LA PROFECIA DE ALLENDE
Enviado por: "Maria Stella Cáceres"
Dom, 10 de Dic, 2006 3:35 pm (PST)
La muerte de Pinochet en el día internacional de los DDHH, es una cuestión para pensamientos inquietantes. El 16 de agosto,murió otro dictador genocida, Alfredo Stroessner, media hora antes que el edificio de la ex Técnica (centro de torturas instalado con apoyo de la CIA en Paraguay, 1956) fuera cedido en convenio por el Ministerio de Educación y Cultura a la Fundación Celestina Pérez de Almada y a la
MESA MEMORIA HISTORICA Y ARCHIVOS DE LA REPRESION.
Una agenda como ésta no fue preparada por las víctimas, ni los pícaros abogados defensores del dictador, sino por Dios. Este hecho provoca muchas reflexiones.
Más allá de la justicia humana, lenta, escasa e inoperante, Dios permite a partir de hoy, abrir con mayor tranquilidad el juicio de los pueblos y la condena libre, pública y explosiva de las víctimas, cuyas memorias inexorablemente trasparán los tiempos y los libros oficiales y marcará a fuego la identidad social de nuestros pueblos.
La fama, tan amada, por los hombres poderosos y sobre la cual organizan su estrategia de terror y permanencia, paulatinamente, se agudizará como la del gran ladrón, el gran corrupto y profundizará la imagen del genocida. Inexorablemente la memoria de las víctimas se trasmitirá de persona a persona, de copla en copla, quíen fue este hombre monstruoso y cómo se convirtió en el antiparadigma de los DDHH: Augusto Pinochet y su corte criminal.
Surgirán las pruebas, los documentos, los recuerdos ...el miedo empezará a desaparecer y los jóvenes que se agitaron a principios del gobierno de Michelle Bachelet, podrán aprender de sus padres, de las víctimas y finalmente, los programas de historia del sistema educativo, la secuencia de hechos por la cual, Pinochet y su corte se convirtieron en una dictadura más sangrientas y corruptas de América Latina.
A los que lo lloran hoy, en el día de los DDHH, basta tener en cuenta que hoy mismo, un joven argentino, en Santiago de Chile, se encontró con los restos de su padre argentino y de su madre mexicana, que habían huído a C hile, huyendo de la persecusión política argentina. Viviana Díaz, presidenta de Familiares de Detenidos Desaparecidos de Chile, relató que ambos fueron fusilados. El joven argentino, era en ese momento, un niño de dos años y "estaba en brazos de su madre". No conocemos detalles, pero él sobrevivió y hoy se encontró con los restos de su padre. El acontecimiento familiar, humano, íntimo, debe ser considerado un símbolo, de lo que fue el Operativo Cóndor , el pacto criminal que unió a los países latinoamerecanos a instancias de la CIA que determinó la muerte de miles y miles de ciudadanos latinoamericanos.
Por eso, la muerte de Pinochet es significativa en este día, porque el 10 de diciembre de 1948, los representantes de cientos de Estados de todo el mundo suscribián la Declaración Universal de los Derechos Humanos, para ratificar Valores, Derechos y Deberes en relación a la vida de cada persona en cualquier lugar del mundo. Compromisos y desafíos que todos los seres humanos tenemos desde ese momento.
En nuestro caso, es conveniente recordar la intensa y larga amistad de Pinochet y Stroessner y sus respectivas cortes genocidas, fruto del cual consolidaron el Operativo Cóndor a instancias de Kinsinger y la CIA. Basta concurrir al Centro de Documentación y Archivos para la Defensa de los Derechos Humanos y ver la denominada "Acta de Nacimiento del Operativo Cóndor" y otros documentos que muestran su existencia. Esos documentos presentados oportunamente por Martín Almada ante los tribunales de España, Argentina, Francia, Suiza, Chile y Uruguay, provienen del descubrimiento del llamado "Archivo del Terror" que produjimos el 22 de diciembre de 1992. Mañana, 11 de diciembre, Martín Almada declarará como víctima del Operativo Cóndor, en los tribunales de Montevideo, contra los militares uruguayos de la dictadura de los 70.
A las 14,15 del domingo 10 de diciembre, desde mi corazón andino y latinoamericano, comenzará a cumplirse la profecía del Presidente Salvador Allende en su discurso final " mucho más temprano que tarde de nuevo, se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor" (Tito Drago, Allende , un mundo posible. RIL, Editora , Santiago, 2003)
MARIA STELLA CACERES A.
Periodista y Educadora
Asunción, Paraguay, 10 de diciembre de 2006
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