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Centros Chilenos en el Exterior

El Muro. La frontera entre Estados Unidos y México

Por Fernando Villagómez Porras *

Entre la frontera de Estados Unidos y la de México, como en todas las fronteras del mundo, suceden, acontecen, ocurren cada día, infinidad de cosas; acontecimientos; paso de personas, de vehículos, de mercancías; tráfico de gente, de drogas, de dinero; conflictos por la distribución de las aguas de los ríos colindantes; cuestiones de seguridad. Y siempre ha sido así.

Entre la frontera de Estados Unidos y la de México, como en todas las fronteras del mundo, suceden, acontecen, ocurren cada día, infinidad de cosas; acontecimientos; paso de personas, de vehículos, de mercancías; tráfico de gente, de drogas, de dinero; conflictos por la distribución de las aguas de los ríos colindantes; cuestiones de seguridad. Y siempre ha sido así. Los norteamericanos han cruzado ilegalmente la frontera mexicana, por razones diferentes, un sinnúmero de veces, en muchas ocasiones huyendo de la ley. Por su lado, los mexicanos, ni se diga, lo han hecho millones de veces.

Sobre la frontera, cuenta la historia que el legendario Jefe de la División del Norte, Don Francisco Villa, fue el primero o el segundo mexicano que se atrevió a cruzar la línea fronteriza sin pedir permiso, echando bala, con sus tropas; indignado por el reconocimiento que Estados Unidos le daba al gobierno de Carranza; además, lo culpaba de su derrota en la región de Agua Prieta por permitir el paso de las fuerzas de Carranza por territorio norteamericano, y lo acusaba también de enviar armas y municiones defectuosas[1]. Por la madrugada del 9 de marzo de 1916, un grupo de villistas cruzaron el Río Bravo con sus briosos caballos, avanzaron hasta Columbus, Nuevo México, y atacaron por sorpresa a toda la población. La columna villista irrumpió a galope en el pueblo de Columbus gritando ¡Viva Villa! ¡Viva México!, disparando a diestra y siniestra sobre las casas y sobre cualquiera que se asomara; atacaron un destacamento de caballería, confiscaron armas y caballos, incendiaron edificios, saquearon bancos y comercios, y se volvieron orgullosos, triunfantes al lado mexicano.[2] Para castigar la osadía de Villa, se comisionó al mismísimo general Pershing para perseguir y capturar al intruso. Al día siguiente, el presidente Wilson dio orden de que una fuerza expedicionaria de unos cinco mil hombres ingresara a territorio mexicano en persecución de Villa bajo el mando de John J. Pershing. Entre las instrucciones finales de la Expedición Punitiva, como se le llamó, no era solo la captura de Villa, sino también disolver todas sus fuerzas militares. Durante 11 meses (1916-1917), los soldados comandados por Pershing recorrieron a su antojo las tierras norteñas de México buscando a Villa sin éxito. El Centauro del Norte había desaparecido; nunca fue capturado. Según Friedrich Katz, profesor de historia latinoamericana de la Universidad de Chicago, precisa en su obra The Life and Times of Pancho Villa, que el ataque a Colombus fue y sigue siendo el único caso de una fuerza militar extranjera que haya cruzado y atacado territorio continental en Estados Unidos desde la guerra británica-estadounidense de 1812.[3]

Hace unos meses, en este año, 2006, del lado norteamericano se detectó un convoy que de lejos parecía integrado por vehículos del ejército mexicano. Al parecer, este convoy custodiaba un transporte que aparentemente pertenecía a narcotráficantes y que iba cargado de marihuana. Cuando se dieron cuenta de que la policía norteamericana los había detectado y se acercaba, sacaron las armas, dispararon para frenar el acecho policial y sin matar ni herir a nadie emprendieron de inmediato la retirada. Se metieron en territorio mexicano y enseguida desaparecieron. Después hubo un lío en el que todos los participantes tenían diferentes versiones del asunto. Los mexicanos desmentían que el ejercito mexicano pudiera estar metido en este asunto y tener algún contacto con el narcotráfico. De seguro los uniformes los habían robado sicarios narcos. Los norteamericanos lo vieron bien claro, vehículos exclusivos militares de los que usa el ejercito mexicano; se metieron en territorio mexicano y allí, por lo visto conocedores del terreno, rápidamente desaparecieron[4].

Hace unas semanas en el río Bravo, cerca de Piedras Negras, Coahuila, al intentar internarse en tierras texanas, por las cercanías de Eagle Pass, murió ahogada una familia: los padres y sus dos hijas. Un poco antes había llovido no muy lejos de allí, subió el nivel del agua; la corriente, con más empuje y los arrastró. Los padres trataron de salvar a sus hijos, los hijos se aferraron a ellos y el río en un segundo a todos se los tragó.

1. En la actualidad, la situación de la línea fronteriza está en que los norteamericanos quieren construir un muro, o tramos de muro, en puntos importantes, en los más de tres mil kilómetros de frontera que tienen con los mexicanos. Los motivos: salvaguardar la seguridad nacional de los Estados Unidos, combatir el tráfico de drogas y evitar el paso ilegal de cientos de miles de personas.
Salvaguardar la seguridad nacional construyendo un poco más de mil kilómetros de muro se escucha un poco infantil. El ataque de las torres gemelas, que hizo despertar a los norteamericanos y mirar diferente al mundo, sucedió en el 2001; ya han pasado cinco años, en todo ese tiempo se han colado de manera ilegal por la frontera mexicana-norteamericana cerca de quinientas mil personas por año, sin contar los que han entrado de otras partes del planeta, por otras partes de los Estados Unidos, por avión o mar. ¿Cuántos terroristas no hubieran ya pasado y habrían hecho lo suyo? ¿Salvaguardar la seguridad nacional a través de tramos de muro?
Si no eso, ¿entonces qué? ¿Frenar, combatir, el tráfico de drogas con la construcción de este muro? ¿Con el levantamiento de un muro que estará allí estático, impávido? Los tráficantes de drogas tienen muy buenos contactos, de mucho peso, lo que les permite ser, en muchas ocasiones, más rápidos y efectivos que las acciones de los cuerpos policiacos. Cambian el lugar de las operaciones, de entrega, de la forma de envío. Sí, hay tráfico de droga por ese territorio fronterizo donde quieren construir bardas o vallas; también lo hay, en forma de hormiga, utilizando una parte de esas quinientas mil personas que cruzan la frontera ilegalmente cada año. Pero seamos sinceros, el gran peso del tráfico de drogas se realiza a través de camiones de carga, barcos o avionetas, que muchas veces pasan por los cruces autorizados, por las garitas, y van a dar a lugares y personas determinados en los Estados Unidos.
Jorge Fernández Menéndez, periodista experto en el tema del narcotráfico, nos comenta: "Creo que desde 2001 cuando se tomaron fuertes medidas en la frontera para combatir el narcotráfico no lo afectaron mucho o nada, porque la oferta de drogas es igual que antes, el precio de la droga se mantiene, lo que demuestra que la oferta es la misma, la cifras oficiales de consumo de cocaína demuestran una disminución marginal de menos de un punto por ciento.[5]

El muro no causará problemas a los narcotraficantes, y si los causa, entonces se pondrán a excavar tuneles como los que no hace mucho localizó la Guardia Fronteriza en diferentes lugares de la frontera. “El túnel encontrado por debajo de la frontera entre México y Estados Unidos la semana pasada es una prueba de que la tecnología utilizada por el gobierno estadounidense está fallando en la localización de este tipo de rutas para el tráfico de drogas”[6]. Un representante de la Oficina de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), se justifica: “esta tecnología registra cualquier tipo de anomalía o variación en el suelo, de manera que un equipo de excavación puede trabajar todo el día para finalmente encontrar rocas o mantos freáticos”[7]. Mischa Piastro, agente especial de la Oficina Federal contra el Narcotráfico (DEA) en San Diego, al ser cuestionado sobre la magnitud del túnel y el hecho de que las autoridades de ambos lados de la frontera no se hayan percatado de la construcción, el agente comentó que la ubicación de las entradas del túnel dificultó la detección ya que en ambos países, las entradas se encontraban dentro de bodegas ubicadas en zonas industriales con alto tránsito de camiones de carga[8].

La frontera entre México y Estados Unidos cuenta con más de 3 mil kilómetros de extensión, para el profesor de geofísica de la Universidad de Kansas Don Steeples, quien ha trabajado en la detección de túneles durante 20 años, es un problema equivalente a encontrar una aguja en un pajar[9]. El túnel encontrado la semana pasada tiene 1150 metros de largo, 26 metros de profundidad y 1.5 metros de diámetro. Cuenta con ventilación y con instalaciones eléctricas en funcionamiento. Los investigadores creen que la construcción del túnel comenzó en mayo del 2004 y entró en operaciones en noviembre del 2005. Desde septiembre del 2001 se han descubierto 21 túneles en la frontera de México con los estados de California y Arizona y otros 15 fueron descubiertos durante los 11 años previos a esa fecha. Cuatro túneles más se han encontrado entre Tijuana y San Diego tan sólo en lo que va del mes[10].

Así entonces, se puede deducir que el objetivo principal de la construcción del muro es detener el paso ilegal de personas que quieren entrar, trabajar y ganar dólares en los Estados Unidos, más que la seguridad nacional y el combate al tráfico de drogas. ¿Será posible conseguirlo? Parece como si se le diera una fuerte sobredosis de aspirina a un enfermo de cancer en estado avanzado.

Por ahora parece imposible frenar a toda esa muchedumbre que quiere cruzar la frontera para sobrevivir y salvar de la miseria a sus familiares que se han quedado en su lugar de origen. Arriesgan su vida o su salud por cruzar ilegalmente la frontera, lo saben muy bien. Saben también que, de donde ellos son, ya no hay en qué emplearse, y si hay empleo, se gana muy poco. Además, del lado estadounidense hay mucha demanda por su trabajo, lo piden a gritos. Le piden a ese hombre que ha gastado su dinero, su tiempo y que ha arriesgado su vida para llegar hasta el territorio norteamericano, que lleve a cabo tareas que mucha gente ya no quiere realizar. El mexicano-centroamericano está dispuesto a hacerlo y además barato. Su precio significa casi la mitad de lo que legalmente se debería de pagar a un empleado de similar condición, pero también muchísimo más de lo que podría ganar en su país de origen. Por esta razón, es comprensible ver gente, cada tarde, desde algún lugar de la amplia frontera del territorio mexicano, acechar pacientemente la oportunidad de entrar en tierra americana: por donde sea, como sea, por cualquier huequito de la amplia frontera. Saben lo que les espera del “otro lado”: riesgos, trabajo y buena paga. Tendrán que arriesgarse en el cruce, no les queda otra; o se mueren de hambre en sus países o en el intento por llegar al otro lado.

2. En realidad, si hablamos de construir un muro en la línea fronteriza, a finales de la década de los ochenta ya se habían instalado las primeras bardas en la frontera Tijuana-San Diego con placas de metal­ que habían servido al servicio militar como pistas de aterrizaje en algun lugar del mundo. Se instalaron en algunos trechos de la frontera con la idea de detener y controlar el paso de vehículos (muchos de estos iban cargados de gente); en aquel entonces no se consideraba importante detener el tráfico humano[11].

Hace unos 25 años se podía caminar por las cercanías de la amplia línea fronteriza, esperar la llegada de la noche y pasarse al otro lado, sin grandes complicaciones. O en forma individual, por los cruces oficiales, fingiendo una seguridad de alguien que tiene permiso para cruzar la frontera. Sí, había detenciones, no faltaban, eran ocasionales. En esos tiempos se podía pasear por la playa de Tijuana y meterse en la del vecino centenas de metros, y no pasaba nada. Pero hace unos 20 años se vinieron al suelo las finanzas mexicanas. El gobierno mexicano se declaró en bancarrota. En el país: quiebra de fabricas, de empresas, disminución de plazas en el Estado; desempleo, falta del poder adquisitivo, falta de oportunidades de desarrollo. Todo lo anterior estimuló el aumento de aspirantes para ir a buscar trabajo en los Estados Unidos.

El asunto del tráfico ilegal humano tomó mayor importancia a partir de 1994 – curiosamente en el mismo año en que surgió el Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN). Por ejemplo, en 1960, en promedio, unos 50 mil mexicanos cruzaron la frontera norteamericana de manera ilegal, para ir a buscar trabajo. Veinte años después, lo hacían cerca de 150 mil mexicanos; un aumento de 100 mil personas en 20 años. Para 1994, la cifra había crecido a unas 250 mil personas. Y seguía creciendo. Los estragos de la mala administración del país durante tantos años y el estallido de la crisis del 86 eran los principales motores en este acrecentamiento. También lo era el hecho de que, en 1986 (y un poco en 1987), el gobierno norteamericano concedió una “amnistía”, a través del programa: Immigration Reform and Control Act (IRCA), a 2.3 millones de mexicanos indocumentados[12]. Amnistía que acrecentó las esperanzas de millones de mexicanos de ser beneficiados de esta o de otra amnistía. Los que estaban allí se quedaron y los que estaban fuera empezaron a regresar o llegar por primera vez, provocando un incremento de personas deseosas de entrar ilegalmente en los Estados Unidos. Además, no hay que olvidar de que por aquellos tiempos, a pesar de que la tasa de crecimiento de la población ya decrecía, la población mexicana, en términos absolutos, seguía y sigue creciendo significativamente lo que significa que teníamos, y aún tenemos, una multitud de jóvenes, de todos lo rincones de México, conformando un ejercito de reserva de trabajo en espera de la primera oportunidad para irse a trabajar a los Estados Unidos.

Así que para 1994, el asunto del tráfico de personas a Los Estados Unidos, había pasado a ser de suma importancia para las autoridades norteamericanas. Había que detener ¡ya! ese tráfico. ¡Había que hacer algo! Especialmente en el estado de California. En ese mismo año, entró al rescate del estado californiano un programa antinmigrante llamado: “Operación Guardian”. Bajo su cobijo se empezó a construir un muro con cercas y bardas de metal, ahora sí para detener el paso de gente y no sólo de vehículos. Un muro “...formado por 73 kilómetros de cercas de placas de metal, en la frontera Tijuana-San Diego, luces de estadio a lo largo de unos siete kilómetros en Imperial Beach y Chula Vista; luces que alumbran grandes secciones de la barda, haciendo que se parezca al Muro de Berlín. Nada más faltan las torres de seguridad con los francotiradores”[13]. Otros tramos de este tipo de muro se estaban construyendo, o se construirían, en Arizona, Nuevo Mexico y Texas.

A la Operación Guardián se le asignaron recursos y tecnología sin precedente. “Más de mil 800 vehículos: Bronco, Expedition, vans, sedanes, motocicletas "toro", bicicletas, y también caballos, 12 helicópteros de apoyo a los agentes en tierra, miras infrarrojas y sensores sísmicos que perciben los movimientos de las personas y mandan señales al centro de comunicaciones de la Patrulla Fronteriza. Se instalaron cercas tipo "bollard" en unos tres kilómetros de frontera. Hechas de columnas de concreto reforzado de cuatro metros de altura, separadas por 15 centímetros, con una extensión de malla de casi un metro, inclinada hacia el lado mexicano. El sector de San Diego cuenta ahora con 16 kilómetros de cercas de "malla segura", de cuatro metros de altura”[14].

Se supuso que con todos estos recursos las acciones de la Operación Guardián mejorarían las estadísticas de la Patrulla Fronteriza, es decir, que se lograría disminuir la cantidad de entradas ilegales. Veamos, en 1995 entraron ilegalmente a los Estados Unidos 150 mil mexicanos; en el 2000, 300 mil; y en el 2005 entraron alrededor de 500 mil migrantes. En los últimos años (2003-2005) la migración ilegal se elevó drásticamente. Se estima que cada año 2,5 millones de personas cruzan la frontera norteamericana. Según la Patrulla Fronteriza, entre 1999-2001 casi 4 millones de personas fueron deportadas, el 60% eran mexicanos. En el 2000 se supone que existían unos 7 millones de mexicanos indocumentados, en el 2003, unos 8,5 millones y en el 2005 cerca de 10 millones.

¿De acuerdo a lo anterior, cabe entonces decir que la Operación Guardian ha servido para nada? ¿Todos sus radares, vehículos todoterreno, aumento de agentes fronterizos, bardas, toda la electrónica, todo en vano? No. La Operación Guardian tuvo y tiene su éxito en esos tramos de la frontera que han estado bajo su protección. Se mejoraron las estadísticas, sobre todo en California, se logró disminuir la cantidad de entradas ilegales. En el año fiscal de 1995 (de octubre a septiembre) se hicieron 524.231 arrestos en el sector de San Diego. En 1996, la cifra disminuyó a 483.815. En 1997 hubo una disminución, 283.889 arrestos. En 1998, 248.092 personas y en 1999 se arrestó a menos de 200 mil. Claro que disminuyeron los arrestos porque también disminuyó el número de entrantes. La mayoría ya se dirigía principalmente a las tierras inhóspitas de Arizona. Y por supuesto, allí comenzaron a subir las estadísticas de entrada ilegal. Para año fiscal del 2003, en Arizona se arrestaron a 343.543 personas y para 2004, sólo en el sector de Tucson, a 487.491. Se incrementaban los arrestos porque ahora había más gente para aprehender, por lo tanto, de seguro, también había aumento de personas que habían logrado entrar a los Estados Unidos. Sin embargo, las autoridades norteamericanas dijeron que este incremento de arrestos se debía en gran parte al operativo “Control de la Frontera de Arizona” (ABC), implantado el pasado mes de mayo a un costo aproximado de 28 millones de dólares. El operativo trajo a la frontera de Arizona-México más helicópteros, radares, 200 agentes adicionales y el uso por primera vez de aviones espías tipo Hermes, los cuales son manejados a control remoto[15]

Así que, con las acciones de la Operación Guardian, disminuyeron las entradas de ilegales por esos tramos custodiados en territorio californiano. Los guías, coyotes o polleros dejaron de transitar con su gente por esos caminos vigilados y se fueron a buscar otros. Poco a poco, el flujo de migración se fue trasladando al este, primero en el mismo estado de California; después más al este, hasta llegar un día al estado de Arizona. Por allí empezó a colarse ese flujo de migrantes. Se metían, se dirigían a las ciudades más cercanas y de allí a otros estados norteamericanos. Los habitantes de esas ciudades cercanas de Arizona, tomados por sorpresa, empezaron de pronto a sentirse invadidos; a sentir que por las noches, seres humanos, gente sospechosa, de poca confianza, rondaban sus terrenos, sus calles, sus casas; que salían de la nada, aparecían como si fueran ratas saliendo de su escondite, cubiertos por el manto de la noche, apresurándose para ir a esconderse a otro lugar. Los habitantes de estas ciudades, casi de inmediato levantaron sus protestas (Arizona no había necesitado hasta entonces mano de obra mexicana a tal escala como la del estado de California), hubo reuniones, concejos. Se crearon grupos civiles de protección a la ciudadanía, se creó la organización “Minuteman”[16], se pidió aumentar el número de policías fronterizos, mejorar las técnicas e instrumentos de detección de paso de gente, más vehículos especiales. Se pidió apoyo del gobierno federal para establecer una política de “cerrar” la frontera y detener a ese gentío.

La Operación Guardían de pronto quedó pequeñita, no lograba cumplir del todo su cometido, ni aún con la super tecnología que le acompañaba. Las autoridades norteamericanas tomaron la decisión de apoyar esta Operación con la construcción de las franjas de muro y el despliegue, en diferentes puntos de la frontera mexicana- norteamericana, de unos 6 mil soldados de la Guardia Nacional a partir de agosto del 2006.

3. En enero del 2006 la gobernadora de Arizona, Janet Napolitano, presentó un proyecto denominado “Strong Border, Secure Arizona”. Establecía como objetivos: incrementar la seguridad de la frontera, penalizar a negocios locales que empleen a inmigrantes indocumentados y solicitar al gobierno la presencia de soldados de la Guardia Nacional en la frontera entre Arizona y Sonora (México). La gobernadora calificó de duro, pero a la vez realista, su plan para frenar la inmigración ilegal. Propuso que se persiga y encarcele a quienes se dedican al tráfico de inmigrantes

indocumentados, que se termine con la falsificación de documentos que se utilizan para conseguir trabajo, que se incremente el uso de tecnología en los puertos fronterizos para frenar el robo de autos, los cuales con frecuencia son utilizados para transportar a inmigrantes indocumentados y se apruebe una ley estatal que imponga fuertes sanciones y multas económicas a todos aquellos negocios que empleen a inmigrantes indocumentados “Si realmente queremos poner un alto a la inmigración ilegal, tenemos que dejar de ofrecerles trabajo”[17].

Un mes antes, en diciembre del 2005, la Cámara Baja de los Estados Unidos había aprobado, y el senado en mayo del 2006 lo rátificó[18], la construcción de un muro, que en realidad sería el reforzamiento y ampliación de tramos de muro ya existentes, de 1.123 km, a lo largo de la frontera, para que “sirva de contención, en ciertos puntos fronterizos, a la entrada de migrantes de América Latina y de reforzamiento de la seguridad de la frontera a través de la adquisición de más aparatos de alta tecnología: satélites, aeronaves tripuladas y no tripuladas, sensores terrestres y cámaras conectadas a un sistema computarizado que alertaría a la Patrulla Fronteriza sobre la presencia de inmigrantes”[19]. Hace poco, unos niños detenidos y luego repatriados por agentes de la Patrulla Fronteriza comentaron a un periodista que les había sorprendido que los detectaran y detuvieran en la noche, luego notaron que el equipo que portaban los policías eran de visión nocturna con vehículos todoterreno. Curiosamente, los menores habían cruzado a Arizona por un hueco que los polleros habían hecho en la valla metálica de la frontera[20].

También en diciembre del 2005, con el nombre “Operation Streamline II” fue lanzado un operativo más en el estado de Texas, con la idea de salvaguardar las fronteras y detener a la gente que entraba ilegalmente en territorio norteamericano. Los inmigrantes indocumentados capturados en la frontera de Texas con México serían detenidos y deportados. La zona designada incluye a Eagle Pass, una población ubicada a unos 225 kilómetros al suroeste de San Antonio, y áreas cercanas de la frontera de los Estados Unidos[21].

Los primeros pasos ya se han dado en el suroeste de Arizona. En febrero del 2006, agentes estadounidenses de Aduanas, de la Patrulla Fronteriza y de la Guardia Nacional patrullaban 192 kilómetros de desierto, desde una sala de comunicaciones llena de sistemas computacionales y 25 televisores de pantalla plana en la pared[22].

El gasto realizado por el gobierno de Estados Unidos en el fortalecimiento de las medidas antimigrantes pasó de 580 millones de dólares en 1990 a 910 millones en 1995; a 2,308 en 2000 y a 5,000 millones de dólares en 2005.

Según la predicción del secretario de Seguridad Nacional, Michael Chertoff, Estados Unidos controlará las fronteras mexicana y canadiense en tres años[23].

El 30 de junio del 2006, los gobernadores de los estados de Kentucky y Carolina del Norte anunciaron la aportación total de 950 soldados de la Guardia Nacional para apoyar la seguridad en la frontera de Estados Unidos – México. “Las acciones de Kentucky y Carolina de Norte llegan un mes después de que el presidente George W. Bush anunciara que solicitaría a los estados la aportación de hasta 6.000 soldados de la Guardia Nacional para que contribuyan a la seguridad de las fronteras del sur. El plan de Bush prevé que 2,500 soldados estén en la frontera para el 30 de junio, y seis mil hacia finales de julio del 2006”[24]. La idea de las autoridades es que estos soldados cumplan tareas de ingeniería, de construcción vial y de vallas, de transporte, logística, vigilancia, de reconocimiento y labores portuarias, pero no funciones policiales directas. Los soldados serán desplegados en los cuatro estados del sur que tienen límites internacionales: California, Arizona, Nuevo México y Texas. Como ejemplo: 55 soldados de la Guardia Nacional del estado de Utah arribaron a principios de junio a Yuma, Arizona, sin portar armas; por dos semanas, instalando un mejor sistema de iluminación en el borde fronterizo, extendiendo una verja ya existente y construyendo una carretera; todo en San Luis, Arizona, puerto fronterizo muy activo para la patrulla fronteriza de Estados Unidos. "Estamos complacidos y emocionados de que finalmente esto está avanzando, porque Arizona lo ha solicitado largamente", comentó Jeanine L’Ecuyer, portavoz de la gobernadora Janet Napolitano[25]. Sin embargo, otra fuente de información afirma que los soldados no llegaron a las zonas fronterizas para “andar correteando indocumentados”; su misión será combatir el narcotráfico. Así lo expuso el subsecretario de Defensa de Estados Unidos, Paul McHale, durante la audiencia que tuvo en el Senado el pasado 17 de mayo para explicar el papel de las Fuerzas Armadas en la frontera. Dijo que tomará de dos a tres meses colocar a los seis mil soldados a lo largo de la frontera[26].

El 2 de agosto de este 2006, con 6,199 soldados, la Guardia Nacional completó su despliegue en los límites con México para apoyar labores de la Patrulla Fronteriza. La misión deberá durar dos años, mientras se forman los nuevos agentes de la Patrulla Fronteriza que aumentarán de 12 mil a 18 mil miembros en 2009[27].

A pesar del despliegue de seis mil efectivos de la Guardia Nacional y la construcción de otras bardas, los vigilantes de Minuteman Project advirtieron que a pesar de todo, ellos, continuarán patrullando la frontera.: "Creemos que el muro es una herramienta necesaria para asegurar la frontera, pero continuaremos patrullando, porque no vemos que el Congreso esté caminando en la dirección correcta para atacar a quienes emplean a ilegales", dijo uno de los representantes de los minutemen Tim Bueler. Consideró que esos seis mil soldados no son suficientes, ya que ellos, los minutemen, fueron 10 mil en los últimos 30 días de operaciones y no sirvieron para detener a todos los indocumentados[28].

4. Las nuevas bardas fronterizas, aprobada su construcción por la Cámara Baja y por el Senado de los Estados Unidos, representará más muertes en la frontera y será un fracaso en el intento de frenar la inmigración indocumentada, manifestaron en respuesta representantes de organizaciones defensoras de los inmigrantes. Por ejemplo, la directora del proyecto fronterizo, en San Diego: “Rural Legal Assistance Foundation”, organismo que aboga por los migrantes en la frontera, opina que la barda propiciará que la gente cruce por lugares aún más remotos. "Y eso implica que habrá más muertes”[29]. De por sí en el 2005 se estableció récord mortal, que según el gobierno norteamericano fue de 516. Por su lado, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) declaró que el riesgo de ser detenidos, para los migrantes que intentarán internarse en los Estados Unidos de forma indocumentada, aumentará durante el 2006, debido a que el número de agentes de la Patrulla Fronteriza será incrementado en un 20%[30].

Entrar de ilegal por las tierras sureñas de Arizona no es una tarea fácil, sobre todo, si se hace a pie. Del lado mexicano hay montañas, del lado norteamericano, desierto. Con estas condiciones y la falta de conocimiento del nuevo terreno, la situación se ha vuelto muy difícil, más peligrosa, más llena de muertes. Desde que empezó la Operación Guardián, en 1994 hasta el año 2002, unos 400 migrantes fallecieron en la zona este de la frontera californiana. 19 de ellos murieron debido a insolación e hipotermia. Los migrantes, la mayoría de los cuales jamás habían conocido un desierto, sencillamente no se habían preparado ni para temperaturas extremas ni para cargar suficiente agua para sobrevivir[31].

El número de muertes se ha incrementado enormemente: en 1995 hubo 61 muertes, en 2000, 391, en 2004 se registraron 373 y en 2005, alrededor de 500. Por el lado de Arizona, 7 personas en 1996, 26 en 1997, 44 en 1999 y 11 en el 2000. El cruce que cuenta con el mayor número de víctimas fatales en camino hacia “el sueño americano” es el de Río Grande. En 1996 se registraron 21 muertes, 170 en 1998 y 238 en el 2000; es decir, en 2000 murieron 11 veces más personas que en 1996[32].

Alrededor de 3.600 muertes en total han ocurrido desde 1994 hasta fines de 2005, "Calculamos que deben haber unas 16.000 personas lisiadas como consecuencia de la política que comenzó con la Operación Guardián”[33].

De una manera indirecta, o directa, como un instrumento de la política migratoria norteamericana, la Operación Guardian es la responsable de esas muertes y de esas personas lisiadas, sus acciones lo provocaron, aunado a la tentación de los empleadores norteamericanos de ofrecer trabajo y pagar en dólares si el candidato lograba cruzar el camino taponeado por la Guardia Fronteriza.

La directora de la Coalición Legal Rural de California, Claudia Smith, lamentó que desde la reunión presidencial (2001) a la fecha se registraron unas 2 mil muertes de personas que intentaron meterse en Estados Unidos, sólo 500 durante 2005, lo que evidencia que la situación ha empeorado en lugar de resolverse[34]

Algunos creen que los fallecimientos aumentarán aún más, a medida que crezca la cantidad de gente que espera, que llega de las deportaciones, sin dinero, que como último recurso intentarán cruzar por sí solos el territorio norteamericano: desconocido, desértico y peligroso.

Las posibilidades que tiene un migrante de salir ileso y llegar sin contratiempos al lado norteamericano depende de varios factores adversos como el calor del desierto, las salvajes corrientes del río, la velocidad y fuerza de los trenes, animales peligrosos y la delincuencia que se vive a expensas de estos hombres y mujeres que diariamente dejan su casas y sus familias en busca de un futuro mejor.

El 29 de julio del 2006, Agentes de la Patrulla Fronteriza y policías rescataron a 34 inmigrantes indocumentados que quedaron atrapados en un túnel del sistema de desagüe que se inundó después de una fuerte tormenta y que conecta con la ciudad fronteriza de Nogales. Este intento demuestra la desesperación de los traficantes de indocumentados, originada por el incremento de la vigilancia en la frontera de Arizona de parte de soldados de la Guardia Nacional[35].

Lo anterior ha provocado un agudo incremento en las cuotas de los contrabandistas de personas, porque además de la llegada de soldados de la Guardia Nacional a la frontera, también están los planes estadounidenses de incrementar la seguridad fronteriza con super equipo de alta tecnología, lo que convierte el viaje hacia Estados Unidos, con frecuencia letal, en un recorrido más difícil y peligroso[36].

Incluso, el aumento en las cuotas ha convencido a algunos emigrantes a cancelar sus planes de introducirse furtivamente en Estados Unidos; mientras que otros, como lo hemos visto líneas atrás, con la desesperación dentro, deciden hacerlo por su propia cuenta.

De unos diez años a la fecha, las cuotas de pago a los “polleros” se han elevado de una manera considerable. A principios de la década de los 90, del siglo pasado, costaba el paso unos 250 - 300 dólares; a fines de esa década, entre 500 a 750 dólares; para el 2003 se podía pagar entre 1000 a 1200 dólares; en el 2005 se pagaba ya 1500 ó 2000 dólares. Actualmente, los contrabandistas cobran hasta cuatro mil.

Las autoridades mexicanas y estadounidenses ya han registrado un descenso en la entrada de inmigrantes, aunque se desconoce si esto será duradero. Quizá hasta que los contrabandistas de personas hallen nuevas rutas a través de terrenos más peligrosos y los indocumentados tengan dinero para pagar las cuotas más elevadas.

5. Después de unas semanas de haberse aprobado el proyecto sobre la seguridad fronteriza y la construcción del muro, por parte de la Cámara Baja estadounidense, en enero del 2006, la voz de los empresarios estadounidenses se hizo escuchar. Protestas. El presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, Thomas Donohue, que agrupa a tres millones de empresarios, 850 asociaciones comerciales y opera en 91 países, declaró: “El proyecto amenaza a los empresarios con convertirlos en delincuentes y a los trabajadores en criminales, porque este proyecto, además de construir un muro, impone sanciones a los empresarios que den trabajo a indocumentados y convierte en un delito la permanencia ilegal de un extranjero en Estados Unidos[37].

Se calcula que hay unos 11 millones de latinoamericanos indocumentados que están trabajando para el progreso económico estadounidense. “Seamos serios”, dijo. “Hay cosas que podemos hacer para que esos 11 millones de trabajadores, sin darles una amnistía, logren ser participantes de la economía nacional en una forma responsable”. Dio un ejemplo de la escasez de la oferta de fuerza de trabajo: “Muchos proyectos de reconstrucción de las zonas devastadas el año pasado por huracanes no se han empezado por falta de personal en todos los niveles. No se puede emprender la reconstrucción de hoteles, restaurantes y tiendas comerciales porque no es posible conseguir trabajadores. Si vamos a sacar de este país a 11 millones de trabajadores se complicará la situación y podría colapsar la economía estadounidense”[38].

6. El 26 de diciembre del 2005, después del anuncio de que la Cámara de Diputados de los Estados Unidos había aprobado la construcción de un muro, apareció en un periódico mexicano, el Universal, en la primera plana, un título: “¿Temen migrantes al nuevo muro? ”[39], conteniendo comentarios de migrantes mexicanos que habían llegado por esas fechas de visita a territorio mexicano. Y dicen, entre otras cosas: “Mientras haya necesidad, la gente seguirá yéndose a los Estados Unidos y ningún muro detendrá a los que salimos en busca de trabajo” (zacatecano, residente en Texas) “Los jóvenes de Quetzalapa se van de ilegales porque aquí no hay fuentes de trabajo y aún cuando el gobierno estadounidense levante más muros y contrate más migras, no va a frenar el cruce de la frontera de nuestros paisanos que lo arriesgan todo, hasta sus vidas. De los 2 mil 800 habitantes de Quetzalapa, mil de ellos trabajan en el otro lado” (comisario del pueblo de Quetzalapa, Guerrero). “Los muros no detendrán a los migrantes, si nos tapan un hoyo, abrimos otro, pero allá vamos a estar... Vamos por hambre no por gusto” (joven de 28 años. De una comunidad de León, Guanajuato, trabaja en California). “Qué más quisiéramos nosotros que entrar y salir como lo hacen ellos en nuestro país, todo con el poder de su moneda, pero somos pobres y es lo que nos empuja a buscar un trabajo, no somos delincuentes, sino gente de bien... Todo significa que un pollero cobre más ... pagaré 1.500 dólares a un conocido de un amigo que promete pasarme por Tijuana” (joven, 26 años, trabaja en las Vegas, en la construcción, asegura que ya cruzó la frontera cinco veces, viene del municipio de San Salvador, Hidalgo). “En enero nos vamos cinco: dos primos, un amigo, mi hermano y yo. Ya está todo listo; nos cobrarán 1.700 dólares a cada uno por llevarnos hasta Brownsville, Texas, en donde un tío nos conseguirá trabajo en la construcción”. (dos jóvenes de Guadalajara). “Así construyan 30 mil muros, la gente seguirá saliendo. Nosotros dejamos el país por la pobreza, la marginación y la falta de oportunidades para trabajar” (oaxaque?o, quien emigró a Estados Unidos en 1996). “Nuestra ruta de ida se inicia en Nuevo Laredo, Tamaulipas, donde contactaré a un pollero. Juntarán unos 20 y nos subirán en una balsa muy chiquita de plástico que la van jalando a contracorriente, pagaremos unos 2 mil dólares por persona” (Joven de Huimilpan, Querétaro, que labora en Atlanta, Georgia). “Mientras la gente en México no tenga un trabajo y un salario que le permita salir adelante, se verá obligada a emigrar, incluso a costa de poner en riesgo su vida, así se coloquen muros y otras restricciones fronterizas (joven zacatecano)[40].

7. De parte de los sectores pensantes de México, intelectuales, académicos, líderes de organizaciones, políticos y gobernantes, se hicieron sentir y, en términos generales, coincidieron en que la aprobacion de la construcción del muro entre México y Estados Unidos era una soberana tontería, puesto que era difícil pensar que se quisieran desperdiciar unos 8 mil millones de dólares en construir unos 1,116 kilómetros de muro, en una frontera de 3,141 kilómetros; es decir, dejando unos 2,025 kilómetros sin muro para poder cruzar sin visa.[41]

Un político mexicano, diputado, a principios de diciembre del 2004, se atrevió a decir que los Estados Unidos tenían derecho a construir ese muro y todo lo que se le diera la gana, puesto que estaba en su derecho, ya que lo hacían dentro de su territorio. “No podemos exigir que el gobierno de Estados Unidos respete los derechos de los migrantes cuando nosotros como gobierno no hacemos algo para salvar sus vidas”[42] Otro diputado, ahora de la oposición, opinó algo parecido pero el 9 de enero del 2006: “Los Estados Unidos tienen su derecho a construir un muro en su territorio, les asiste el derecho de tomar las medidas que consideren convenientes en su zona fronteriza. Son sus leyes y hay que respetarlas... así como nosotros tenemos la libertad de levantar en nuestras viviendas las rejas o puertas para la comodidad y seguridad de nuestras familias. Si no queremos que nuestros compatriotas sufran, pues que no vayan allá y aseguremos fuentes de empleo en México para evitar que se vayan”[43].

Por esos días, el embajador norteamericano acreditado en México aprovechó para comentar: "No existe derecho humano de ingresar a otro país violando leyes”, y consideró que esfuerzos más firmes por parte del gobierno mexicano para crear empleos bien pagados para sus connacionales ayudarían a disuadir a muchos migrantes de realizar el cruce peligroso e ilegal a los Estados Unidos[44].

El secretario general de la Organización de Estados Americanos, a principios de junio del 2006, previo al inicio de la trigésima sexta Asamblea General de la OEA, mostró su escepticismo sobre el tema y dijo estar convencido de que el muro propuesto para construirse en la frontera de Estados Unidos y México no logrará disuadir a los migrantes ilegales y aclaró que la gente va a donde hay trabajo, donde hay oportunidades; el muro va a crear dificultad, pero no va a detener la migración[45].

Por su parte, el gobierno mexicano sólo se contentó con condenar la decisión del Senado estadounidense, sobre la construcción y ampliación del muro, a través de una nota presidencial diplomática enviada a los medios de comunicación. “... esta estrategia no sólo perjudica las relaciones entre ambos países, sino que además no detendrá la migración ni garantizará la seguridad regional... la serie de bardas que Estados Unidos planea erigir en la franja fronteriza constituyen una señal de desconfianza, y ésta nunca será la base de la amistad entre dos pueblos"[46]. Además de condenar el hecho, el gobierno mexicano intentó, a través de reuniones con presidentes latinoamericanos, encontrar apoyo latinoamericano; sin embargo, ante la debilidad de éste, el gobierno de México fue dejando el asunto en el silencio y en el olvido.

8. Por parte del gobierno norteamericano, ¿la estrategia para resolver el problema de la migración mexicana hacia su país está basada solamente en la construcción del muro? ¿Hay algo más? ¿Qué piensa hacer? ¿Frenar el flujo ilegal y después ajustar cuentas con los diez o doce millones de mexicanos-centroamericanos que viven y trabajan ilegalmente en los Estados Unidos? ¿De qué manera? ¿Echar a un porcentaje de migrantes ilegales? ¿Dar diferente tipo de legalidad o permiso de estancia de trabajo a los que se queden? ¿Cómo repercutirá todo esto en las economías de México y Centroamerica que dependen en gran medida de las remesas en dólares (cerca de 50 mil millones de dólares, para el 2005)[47].

Hace poco un investigador mexicano, Lorenzo Meyer, escribió en el periódico californiano La Opinión que los norteamericanos no están construyendo un muro en la línea fronteriza mexicano-norteamericana, sino que éste ha estado allí desde siempre, "lo único que ha cambiado es la forma"[48]. Desde hace muchos años la entrada de México a los Estados Unidos no ha sido fácil, y no sólo para los ilegales, también para la forma legal, casi de siempre, han existido muchos obstáculos para lograr entrar en territorio norteamericano.

El muro norteamericano singularmente empezó a ser construido e ideado casi al mismo tiempo que el muro de Israel-Palestina. Cayó el muro de Berlín, y le nacieron dos nuevos brazos.

Los Estados Unidos podrán amurallar toda su frontera y utilizar toda la tecnología posible para detener los flujos de migración mexicana y lo harán, pero sólo en parte. Detener la migración mexicana hacia aquel país es un asunto que afectará a ambas economías. Se calcula que en los Estados Unidos existen cerca de 10 millones de migrantes mexicanos que trabajan ilegalmente para beneficio de la economía norteamericana: además de realizar faenas que los estadounidenses no quieren hacer, pagan impuestos, crean empleos, controlan la inflación, aportan al retiro del anciano y son la columna vertebral de muchas industrias (entre ellas la agricultura, hotelería y la construcción); se les paga menos de lo que realmente se les debería de pagar y no se les otorga todos lo beneficios sociales y de seguridad que se merecerían como trabajadores legales. Y esa es una de las cuestiones fundamentales del problema migratorio entre los mexicanos y los norteamericanos: que no se les quiere dar un status legal, es decir, contratarlos legalmente, aunque sea para trabajo temporal, porque eso significaría tener que pagarles más y asegurarles mejores beneficios sociales, lo que significaría a su vez una sangría para la economía norteamericana que tendría que pagar salarios más altos y distribuir de otra manera el ingreso nacional de las capas medias norteamericanas. Una situación que no se imaginan, ni desean, esos ciudadanos estadounidenses que se aprovechan de la mano de obra mexicano-centroamericana a bajo precio y bajos costos.

Los estadounidenses podrían pensar de otra manera y ayudar al vecino mexicano, apoyarlo para que salga del atascadero en el que se ha metido. Podrían, pero no quieren, en el fondo no lo desean, no lo sienten, no lo comprenden. Sí, es verdad que piensan que este vecino mexicano, por muchos años, fue muy hablador y prometedor al pedir, pero muy tozudo para pagar. Dado a gastar sin invertir ni ahorrar, el vecino mexicano, durante muchos años prefirió vivir de créditos en lugar de ponerse a trabajar, producir, para crear empleos. Ahora que está pobre, y con grandes problemas, ya no se sabe si ayudarlo a salir de su vicio o mejor darle otra cerveza para que se cure la resaca y continue en la borrachera.

Los estadounidenses ven la situación desde otro punto de vista, desde otra perspectiva y bajo otras condiciones. Quién no desea levantarse y tener ya servido el desayuno, levantarse de la mesa sin limpiar ni lavar nada; que nos hagan de comer, de cenar, que limpien el baño, la casa; que vayamos al taller a que nos laven y enceren el coche, que nos hagan pedicure y manicure, que nos planchen toda la ropa, que nos traigan café a la cama o al estudio, que nos cuiden a los niños, a los animales de la casa, el jardín, y si todo sale barato, mejor. ¿Quién en su vida no ha deseado vivir así? Y así ellos lo ven. Además, piensan que al pagar por estos servicios, aunque baratos, están haciendo un bien, a ese o esa morenitos simpáticos, risueños, obedientes mexicanos. Y si están de ilegales mejor, porque así se ponen inseguros de su estancia, por miedo a ser reconocidos y deportados, y se les aprovecha aún mejor. Así es en todo el mundo. Si se tiene dinero se compran servicios, y mejores servicios si se puede; si no se tiene dinero, entonces habrá que ofrecer servicios. Así es la balanza de la vida, de la sobrevivencia.

En fin, se calcula que en el 2005 entraron unos dos millones de mexicanos - centroamericanos en territorio norteamericano; tres cuartas partes fueron detenidas y deportadas; unos quinientos mil lograron pasar todas las pruebas y se quedaron. ¿Cuántos lograrán entrar y quedarse, todavía en el 2006?

Conclusiones

Con todas las medidas tomadas: ampliación del número de agentes de la Patrulla Fronteriza norteamericana, adquisición de equipo tecnológico de novena generación, levantamiento de muros de contención, apoyo de la Guardia Nacional y apoyo de organizaciones civiles, tipo Minutemen, es casi seguro que la entrada ilegal de mexicanos disminuirá considerablemente para el 2006. Aumentarán las detenciones y las deportaciones, pero a pesar de eso la gente en busca de trabajo seguirá colándose. Y para seguir colándose habrá que hacer transformaciones, buscar otros caminos, otras formas, otros métodos. Siempre habrá algun huequito por donde filtrarse. Por ahora parece imposible frenar, del todo, la entrada de esa multitud de migrantes desesperados que esperan trás la frontera. Con todo, aumentarán las muertes y los lisiados. Aún así, los mexicanos continuarán pasando al otro lado mientras no haya oportunidades para ellos de trabajo y de una vivienda digna en sus lugares de origen; continuarán pasando mientras en Estados Unidos necesiten mano de obra barata para que haga todo aquel trabajo que allí ya no cualquiera lo quiere hacer. Estarán pasando todo el tiempo. Y estarán pasando, a pesar de los riesgos de morir ahogados o por inanición, de malos tratos, bajos pagos, pocos derechos y duro trabajo. No tienen otra salida.

Como una idea absurda, pareciera ser que todas las medidas hasta ahora tomadas por las autoridades norteamericanas han sido con la intención de crear una especie de grifo, llave de agua, que regule el chorro, el flujo, de fuerza de trabajo mexicana, que deberá entrar a los Estados Unidos, al antojo de las necesidades de los empleadores norteamericanos.

Si se quisiese y se lograse detener el flujo total de la migración a los Estados Unidos y se incrementarán las deportaciones masivas de mexicanos, para la economía mexicana significaría un fuerte quebradero de cabeza. Habría muchísima gente sin empleo, ociosa. Casi de inmediato se engrosarían las capas de la población de pobreza extrema: porque gran parte de la población mexicana vive del dinero que le llega de los Estados Unidos, las remesas. Estas remesas, representan desde hace varios años, el segundo rubro de los ingresos nacionales de divisas en México. Según el Banco Central mexicano el monto total de las remesas para el 2005 alcanzaró una cifra por arriba de los 20 mil millones de dólares, unos 3 mil 500 millones más que en 2004 [49]. Toda esa gente rechazada de los Estados Unidos, sin empleo, sin dinero, unida a la que ya existe en México, podrían servir para ocasionar fuertes trastornos sociales en México. Toda esa gente ociosa, pobre, sin dinero, para comer, empezaría a robar, luego a matar, para matar y robar se necesitan armas, si se tienen armas se pueden formar bandas de asaltantes, de mafiosos que viven de la cuotas por protección, de asaltos y del manejo de negocios sucios; se pueden formar grupos paramilitares, guerrillas, sicarios de narcos. Si van a abundar las armas y los grupos ociosos, todo esto puede resquebrajar la paz social mexicana. Hay muchos jóvenes ociosos en México, deseosos de ocuparse de cualquier cosa, de matar, robar, de hacer estallar una revolución. También se puede llegar al extremo al pensar que, al paso de los años, un grupo delictivo que ha creado fortuna por el tráfico de drogas, de armas, con cuotas de protección y pagos de rescate, busque nuevos objetivos, nuevos retos; se sienta de pronto nacionalista, piense que ya está harto de la política de depredación y depravación por parte de los Estados Unidos hacia su México lindo y querido, y se ponga rebelde y a colocar bombas a aviones o edificios de los Estados Unidos. Esto parece irreal, así lo parecía con Bin Laden antes de septiembre del 2001.

Así que el levantamiento del muro no detendrá la migración mexicana al país vecino, esta no dejará de existir mientras haya estadounidenses que necesiten mano de obra barata y nada conflictiva que les llegue a la puerta de su casa a ofrecer hacer todo eso que ellos ya no quiere realizar. Sin estos mexicanos, los estadounidenses sufrirían mucho porque entonces ¿quién les vendría hacer el trabajo sucio? www.ecoportal.net

*Fernando Villagómez Porras

Bibliografía:

1. Alberto Tinoco. “Altar: tierra de coyotes”. Noticieros Televisa www.esmas.com
2. Brooks, David y Cason, Jim. “El ‘otro México’: su importancia e impacto económico/ Una economía transnacional. 27 de octubre de 2005. www.foros.gob.mx
3. Durand, Jorge y Massey, Douglas S. “Clandestinos: Migración México-Estados Unidos en los albores del siglo XXI”, Porrua 2003, México.
4. El Universal. “Aprueba Senado de EU construir muro fronterizo”. 17 de mayo de 2006. www.eluniversal.com.mx
5. El Universal. “Convocan a marcha en EU por muerte de migrantemexicano”.08 de enero de 2006 . www.eluniversal.com.mx
6. El Universal. “Convocan a marcha en EU por muerte de migrante mexicano”08 de enero de 2006 . www.eluniversal.com.mx
7. Jorge Morales Almada. “Récord de muertes en la frontera”.
20 de agosto de 2005. El Universal. www.eluniversal.com.mx
8. La Opinión. “ Llega el primer contingente militar de EU a la frontera” 4 de junio de 2006. www.laopinion.com
9. La Opinion. “950 soldados en la frontera”. 1 de julio de 2006. www.laopinion.com
10. La Opinión. ”Arizona - nuevo récord de arrestos de indocumentados”. 15 de diciembre de 2004, www.laopinion.com
11. Meyer, Lorenzo. ESTADOS UNIDOS-MÉXICO: Siempre ha existido un muro. 8 de enero, 2006 .....
12. Morales Almada, Jorge. “Militares irán contra ‘narco’. La Opinion. 3 de junio de 2006 www.laopinion.com
13. Naomi ADELSON. Latecnologíade la muerte. 2000/03/05. www.jornada.unam.mx
14. Natalia Gómez Quintero. “Reclutan en EU por internet a 'cazamigrantes'”. 10 de febrero de 2005. El Universal. www.eluniversal.com.mx
15. Noelia Sastre. EU necesita fronteras seguras, advierte Bush El Universal 01 de febrero de 2006 www.eluniversal.com.mx
16. www.es.wikipedia.org /wiki/Muro_fronterizo/
17. www.terra.com/inmigracion/articulo/

Notas

[1] Katz, Friedrich. “El Arte de la Estrategia.La invasión de Francisco Villa a los Estados Unidos de Norteamérica y la expedición punitiva de Pershing”. www.personal.able.es
[2] Instituto Nacional de Solidaridad, Microbiografías, Personajes en la historia de México. Francisco Villa, México, 1993, www.elbalero.gob.mx ywww.redescolar.ilce.edu.mx
[3]El Arte de la Estrategia. op. cit., www.personal.able.es
[4] La Opinión. ”Derbez pasa a la ofensiva con EU”. 27 de enero de 2006, www.laopinion.com también ver en: La Jornada. “Los estridentes reclamos de Tony Garza, para la galería: Derbez”. 27.enero.2006, www.lajornada.unam.mx El acontecimiento sucedio el 23 de enero de 2006.
[5] Comentado por Jorge Morales Almada, en “Militares irán contra narco”. La Opinión. 3 de junio de 2006
www.laopinion.com
[6] Eileen Truax. “Insuficiente tecnología para detectar túneles”. La Opinión. 31 de enero de 2006. www.laopinion.com
[7] Ibidem
[8] Ibidem
[9] Ibidem
[10] Ibidem
[11] Comentado por Naomi ADELSON. Latecnologíade la muerte. 2000/03/05. www.jornada.unam.mx
[12] Mencionado por Durand, Jorge y Massey, Douglas S. “Clandestinos: Migración México-Estados Unidos en los albores del siglo XXI”, Porrua 2003, México, Capítulo 2. pp. 46 a 61
[13] Naomi ADELSON, op. cit.,
[14] Ibidem
[15] La Opinión. ”Arizona - nuevo récord de arrestos de indocumentados”. 15 de diciembre de 2004, www.laopinion.com
[16] Minuteman Project, es una organización civil fundada por Jim Gilchrist el 1 de octubre del 2004, para apoyar la vigilancia de la frontera y frenar la entrada de migrantes ilegales en los Estados Unidos, a finales de este mismo año la organización ya contaba con 441 voluntarios de 44 estados, la mayoría veteranos del ejército.
[17] “Proponen mano dura contra inmigrantes en Arizona”. Phoenix, Arizona (EFE), 10 de enero de 2006 www.laopinion.com
18] El proyecto de ley aprobado por el Senado busca reducir el flujo migratorio reforzando la seguridad en la frontera, sancionando a los patrones que contraten migrantes indocumentados y dando más opciones a la migración legal. La Cámara de Representantes aprobó un plan enfocado únicamente en la cuestión de la seguridad.
[19] Spencer S. Hsu y John Pomfret. El Universal. 4 de junio. 2006. Primera plana. www.eluniversal.com.mx
[20] “Más niños cruzan solos la frontera”. El Universal. 12 de febrero de 2006. www.eluniversal.com.mx
[21] Abe Levy. “Endurecen política contra inmigrantes”. La Opinion. 09 de enero de 2006 www.laopinion.com
[22] Ibidem
[23] Spencer S. Hsu y John Pomfret. op. cit.,
[24] “950 soldados en la frontera”. La Opinion, 1 de julio de 2006.
[25] La Opinión. “Llega el primer contingente militar de EU a la frontera”. 4 de junio de 2006 www.laopinion.com
26] Morales Almada, Jorge. “Militares irán contra narco”, 3 de junio de 2006. www.laopinion.com
[27] La Opinión. “Guardia Nacional completa su despliegue en la frontera”. 2 de agosto de 2006. www.laopinion.com
[28] “Llega el primer contingente militar de EU a la frontera”, op. cit., 4 de junio de 2006; y “Minuteman lanzan operación USA” J.Jaime Hernández, El Universal. Domingo 28 de mayo de 2006.
[29] Morales Almada, Jorge. “Opinan que con el muro habrá aún más muertes”. 19 de mayo de 2006 www.laopinion.com
[30] Francisco Robles Nava. “Advierten más riesgos para indocumentados”. Op. cit.,
[31] Spencer S. Hsu y John Pomfret. op. cit.,
[32] México: Human Rights. 2000. www.larc.sdsu.edu
[33] Ibidem
[34] Julieta Martínez. “Critican falta de acuerdo en materia migratoria”. El Universal
14 de enero de 2006. Nación, página 12
[35] La Opinión. “Rescatan 34 inmigrantes”. 29 de julio de 2006. www.laopinion.com
[36] La Opinión. “Traficantes de humanos incrementan sus cuotas”. 15 de junio de 2006. www.laopinion.com
[37] La Opinión. “Empresarios de Estados Unidos contra el muro” 05.01.2006. www.laopinion.com
[38] Ibidem.
[39] El Universal. Lunes 26 de diciembre de 2005. Primera plana, página 1 www.eluniversal.com.mx
[40] Ibidem
[41] Jorge Ramos: “El muro inútil que mata”. Internet. UNIVISION Online. www.univision.com 16.01.2006
[42]Héctor Osuna Jaime, político del PAN, representante de este partido en Baja California Norte, comentado por Lilian de la Torre-Jiménez, “Repudian la idea de sellar la frontera desde México”. La Opinión, 15 de diciembre de 2004. www.laopinion.com
[43] La Opinión. “Legislador mexicano dice que EU tiene derecho a construir muro”, 09 de enero de 2006 www.laopinion.com
[44] Juan Arvizu y Natalia Gómez. “Más de 400 muertos en cruce ilegal hacia EU”
El Universal. 14 de enero de 2006. México.
[45] “El Muro entre EU y México no detendrá migración: OEA”. El Universal. 04 de junio de 2006. México.
[46] Francisco Robles Nava. “El gobierno de México condena el muro”. La Opinión. 19 de mayo de 2006. México, D.F.
[47] Este asunto el autor lo trata en otro estudio aún inédito: “Uso y Abuso de la Remesas”, 2006.
[48] Lorenzo Meyer. “ESTADOS UNIDOS-MÉXICO: Siempre ha existido un muro” La Opinión 8 de enero de 2006
[49] Banco de México: Informe sobre la inflación Octubre – Diciembre 2005, Ciudad de México, enero, 2006

 

 

 

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