Bachelet: En este país nos costó extraordinariamente conquistar la democracia
Mandataria salió al paso de opinión de la Iglesia sobre píldora del día después
La Presidenta decidió entrar en la polémica que la determinación del Ministerio de Salud de entregar la píldora del día después a los mayores de 14 años, ha desatado. De ahí que respondiera al pronunciamiento oficial que la Iglesia realizó sobre la administración del fármaco y no dudó en afirmar que el Chile de hoy “garantiza políticas que vayan en pos de la dignidad de las personas”, en alusión al planteamiento del mundo eclesiástico que definió la resolución como “política de regímenes totalitarios”.
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Los términos en que la Iglesia Católica utilizó para referirse a la decisión gubernamental de repartir la píldora del día después a los mayores de 14 años, generó malestar en La Moneda. Es que en palacio calaron hondo los dichos del clero, que definió –el jueves a través de un carta titulada “¿Hacia dónde camina Chile?”- la resolución del Ministerio de Salud como “política de regímenes totalitarios”.
De hecho, si bien el jueves horas después de que la Iglesia emitiera su declaración, el ministro del Interior, Belisario Velasco, leyó un comunicado público en que se señaló que “tenemos en el centro de nuestro actuar el derecho a la vida de las personas, su dignidad y la protección de los derechos fundamentales” y que “por su carácter incuestionablemente democrático, el Gobierno no impone conductas”, La Moneda consideró ayer que era necesario que la Presidenta Michelle Bachelet defendiera la determinación gubernamental.
“Lo primero que quisiera decir es que a nosotros en este país nos costó extraordinariamente conquistar la democracia. El Chile que tenemos hoy día no es un Chile no democrático, es un Chile que garantiza políticas que vayan en pos de la dignidad de las personas, me parece que el debate de todos los temas en el país es algo que contribuye a reforzar y fortalecer a la democracia”, afirmó Bachelet.
Para La Moneda la definición de “regímenes totalitarios” que realizó la Iglesia Católica de la gestión Bachelet fue considerada una crítica demasiado dura en medio del debate que la resolución gubernamental ha suscitado. Si bien en el Gobierno estaban conscientes de que la medida no agradaría al mundo eclesiástico, no esperaban una respuesta de tal tenor.
En este contexto, en Antofagasta y luego de recibir los ocho aviones F-16 holandeses para la FACH, la Mandataria agregó que “el debate y el fortalecimiento de la democracia fortalecen a la familia, fortalecen a los jóvenes y al conjunto de la sociedad y creo que cada uno debe cumplir su función”.
“Así como la familia tiene que comunicarse, conversar de todos los temas, entregar valores y principios, como Presidenta de la República mi tarea, mi obligación, mi deber, es garantizarle a todos los chilenos, del Chile real, opciones”, afirmó.
A renglón seguido, la jefa de Estado precisó que “como Presidenta, voy a hacer lo que debo hacer, yo no impongo creencias, opiniones, sino que ofrezco como corresponde a todo Estado, opciones, para un Chile diverso, para un Chile distinto, para un Chile que no es todos iguales y no todos tienen las mismas posibilidades”.
Frente al impasse suscitado con la Iglesia Católica, Bachelet aseguró que “creo quien habla, como muchos otros chilenos, están convencidos que la democracia es el mejor sistema”.
“Estoy convencida –aseveró- de que en este país tenemos democracia, hemos desarrollado debates intensos, hay distintas opiniones, distintos planteamientos sobre todos los temas. Y lo importante en un régimen democrático es que nadie impone sus creencias y valores a los otros. En un régimen democrático se ofrecen alternativas y opciones para el Chile real, para todos y sobre todo equitativo”.
A pesar del malestar de La Moneda, en Santiago, el ministro portavoz, Ricardo Lagos Weber evitó definir éste como el peor momento de la relación entre la administración Bachelet y el mundo eclesiástico, argumentando que “hubo una opinión muy clara y muy explícita de la Iglesia respecto a esta materia y de la misma forma, el Gobierno ha señalado que lo que tenemos que hacer acá es, respetando las visiones y las creencias de muchos, dar opciones efectivas y responsables en materia de políticas públicas de salud”.
La determinación del Ministerio de Salud –explicó Lagos Weber- obedecen a una realidad: “un embarazo adolescente, prematuro y precoz y para eso hay que implementar políticas públicas responsables”. Ella incluye –agregó- además de la educación que pueden entregar los colegios “un fuerte componente de educación y consejería y cuando todo aquello no es suficiente, le cabe al Gobierno, una política pública activa, hacerse cargo de aquello”.
Más allá de la opinión de la Iglesia, explicó Lagos Weber, al Gobierno le preocupa “la realidad. De eso nos estamos haciendo cargo y al mismo tiempo vamos a hacer todos los esfuerzos necesarios para entender y explicar lo que estamos haciendo y encontrar aquellos puntos de consenso que tenemos, tanto con la Iglesia Católica como con otras religiones”.
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