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La clase de Víctor

La clase de Víctor

La Nación Domingo 

Un día como hoy lo mataron

El cantautor cumpliría 75 años el 28 de septiembre. Y en medio del tufo dieciochero, vuelve a sus cercanos el recuerdo de esa elipsis entre su despedida y la aparición en la morgue. La fundación que lleva su nombre está organizando una serie de encuentros de formación con jóvenes para reproducir su semilla. Acá sus expositores describen a su Jara más personal.

Joan Jara: "Víctor estaría feliz en la calle".

Es impresionante todos los aniversarios que se cumplen este mes. Llegué a Chile el 7 septiembre. Están los aniversarios chilenos: yo conocí a Víctor cantando cueca. Y ésta es una semana especial, porque fue desde que Víctor se despidió de nosotros y el día 18 ya se encontraba en la morgue. Pero celebramos la vida el 28 de septiembre, en su natalicio: vamos de la muerte a la vida.

Me doy cuenta que Víctor es un referente para muchos jóvenes. Siempre me hago la misma pregunta: ¿por qué? Sé que la gente sabe de la vida, el compromiso y obviamente la obra. Pero pienso que hay tantas canciones que siguen siendo válidas. El mundo está igual o peor. A pesar de su muerte, Víctor tuvo la suerte de vivir en una época donde había esperanza. Eso falta hoy. Hay jóvenes perdidos en la destrucción, aunque hay grandes sectores donde la gente está trabajando de forma positiva. Víctor estaría generando posibilidades para creación en la juventud. Me imagino que estaría haciendo teatro o cine. Seguiría en la denuncia y un llamado a cambiar la sociedad.

Este día 28, para su cumpleaños número 75, la exposición itinerante estará en Gran Avenida. Víctor estaría muy feliz ahí, en la calle. Ojalá que él no hubiera perdido las esperanzas. Hay tanta juventud que está trabajando en las poblaciones, creando comunidad. Y otros que su manera es hacer violencia. Víctor no estuvo nunca de ese lado y estaría triste al ver ese fenómeno. Decía que no podemos perder esta oportunidad que se nos abre de crear una sociedad más justa por un camino democrático. Al final resultó que estaba equivocado, porque no fue posible en este mundo. Pero hubiera estado dispuesto a pelear si no lo hubieran matado. Era un hombre de creación.

 

Fernando Carrasco, compositor: "¿Cuántos de nosotros estaríamos en condiciones de dar nuestra vida por los demás?".

Lo fundamental en mi recuerdo de Víctor Jara es su gran afecto por el hacer colectivo y su consecuencia respecto del discurso. Considero de gran importancia su imagen ejemplificadora en este sentido para nuestro Chile de hoy. ¿Cuántos de nosotros estaríamos en condiciones de dar nuestra vida por los demás y por nuestros principios? Quienes tienen esta generosidad se transforman en referentes sin tiempo para toda generación. Víctor es uno de nuestros héroes. Su legado amoroso se perpetúa, se expande. Su guitarra, cada día adquiere más sentido y más razón.

 

Mario Rojas, músico: "Una plaza con su nombre".

Cuando pienso en Víctor Jara imagino un monumento con su figura en una hermosa plaza frente al estadio que lleva su nombre, una vez demolido el feo edificio de locales comerciales que hoy obstaculiza la vista hacia la alameda. Una plaza que quedará a una cuadra de la estación de Metro que, algún día, también llevará su nombre.

Rodrigo Torres, musicólogo: "Tarea pendiente".

Pensar en Víctor Jara gatilla en mí sentimientos profundos y encontrados. Más aún en septiembre, que, además de inicio ritual del ciclo cívico chileno, es fecha de su campesino nacimiento sureño y de su horrorosa y prematura muerte, fascistamente asesinado en el estadio que lleva su nombre. Para mí, y supongo que para muchos de mi generación, su arte y su pasión humanista siguen encarnando un legado y una tarea pendiente para el conjunto de nuestra sociedad. Siento que su figura sigue representando la pasión de una época movilizada y esperanzada, época en que los jóvenes como nunca protagonizaron la construcción de puentes solidarios con el mundo popular y redes de integración de lo popular a la cultura nacional.

El querido maestro Gustavo Becerra Schmidt, radicado en Alemania, hace unos años escribió sobre él algo muy certero y vigente: "Víctor Jara es un héroe de la revolución chilena y es además un héroe del trabajo cultural". Resaltaba Becerra muy especialmente la enorme capacidad de este artista de reunir en la música lo popular y lo "culto", los incomunicados mundos de nuestra cultura, proceso que al ser mutilado convirtió a Jara en "un enorme torso, un torso fuerte y sangrante mutilado por la violencia inusitada ( ); torso que espera ser reorganizado, restañar sus heridas, para producir aquello que no alcanzó a producirse: la reunión de todos estos cabos sueltos, su organización creativa y productiva para continuar con aquel desarrollo que por el momento está trunco".

Daniel Riveros (Gepe), músico: "Su sonrisa me explica su personalidad".

Mi primer sentimiento es una imagen y un sonido, la primera es su sonrisa y la segunda su forma de hablar. Ambas son las cosas que más recuerdo después de haberme iniciado en la escucha de Víctor Jara. Su sonrisa me explica su personalidad, y su forma de hablar sus intenciones. No hay nada más claro que eso para mí, para decir ésta es una persona especial que hizo cosas especiales a través de la música, el teatro y la acción.

No hay mejor manera de mencionar a un referente que hablar sobre lo que desprende cada personaje como personalidad individual y esencial, ya que es a partir de esa forma que su trabajo se estructura y adquiere matices.

Nunca he visto una obra de teatro de Víctor Jara, pero sí puedo intuir cómo eran, qué características daba a sus personajes, de qué forma las dirigía. En su música está todo muy claro, su voz al cantar, que es la misma que al hablar pero de una manera más didáctica, enseña sensibilidad, explica contextos, habla de las circunstancias y las ideas.

Al ver su foto vemos su obra. Para mí es suficiente saber que al ver esa foto veo un referente de ser humano, de Chile, de un artista, de un comprometido, de un interesado en el mundo, de una persona sensible transversalmente, de un cantante, de un director de teatro, de un padre y de un hombre bueno.

 

José Miguel Varas, Premio Nacional de Literatura: "Admiro su obra musical y poética"

Al pensar en Víctor Jara, mi primer sentimiento es de admiración por su obra musical y poética, que estremece por su belleza y profundidad y que encarna de manera sublime la expresión del arte que nace del pueblo. Esta obra es reflejo de un talento innato, cultivado, refinado y madurado a través de un largo aprendizaje, superando obstáculos materiales y aprendiendo incesantemente de los hombres de cultura y de la tradición vernácula. Este sentimiento de admiración se extiende a su posición ética y política de identificación con la suerte y las causas del pueblo sin pensar en los riesgos que acarreaba. Creo que toda su vida y su obra son o pueden ser un ejemplo de total validez para los jóvenes de este tiempo y de todo tiempo.

 

Jorge Coulón, integrante de Inti-Illimani: "No logro encajar mi visión con la del mártir".

Cuando pienso en Víctor, y lo hago a menudo, pienso en un amigo, en alguien que marcó mi vida de manera muy importante. No logro encajar esa visión con la del mártir, con la del héroe, con la esfinge y el símbolo en que se ha convertido. También reflexiono acerca de lo que hizo como artista, de su extraordinaria modernidad, de su estimulante relación con nosotros, los deslumbrados jóvenes de la época. Pienso en cómo su música y la temática de sus canciones sigue siendo fresca y cargada de futuro a más de 30 años de su muerte. Pienso en esa muerte horrible que a veces, injustamente, trata de adquirir más importancia que su vida. Pienso finalmente que su sonrisa pudo más que la muerte.

Si logramos contactar a las nuevas generaciones con esa vida, con esa vitalidad, podremos restablecer un puente hacia la esperanza. Si nos paralizamos horrorizados en su muerte, estaremos traicionando a Víctor y faltando a nuestra responsabilidad frente a la juventud actual.

 

Fernando García, Premio Nacional de Música: "Es un referente ineludible".

Al pensar en Víctor Jara lo primero que se me viene a la mente es su música y con ello una época en que la música nacional alcanza grandes alturas. No olvidemos que Víctor es un representante paradigmático de lo que se llamó la "nueva canción chilena" que, querámoslo o no, nos guste o no nos guste, es la expresión musical nuestra que más trascendencia ha tenido en los casi dos siglos de existencia de la vida musical nacional. El compromiso de Víctor con el arte y el pueblo de Chile es un referente ineludible para las generaciones que le han seguido.

 

Luis Le-Bert, músico: "¿Dónde está el colectivo soñando para que vuelvan los Víctor multiplicados?".

Ahora estoy pensando en Víctor.

Pero no pienso en su inmensa guitarra ni en su qué hacer de textos grandiosos.

No; ahora pienso en que no existe ningún artista en mi corazón que no represente a un colectivo.

Ninguno.

¿Dónde está el colectivo soñando para que vuelvan los Víctor multiplicados?

Existe, está en el patio de tu familia, en la esquina con los que quieres, en la cocina de tu abuela y en los ojos de tus amigos; porque el capitalismo feroz podrá decirnos todos los días que esto se trata de andar solos, pero los hombres como esperanzados volvemos a intentarlo generación tras generación.

Eso tiene música.

No me hace falta sólo el Víctor, me hace falta lo que vio.

Eso es lo que hay, una ciudad que no nos encuentra y una esperanza cierta en los ojos del amor que el capitalismo nunca podrá destruir.

 

Gustavo "Lulo" Arias, vocalista de Legua York: "La población sigue pendiente de ti como tú de ella".

Compañero Víctor Jara:

Te escribo desde un rincón del Chile latinoamericanista.

Espero que al recibo de la presente te encuentres bien.

A pesar de que ya nos conocemos desde hace muchos años, es la primera vez que me atrevo a escribirte una carta. Quiero contarte que seguimos tras aquella estrella de la esperanza que nos comentaste y que por lo demás sigue siendo nuestra. Los muchachos chilenos que optamos por la militancia activa en la cultura del pueblo seguimos fielmente tu legado ideológico, tratando de estar en cada espacio donde se nos pida ser voluntarios, porque sabemos que no hay cosa más linda que ser voluntarios por el amor a la tierra y los seres que la habitamos, seguimos construyendo un parque para el vecindario y tenemos ya la radio "La ventana" donde ponemos temas tuyos y en el canal de televisión de La Legua también mostramos algunos videos. La población sigue pendiente de ti como tú de ella, lo último que estoy levantando actualmente con mi paloma palomitái es una obra de teatro de prevención sexual, así que en las tablas también ya te estamos tratando de buscar un poquito más, para que los "compas" no se olviden que tu paso por el teatro fue y es muy importante. Ya te dejo, debo ir al trabajo a ver a mis pequeños Luchines que cada día están más sumergidos en el flagelo del consumo. Sé fielmente que estás cumpliendo tu labor, como nosotros la nuestra. Te mando un abrazo y si no nos vemos luego te mando unos temas y un abrazo con la Joan. Ya, compa, me voy, que queda caleta por hacer.

Se despide tu amigo y fiel compañero. LCD

 

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