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Las cuatro chauchas... y el Partido Socialista.

Enviado por Pedro Alejandrop Matta 
Se han difundido, de manera profusa y por internet, y tambien han sido publicadas en el Diario El Clarin digital, las opiniones del abogado Roberto Avila, miembro del Comite Central del Partido Socialista, respecto de los ultimos avatares politicos relacionados al tema de la corrupcion. 
Esto no seria nada sorprendente; es mas, las opiniones del abogado Avila no solo constituyen el ejercicio del legitimo derecho a expresarse, sino que tambien son un elemento de reflexion, no solo para los integrantes del Partido Socialista, sino que   --por el alto cargo de direccion politica de quien las emite--   para toda la ciudadania.
Es asi entonces que, entendiendo al abogado Avila como alto dirigente politico de uno de los partidos mas importantes de la Concertacion, y tomando en consideracion sus palabras, no cabe menos que efectuar el analisis de ellas y sorprenderse de su contenido.
Inicialmente el abogado hace fe de la afirmacion del Presidente del Partido Socialista, Senador Camilo Escalona, en el sentido de que "esos aportes (fiscales) no se recibieron."
Sin embargo, a continuacion, y como primer punto, el abogado desarrolla la tesis de que, de haber existido ayuda economica estatal al Partido Socialista, esta "no pudo ser sino minima, infima, cuatro chauchas." (sic). 
Apoya su argumentacion en la cronica y permanente falta de medios que afirma que aquejo al Partido Socialista durante los años posteriores a la dictadura:  "Eramos, institucionalmente, pobres de solemnidad".
Sin embargo, mas grave y mas compleja, es la afirmacion que el abogado Avila enuncia a continuacion:  Segundo. Y si fuera cierto: que?
Del texto en comento se desprende que la unica interpretacion posible a la pregunta formulada por el abogado Avila  "Y si fuera cierto:  que?"  se relaciona a que la ayuda economica estatal hubiera rebasado   --en cantidad--   las escualidas "cuatro chauchas" mencionadas...
Si esto hubiera sido asi, aparentemente al abogado Avila   --y miembro del Comite Central del Partido Socialista--   no le preocupa.
El, a continuacion, hace un recuento de las propiedades, bienes raices, empresas, medios de comunicacion, locales comerciales, etc. que eran parte del patrimonio del Partido Socialista hasta el golpe de estado.
Afirma, con toda razon, que esos bienes le fueron usurpados o arrebatados   --al Partido Socialista--   "a mano armada", por una dictadura ilegitima.   
Y de esta afirmacion concluye que, como a su juicio no se produjo la restitucion completa, plena, y oportuna de los bienes anteriormente mencionados, seria licito esperar que "el estado hubiera mandado cuatro chauchas"...  
Tal parece que hay aqui, en esta afirmacion, una incongruencia:   nadie, que se sepa, ha visto jamas que el estado haya enviado cuatro chauchas a persona alguna o a partido politico...   Al leer esto uno tiene la impresion de que, alguien, una persona   --o varias--  , al pasar frente al edificio de la Tesoreria recibio  --inesperada y sorpresivamente--  dinero que caia desde una de sus ventanas...   
Por el contrario, lo que se ha conocido a traves de los medios de comunicacion es que se descubrio una accion concertada de grupos organizados dentro de la estructura del estado  --y vinculados a partidos politicos de la Concertacion-- , que han desviado dineros fiscales para usos no contemplados ni especificados en el presupuesto.  Y eso, bien lo sabe el abogado Avila, es una accion ilicita y dolosa; no se trata de una omision casual, inocente, e involuntaria.  No es que a alguien, inadvertidamente, tal como el lo sugiere, le hubieran caido cuatro chauchas...
El abogado  --y miembro del Comite Central del Partido Socialista--  afirma que de haber ocurrido lo anterior constituiria, en cierta forma, la
reparacion del mal causado.   Es evidente que el abogado se equivoca: no puede sostenerse que la reparacion del mal causado se base en tomar la justicia por propia mano (y, en este caso, propender asaltar el erario fiscal mediante operadores politicos y funcionarios publicos conectados a la organica partidista, para pretender resarcirse de perjuicios reales o supuestos).
De otro modo, estariamos afirmando que los fines (reparacion del mal causado) justificarian los medios (desvio de dineros fiscales para resarcir y/o indemnizar).
En su punto tercero el abogado Avila sostiene que, dentro de un marco de disparidad de medios   --en comparacion con los partidos de derecha--   seria funcion y responsabilidad del gobierno intervenir a favor de los partidos de la Concertacion para "equilibrar" la desigual contienda electoral.   La intervencion aludida   --en aras del "desenvolvimiento de la institucionalidad democratica"--   tiene, obviamente, un fuerte componente financiero.  
Nuevamente aqui se enuncia y repite, por parte de este dirigente nacional del Partido Socialista, que los fines justifican los medios...
De todo lo anterior resulta como corolario que el texto redactado por el abogado Avila con el proposito de desvirtuar la posible existencia de una "ideologia de la corrupcion", se transforma, a traves de un simple analisis logico, como una de las piezas de cargo que corrobora la existencia   --y provee la base de justificacion--  de la ideologia mencionada.
Falta por saber si las razones y argumentos expuestos por el abogado Avila son compartidos   --y apoyados--  por el resto de los integrantes del Comite Central del Partido Socialista.   Si asi fuera, la afirmacion de que existiria una ideologia de la corrupcion pasaria de ser una simple hipotesis a ser un hecho de la causa...
Maquiavello no podria estar mas de acuerdo...
Pedro Alejandro Matta.

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