Bolivia reitera su reclamo marítimo en la OEA

EN EL PLENARIO DE AYER INTERVINO EL CANCILLER DAVID CHOQUEHUANCA

El ministro expresó su deseo de proclamar “el retorno” de Bolivia al Océano Pacífico para el próximo encuentro de la Asamblea General de la OEA en 2008. “Éste es el pedido clamoroso de las fuerzas sociales, de los trabajadores, intelectuales, y de todas los bolivianos que piden salida al mar”, indicó.


Foto: El ministro chileno de Relaciones Exteriores, Alejandro Foxley, en las sesiones plenarias de los cancilleres en la cumbre de la OEA que se realiza en Ciudad de Panamá.

Lanacion.cl  / AGENCIAS

El Gobierno del Presidente Evo Morales decidió una vez más reiterar su histórica demanda marítima en la Asamblea General de la OEA, que esta vez se desarrolla en Ciudad de Panamá, lugar donde el canciller David Choquehuanca señaló que el “injusto enclaustramiento” de su país es un “escollo permanente” para una mayor integración regional.

Si bien el jefe de la diplomacia paceña valoró los avances que Chile y Bolivia han tenido en su proceso de diálogo a partir de la asunción en 2006 de los regímenes de Evo Morales y Michelle Bachelet, llamó también a hacer un esfuerzo mayor para llegar pronto a una solución que permita alcanzar un “equilibrio”.

En esta dirección, expresó su deseo de poder proclamar “el retorno” de Bolivia al Océano Pacífico para el próximo encuentro de la Asamblea General de la OEA en 2008. “Éste es el pedido clamoroso de las fuerzas sociales, de los trabajadores, intelectuales, y de todas los bolivianos que piden salida al mar”, planteó el canciller, al tiempo que agregó que la mediterraneidad de su país “es una ingrata situación, un escollo para avanzar hacia la integración”.

INFORME

Ante el pleno del organismo multilateral, Choquehuanca presentó un informe de los pasos dados en el último año con Chile para que Bolivia recupere un acceso soberano al mar, entre ellos el acuerdo de restablecer el diálogo para la búsqueda de una solución negociada, que se pactó en la última reunión hemisférica de la OEA, celebrada en Santo Domingo (República Dominicana) en junio de 2006.

En este sentido, el ministro Choquehuanca precisó que “el restablecimiento de las relaciones (con Chile) será la culminación” del proceso de acercamiento entre La Paz y Santiago, que incluye -según precisó- la condición sine qua non para Bolivia de poner fin a su mediterraneidad.

Al término de su intervención, Choquehuanca señaló que “estamos avanzando positivamente” y advirtió que la “no solución” del diferendo sería “un factor de perturbación y amenaza a la paz en nuestra región”.

A su turno, el canciller chileno, Alejandro Foxley, admitió la “complejidad” de este tipo de procesos y destacó la importancia de “mantener el buen ánimo y la buena voluntad” para llegar a una buena solución.

Los representantes de Perú, Venezuela, Argentina, Uruguay y Brasil manifestaron su apoyo al proceso de diálogo entre los dos únicos países del continente que no mantienen relaciones diplomáticas.

La aspiración marítima boliviana experimentó un nuevo hito la semana pasada, luego de que el canciller de Perú, José Antonio García Belaunde, reflotara la opción de una zona de “soberanía compartida” en Arica entre su país, Bolivia y Chile para entregar a La Paz acceso a la costa.

Aunque este asunto fue descartado por Chile, debido a que no está incluido en la agenda bilateral de trece puntos Santiago-La Paz, la Presidenta Michelle Bachelet desde Suiza señaló en esa ocasión que no hay temas vetados con Bolivia y Perú. “Nosotros tenemos con ambos países una agenda de trabajo en que entendemos que ningún tema está vetado, pero que tenga una prioridad con agenda de futuro. Obviamente no nos parece que sea por la prensa donde se establezca discusión sobre temas que son muy delicados para los países. Las cancillerías y el sistema diplomático tiene forma de hacer las cosas que hay que respetar”, subrayó.

Según fuentes del Edificio Carrera, el tono de Choquehuanca ayer en Panamá se mantuvo dentro de los parámetros calculados, en la medida que insistió en la demanda marítima, pero también admitió avances en la agenda bilateral, aceptando que entre Bolivia y Chile todavía se mantiene vigente el nuevo clima que se instaló con las administraciones de Morales y Bachelet.

La intervención de Foxley en la OEA estuvo marcada por el debate sobre la autonomía energética, lo que calificó como un “desafío” para la región. “Es posible o no, éste es el desafío y la pregunta que tenemos que respondernos todos, que la energía se transforme, como ha ocurrido en muchas otras regiones en el mundo, en un eje de integración regional y no en un eje de fragmentación”, indicó.

Sin aludir directamente a Venezuela ni a la no renovación de la licencia de RCTV, también pidió perseverar en “la tolerancia y el respeto recíproco por la diversidad en la región, la no-discriminación y también muy importantemente el respeto irrestricto a la libertad de pensamiento y a la libertad de expresión. En una democracia, la libertad es una sola e indivisible”. LN

Escalona habla de una acción “coordinada”

El presidente del PS, Camilo Escalona, negó estar desarrollando una acción en paralelo a la de Cancillería respecto de Argentina y Perú en materias energética y de límites, respectivamente. Según el senador, el aporte que pueden hacer los partidos debería entenderse como una “política de Estado”. “No hay ningún tipo de descoordinación, ni ninguna acción paralela. Por el contrario, están todas bajo el liderazgo del Gobierno de Chile, que encabeza la Presidenta Bachelet, y son coordinadas por la Cancillería, que es lo que le corresponde”, sostuvo.

“Utilizar las fuerzas positivas que tiene el país en función de un objetivo común como nación, debe entenderse como una política de Estado”, afirmó Escalona, que agregó que a la derecha este proceso le debe resultar complejo de entender, “ya que cuando ésta gobernaba con (Augusto) Pinochet a la cabeza, Chile sólo tenía relaciones con otras dictaduras”. El parlamentario dijo que cuando el presidente de la UDI, Hernán Larraín, estaba con el Gobierno autoritario, las relaciones eran escasas y planteó que éstas se limitaban “a Stroessner, Bordaberry y Videla; es decir, al circuito tenebroso de las dictaduras de la época. Hoy día la derecha no gobierna y afortunadamente, hay gobiernos democráticos y progresistas en América del Sur”.