Te Deum de Fiestas Patrias. Esto no le sirve al país y no contribuye a la solución de los problemas que afectan al ámbito laboral, los que de resolverse podrían potenciar aún más nuestras posibilidades de crecimiento.
Mucho menos comparto las descalificaciones, pues no es el tono que la gente quiere escuchar de dos sectores que son esenciales para nuestro progreso y que, por lo tanto, más que polemizar debieran tender a trabajar juntos en la búsqueda de acuerdos que beneficien a Chile.
En lo personal, creo que toda esa energía malgastada tenemos que volcarla a expandir nuestros horizontes. Es necesario que ordenemos nuestros esfuerzos y disponerlos en función de solucionar los obstáculos que limitan nuestra capacidad de desarrollarnos. Entre ellos, evidentemente hay temas del mundo laboral que requieren ser revisados y en ello, tanto empresarios como trabajadores y la clase política deben jugar un rol primordial y constructivo.
Es en estos momentos cuando más echo de menos la capacidad de entendernos que tuvimos en el pasado, incluso en circunstancias mucho más conflictivas que las actuales. Así fue con el gran acuerdo nacional que propició el Cardenal Juan Francisco Fresno en 1986 y el que propiciamos años después en democracia y que nos permitió vivir una transición ejemplar con estabilidad política, económica y social.
Hoy, terminada la transición y sus temores, y ya consolidada la democracia, es el momento de impulsar un gran pacto nacional para el progreso. Es necesario que abordemos los cuellos de botella que han retrasado nuestro salto al desarrollo, pero debemos hacerlo con una perspectiva común y no donde cada uno trate de imponer sus particulares puntos de vista. Tenemos que entender que nuestro adversario no está entre nosotros, sino que está afuera en la dinámica de la globalización.
Para eso es fundamental dialogar y, en este sentido, reitero mi llamado a institucionalizar el diálogo social. Hoy más que nunca están dadas las condiciones para terminar con la pobreza, la marginalidad y las desigualdades, y para construir consensos en torno a las materias institucionales, económicas y sociales que son vitales resolver si queremos entrar al exclusivo club de los países desarrollados.
Como estoy convencido de que este es el camino que Chile debe transitar ahora y no mañana, en los próximos días voy a presentar un proyecto de reforma constitucional que crea el Consejo Económico y de Diálogo Social. El sentido que tiene esta propuesta, es dotar al país de una institución permanente, en la que se puedan establecer diálogos amplios y fructíferos entre los actores políticos y sociales que redunden en un mejoramiento sustancial en la calidad de vida de todos los chilenos.
Existe un amplio consenso en torno a la necesaria profundización de la equidad social. Precisamente, los diversos planteamientos que en las ultimas semanas hemos escuchado, no son otra cosa que una invitación para que como sociedad nos hagamos cargo, con madurez y altura de miras, de los temas que requieren discusión, análisis y construcción de consensos.
La presentación de esta iniciativa es el paso lógico tras la presentación que hice el año pasado, junto a un grupo de senadores, de un proyecto de acuerdo en torno a esta materia y que fue respaldado por la unanimidad del Senado. Hoy vemos que la discusión pública ha abierto la senda para que logremos este objetivo y, naturalmente, espero contar con el apoyo del Gobierno.
Chile tiene hoy una gran oportunidad. No la perdamos en el fragor de discusiones estériles que nos paralizan, como la que hemos presenciado en estos días. Ciertamente, estas polémicas no existirían si tuviéramos el espacio y la disposición de dialogar y alcanzar acuerdos. Si antes lo hicimos, no veo por qué no podemos hacerlo ahora y para siempre. El interés superior del país y de su gente así lo exige y estoy trabajando para lograrlo.
Departamento de Prensa
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