Blogia
Centros Chilenos en el Exterior

La Universidad Pinochetista/Concertacionista, el Movimiento Estudiantil y la nueva Universidad

Chile
 Por Prof. Dr. Hugo Mereno Peralta

Bajo el nombre del Pinochetismo (Pinochet, su familia, sus amigos y sus aliados: UDI y RN, etc.) se han escondido bastantes elementos diversos -asesinatos, desapariciones, torturas, trafico de armas, narcotráfico, malversación del erario publico, etc.-, que habría que precisar cuando de Pinochetismo hablamos.

El Pinochetismo considera en primer lugar el dominio económico del país, por un grupo de privilegiados cuyo interés primordial es enriquecerse. En segundo lugar, el Pinochetismo supone el control de los medios mercuriales mediáticos de comunicación -prensa, radio, televisión, etc.-, y en especial la eliminación sistemática de toda publicidad respecto de la actividad especulativa de la oligarquía económica, en tercer lugar para mantener la actividad de los especuladores, el Pinochetismo suprime las garantías jurídicas -la constitución y decreta otros bandos de amarre- y que especialmente le impiden al ciudadano ser denunciante o censor de la nueva clase que utiliza el poder del Estado para su beneficio económico. En cuarto lugar el Pinochetismo implica un complejo sistema de falsas legitimidades -hasta nuestros días vigentes-, que van desde la colaboración religiosa por parte de la jerarquía de la iglesia católica hasta la colaboración estética, y, en quinto lugar, para poder mantener todo lo anterior, el Pinochetismo utiliza de manera arbitraria el poder de dominación del Estado colocándolo en manos de la oligarquía esencialmente económica, que lentamente va destruyendo al país.

La Universidad Pinochetista/Concertacionista

A la luz de todo lo anterior se ve con mediana claridad que las ideas, en cuanto a expresión de inteligencia crítica alimentadas por valores éticos y por una concepción del mundo progresiva, no podían ser toleradas por el Pinochetismo. La corrupción nota prevalente para definir a la oligarquía especuladora, se oponía a la universidad crítica. Desde el primer intento su intención fue desaparecer cualquier Casa de Estudios Superiores progresista -las dos primeras victimas: la Universidad del Norte de Chile y la Universidad Técnica del Estado-, corromperla, para finalmente enajenarla. Según la especulación iba provocando el crecimiento económico, la universidad fue disminuyendo de capacidad en el orden del profesorado, de seriedad en los conocimientos y de responsabilidad genérica en cuanto a tal Universidad. Todo bajo la tutela de un militar rector/delegado.

Al compás del crecimiento económico se observa en la Universidad Pinochetista la multiplicación de catedráticos prosélitos con puestos políticos en el régimen en general. El Pinochetismo terminó por copar también el poder judicial.

Como colofón, la universidad perdió su dignidad, su nivel académico, su contacto con la sociedad, etc.

Antes había perdido su autonomía -académica, administrativa y territorial-, su nivel crítico, etc. Definitivamente, debe sobrevivir ajena a los problemas sociales que afligen a la sociedad de la cual era su conciencia crítica. La ideología fascista del Régimen Pinochetista incorporó a la Universidad Chilena definitivamente. Esta será a partir de este infausto momento una factoría para ganar dinero y formar la juventud considerada como la semilla intelectual del poder y asegurar la eficacia y continuidad de la dictadura de marras.

Pero, a los epígonos pinochetistas y sus administradores concertacionistas les fallaron los cálculos: el incremento rápido y formidable del estudiantado en pocos años, que multiplicó casi exponencialmente su número en las grandes ciudades, obligó a que entrasen si no en calidad de catedráticos, si en calidad de docentes a muchos profesores jóvenes, que estaban al margen de la corrupción o, por lo menos, no encadenados por ésta y dispuesto a ejercer una función docente critica y objetiva. Este camino obligó a las universidades progresistas del país a tomar actitudes políticas claras frente a la dictadura y la corrupción y comenzó el largo periodo de lucha entre la universidad y el Pinochetismo/Concertacionista. El precio que se ha pagado ha sido alto por parte del movimiento estudiantil, pero los estudiantes saben que “luchar es vivir”: las detenciones masivas encarcelamiento, tortura, etc. no los ha amilanado.

Los estudiantes no aceptan la universidad apolítica, neutral y “solo para aprender” heredada de la dictadura de marras. Por suerte esta no caló en la conciencia de los estudiantes y de los profesores progresistas, ni se consiguió pervertir su dignidad intelectual.

La clase politica pinochetista/concertacionista, satisfecha, con su lema ”esto es lo que hay”, atacó a través de los medios mediáticos mercuriales de comunicación a los estudiantes y profesores progresistas motejándolos como parte de un pasado negativo y contrarios al progreso de la macroeconomía.

La Universidad Pinoichetista/Concertacionista significa universidad enajenada, sumisa, resignada, dogmática, fatalista, que aceptó sin más la oscuridad educacional y cultural de su pueblo que le impuso la dictadura de marras. Más aún, ignoró los crímenes, los desaparecidos, el narcotráfico, el tráfico de armas, la destrucción de su autonomía y el estado de derecho y lo más grave, frente a la desaparición de las universidades: del Norte de Chile y Técnica del Estado, guardo un cómplice silencio…

Los descontentos y las protestas del movimiento estudiantil significan que la mentalidad de las generaciones más jóvenes comenzaron a asumir una conciencia crítica que apartaba en todos los aspectos a la universidad que he llamado “nueva” del Régimen Pinochetista/Concertacionista.

Los jóvenes están dispuestos a terminar con la intromisión de la ideología fascista del Opus Dei en la universidad, de una parte, de otra, con el negocio de la educación, el bajo nivel de la enseñanza y en general, la mediocridad que tanto en el orden espiritual como en el material definen la vida universitaria actual.

Las manifestaciones recientes señalan el punto de ruptura entre la Universidad Pinochetista/Concertacionista y la nueva universidad. No se trata de ningún “Mayo Berlinés o Francés”, sino de la típica protesta universitaria que tiene consecuencias sociales y políticas. Es un hecho significativo e importante desde el punto de vista sociológico que el momento de máxima protesta estudiantil coincida con las protestas de los sectores marginados del modelo de sociedad consumista, insolidaria, inhumana, e irracional, impuesta por el imperio y administrada por la concertación.

Antes reprimir que reformar

Los administradores concertacionistas de la herencia de la dictadura de marras en vez de escuchar a los jóvenes, al futuro de este país, los reprimen. Para esto la dictadura les heredo el instrumento “de la mano dura” que hay que aplicar: crímenes, desapariciones y torturas.

Los jóvenes exigen una renovación de las estructuras universitarias y de la mentalidad universitaria. Pero la clase politica pinochetista/concertacionista no acepta cambiar su modelo de universidad de minorías para quienes tienen como pagarla. Esta es insuficiente, enseña mal, aprende mal y no tiene capacidad creadora, pero, los hechos frente a los cuales es menester encontrar una reforma suficiente están claros:

- superación de la universidad clasista, autoritaria pinochetista
- devolución a la universidad de la capacidad de investigación y de creación
- estructuración de un cuerpo académico con conciencia que enseñar no implica privilegio alguno
- esfuerzo para que el estudiante adquiera el conocimiento de que aprender es una obligación política de primera magnitud que no empequeñece ni obstaculiza la función critica general inherente al aprendizaje universitario

Para refrescar la memoria de los que viven olvidando. El presidente de Chile Dr. Salvador Allende Gossens en el Consejo de Rectores -el suscrito era el representante de la Universidad del Norte de Chile- reunido el 26.9.1973 expresó: “Con los señores rectores coincidimos plenamente, reitero, en que la Universidad, conservando plenamente su autonomía -académica, administrativa y territorial-, lo que no significa estar aislada, será una Universidad vinculada en la profundidad de los anhelos y realidades de la Patria para convertirse en un laboratorio de ideas y pensamiento al servicio del Pueblo y del progreso nacional.”


* Hugo Moreno Peralta es Director CESAL e.V. Berlín (Alemania).

0 comentarios