El 11 de septiembre
Fuente: Wikipedia.org
El 10 de septiembre, a las 16:00 horas, zarpa la escuadra, tal y como estaba previsto, ya que debe participar en las maniobras navales internacionales UNITAS. Mientras el Ejército se acuartela. La razón dada: el probable desafuero de Altamirano y Garretón el día 11. Este desafuero, según explicó Pinochet al Ministro de Defensa Orlando Letelier, podía causar disturbios, por lo que se hacía necesario el acuartelamiento.
En la madrugada del 11 de septiembre, la escuadra reaparece en Valparaíso y las fuerzas armadas toman la ciudad. El prefecto de Valparaíso, Luis Gutiérrez, realiza una llamada por el único teléfono que funciona en el puerto, el suyo (línea dejada libre a propósito por los golpistas), para avisar al subdirector de Carabineros, General Jorge Urrutia, que la infantería de marina está en las calles y ha empezado a tomar posiciones de combate. Urrutia telefonea al presidente, que se encuentra en su residencia de Tomás Moro. Allende, calmado, pide ubicar a Pinochet y a Leigh, pero son inubicables.
A las 7.15, Allende, en su Fiat 125, y el GAP se enfilan hacia la Moneda, llegan veinte minutos después.
Viste Allende una chaqueta de tweed y un pantalón marengo. Carga con un fusil AK-47 Kalashnikov y el GAP ingresa al palacio de gobierno dos ametralladoras y tres RPG-7, además de sus armas personales.
Paralelamente llega a esas hora Pinochet al comando de comunicaciones, un poco retrasado en la hora. Se organizan las redes de comunicaciones con las demás ramas de las Fuerzas Armadas, especialmente con Leigh, que se encuentra en la Academia de Guerra Aérea, y con Patricio Carvajal, que será el coordinador de todo el golpe.
Allende trata de obtener información sobre el movimiento, al no poder contactar a Pinochet exclama, "Pobre Pinochet, debe estar preso" . Sepúlveda, director general de Carabineros llega a la Moneda, y le asegura que Carabineros le seguirá fiel al gobierno. Lo ignora, pero Carabineros ya estaba controlado por los generales Mendoza y Yovane.
Allende emitirá a continuación su primer mensaje del día a la nación, en el que advierte la sublevación de un sector de la marinería. No llama al pueblo a las armas ni a la violencia, sino que a la prudencia.
A las 8.42, la "Cadena Democrática", formadas por las radios Minería y Agricultura, emite la primera proclama militar. Allende debe hacer entrega inmediata de su cargo a la junta de gobierno, integrada por los jefes supremos de las fuerzas Armadas: Pinochet, Leigh, Merino y Mendoza (los dos últimos recién acaban de tomar las jefaturas supremas de sus ramas, Armada y Carabineros respectivamente).
La proclama decía:
"A partir de este momento damos paso a una red provincial y nacional de radiodifusión de las fuerzas armadas. Se invita a todas las radioemisoras libres a conectarse a esta cadena.:"
Santiago, 11 de Septiembre de 1973. Teniendo presente:1°.- La gravísima crisis económica, social y moral que está destruyendo el país;2°.- La incapacidad del Gobierno para adoptar las medidas que permitan detener el proceso y desarrollo del caso;3°.- El constante incremento de los grupos armados paramilitares, organizados y entrenados por los partidos políticos de la Unidad Popular que llevarán al pueblo de Chile a una inevitable guerra civil, las Fuerzas Armadas y Carabineros de Chile declaran:1°.- Que el señor Presidente de la República debe proceder a la inmediata entrega de su alto cargo a las Fuerzas Armadas y Carabineros de Chile.2°.- Que las Fuerzas Armadas y el Cuerpo de Carabineros de Chile están unidos, para iniciar la histórica y responsable misión de luchar por la liberación de la Patria del yugo marxista, y la restauración del orden y de la institucionalidad.3°- Los trabajadores de Chile pueden tener la seguridad de que las conquistas económicas y sociales que han alcanzado hasta la fecha no sufrirán modificaciones en lo fundamental.4°.- La prensa, radiodifusoras y canales de televisión adictos a la Unidad Popular deben suspender sus actividades informativas a partir de este instante. De lo contrario recibirán castigo aéreo y terrestre.5.- El pueblo de Santiago debe permanecer en sus casas a fin de evitar víctimas inocentes.Firmado: Augusto Pinochet Ugarte, General de ejército, Comandante en jefe del Ejército; Toribio Merino Castro, Almirante, Comandante en jefe de la Armada; Gustavo Leigh Gúzman, General del Aire, Comandante en jefe de la Fuerza Aérea de Chile; y César Mendoza Durán, General, Director General de Carabineros de Chile
Se le da también al presidente un ultimátum: si la Moneda no es desalojada antes de las 11, será atacada "por tierra y aire". El ambiente en la Moneda es de tristeza, lo peor que podía ocurrirles estaba pasando. Carabineros retira las tanquetas apostadas frente a La Moneda y el personal se retira. Muchos reaccionan de forma violenta la proclama, la CUT llama los trabajadores a ocupar fábricas y fundos, organizar la resistencia y esperar instrucciones, con la esperanza de poder detener el "golpe fascista", por medio de los cordones industriales. Allende, que da otro discurso, por el contrario no hace ninguna referencia a la lucha armada ni instrucciones a los líderes de la UP. Mientras un séquito de ministros aparecen y entran a conversar con el presidente para conocer su opinión. A pesar de las ideas de sacarlo, él es tajante con su idea de defender su puesto hasta el final. Los militares se contactan con la Moneda y le hacen la proposición de sacarlo del país, pero reciben una respuesta clara, Allende no se va a rendir. Pinochet se contacta con Carvajal, que le indica la negativa del presidente a rendirse:
A las 9.55 los tanques del general Palacio ingresan en el perímetro de La Moneda, hacia poco que se desató el fuego. Francotiradores apostados en los edificios aledaños los tratan de repeler, y se inicia la balacera, pero La Moneda aún no era atacada. A las 10.15, a través de Radio Magallanes (la única pro-gubernamental aún no silenciada), Allende emite su último mensaje a la Nación:
Estatua de Salvador Allende frente al Palacio de la Moneda
A las 10.30 los tanques abren fuego contra la Moneda, les siguen las tanquetas y los soldados, fuego que es respondido por los miembros del GAP y francotiradores apostados en los edificios aledaños.
Carvajal se comunica nuevamente con Pinochet, informándole de la intención de parlamentar:
A las 11.52 los aviones Hawker Hunter inician su ataque a La Moneda, disparando en cuatro oportunidades sus cohetes sobre la casa de gobierno, el daño causado es devastador. Otros dos aviones bombardean la residencia presidencial de Tomás Moro, a la sazón defendida por los miembros del GAP que no alcanzaron a llegar con Allende.
El ataque prosigue al palacio de gobierno con el uso de gases lacrimógenos, pero al ver que La Moneda todavía se negaba a rendirse, el general Palacios decide tomarla y envía a un grupo de soldados a derribar la puerta del palacio, son las dos y media de la tarde.
Dentro le gritan a Allende: ¡Presidente!, ¡el primer piso está tomado por los militares! ¡dicen que deben bajar y rendirse!.
El presidente dispone rendirse: ¡Bajen todos! ¡dejen las armas y bajen! Yo lo haré al último.
Entonces, según el testimonio de uno de sus doctores, Patricio Gijón, que regresó para llevarse su mascarilla antigas ("de recuerdo", dice), con el fusil AK-47 que le había regalado Fidel Castro durante su estadía en Chile, dijo: ¡ALLENDE NO SE RINDE MILICOS CULIADOS! se dispara en la barbilla, explotando la bóveda craneana y muriendo al instante.
Palacios entra en el salón Independencia, y se encuentra con Allende y el doctor Girón. Reconoce al presidente por su macizo reloj Galga Coulde. Llama al oficial de radio y entrega su escueto informe: "Misión cumplida. Moneda tomada, presidente muerto".
A las 14.38, Carvajal le informa a Pinochet y a Leigh: "Hay una comunicación, una información de personal de la Escuela de Infantería que está ya dentro de La Moneda. Por la posibilidad de interferencia, la voy a transmitir en inglés: They say that Allende commited suicide and is dead now."
A las 18 se reunieron y se abrazaron en la Escuela Militar los cuatro comandantes máximos de las Fuerzas Armadas, eran la nueva junta militar. A excepción de unas pequeñas escaramuzas en sitios aislados de Santiago, la junta toma el poder del país. La Unidad Popular y su presidente habían muerto, se iniciaban los 17 años del régimen militar.
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