Crisis boliviana tensiona Cumbre Sudamericana
GRUPOS OPOSITORES AUMENTAN MEDIDAS DE PRESIÓN MIENTRAS PRESIDENTE MORALES DENUNCIA PLANES DE SABOTAJE
Huelgas de hambre, secuestros, demandas de fidelidad y promesas de seguridad forman parte del tenso clima político que el Mandatario boliviano no ha logrado controlar y que esperará a los once mandatarios confirmados para la reunión del bloque que se inicia mañana.
Foto: Los manifestantes demandan la fórmula de los dos tercios para aprobar la nueva Carta Magna en la Asamblea Constituyente, donde el oficialista MAS impuso la mayoría absoluta como método de votación.
La Nación/Agencias |
Como una conspiración de la “derecha fascista” calificó el Presidente boliviano, Evo Morales, la huelga de hambre que llevan a cabo alrededor de 600 personas, entre ellas cuatro gobernadores, 13 senadores y cerca de 30 diputados opositores, en demanda de la aprobación de una Carta Magna de consenso por parte de la Asamblea Constituyente.
“Durante estos diez meses de Gobierno (he vivido) de conspiración en conspiración, que viene de la derecha fascista”, afirmó Morales, quien no se quedó en las acusaciones, sino que además demandó fidelidad a las Fuerzas Armadas y la policía para apoyar sus políticas económicas y sociales.
Asimismo, el Mandatario, que ha llamado de manera infructuosa a deponer las medidas de presión, sostuvo que las manifestaciones son sólo una excusa pues “de fuente confidencial, sabemos que los prefectos han resuelto, por las buenas o las malas, hacer fracasar la Asamblea Constituyente”, agregando que “seguramente quieren hacer fracasar la Cumbre Sudamericana”.
Pero mientras Morales demandaba respaldo, el clima de inestabilidad social en Bolivia parecía no menguar. Y es que a sólo horas de inaugurarse la II Cumbre Sudamericana, el férreo rechazo al oficialismo parecía no dar pie atrás.
La oposición exige que la nueva Carta Magna se apruebe en la Constituyente por dos tercios de los votos para garantizar que se adopte por consenso. Sin embargo, el viceministro de la Presidencia, Héctor Arce, sostuvo que la fórmula de “aprobación mixta” de leyes -postulada por el partido de Morales, el Movimiento al Socialismo (MAS)- da opción al disenso en temas políticos fundamentales y que, en caso extremo, la nueva Constitución será sometida a un referendo popular.
A lo anterior se suma la incesante lucha de algunas regiones por obtener su soberanía. De hecho, y como ejemplo de la demanda local, el alcalde de Santa Cruz, Percy Fernández, esbozó una idea que parece encontrar eco en la región: establecer la República Oriental de Bolivia en un escenario de confrontación, “a tiros porque esto es a la mala”.
Con todo, la administración de Morales sabe que esta manifestación no es una protesta más. Aparte de la radical postura que han asumido los huelguistas y la respuesta de los partidarios de Morales -que llevó incluso a que un grupo de indígenas tomara de rehén al gobernador de La Paz, José Luis Paredes- la asonada se da a horas de que comience en Cochabamba, la II Cumbre Sudamericana de Naciones. De ahí que Arce denunciara la “radicalización” del boicot contra el cónclave sudamericano. “Ante una voluntad de diálogo patentada por el Presidente, ¿con qué nos han respondido?: con la masificación de las huelgas, con sus intenciones de generar mayor conflicto en el país y afectar una Cumbre que no va en beneficio del Presidente Morales, de su Gobierno (sino) en beneficio de la buena imagen de nuestro país”, aseguró.
Pero el viceministro no es el único que no ve con buenos ojos la “inoportunidad” de las manifestaciones. Varios personeros de Gobierno -entre ellos, el propio Presidente Morales- han intentado garantizar el desarrollo normal del encuentro sudamericano.
La ministra de Gobierno, Alicia Muñoz, anunció que la seguridad en Cochabamba estará a cargo de al menos cuatro mil policías y un número no revelado de militares, a quienes se sumarán unos tres mil productores de coca, la base política y sindical del Presidente Evo Morales.
El anuncio de medidas extraordinarias de seguridad fue hecho mientras el canciller, David Choquehuanca, insistía en que el Gobierno esperaba reunir en la cumbre a todos los presidentes sudamericanos excepto el de Colombia, Álvaro Uribe y su homólogo argentino, Néstor Kirchner.
“Ningún presidente ha manifestado su preocupación de que esta cumbre este perjudicada por marchas o huelgas, nosotros consideramos que la cumbre es un desafío de todos”, dijo.
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AUSENCIA DE KIRCHNER
El Presidente argentino, Néstor Kirchner, desistió de participar de Cumbre Sudamericana que sesionará el próximo fin de semana en la ciudad boliviana de Cochabamba, según lo informó la Casa de Gobierno de Buenos Aires.
Si bien fuentes oficiales aseguraron que “no existe un motivo especial” para que Kirchner falte a la reunión, recordaron que el Presidente argentino “nunca dijo que pensaba concurrir” a Cochabamba.
Así las cosas, la delegación argentina estará encabezada por el canciller, Jorge Taiana, su jefe de gabinete, Agustín Colombo Sierra, y el secretario de Integración Económica Americana y Mercosur, Eduardo Sigal.
Los voceros oficiales recordaron además, que Kirchner es “poco afecto” a las cumbres y sólo concurre a las de presidentes del Mercosur, porque le resulta ineludible.
“Kirchner viajó a la Cumbre Iberoamericana (hace un mes en Montevideo) porque se lo pidió personalmente el Rey de España”, explicaron.
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