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Centros Chilenos en el Exterior

El DESTINO DE UN HOMBRE- INVITACIÓN

El cine ruso es muy bello y profundo. Muchos de quienes hoy somos “adultos jóvenes”, con hijos y desafíos profesionales y de vida a cuestas, nos formamos por distintas circunstancias de la historia viendo estas películas en blanco y negro que nuestros padres y madres de los setenta habían hecho propias. Así como la poesía de Maikowski, Pasternak, Tolstoi y Pushkin; los ballets de Nijinsky y Diagilev y las danzas folklóricas de los cosacos; los poemas pedagógicos de Makarenko y las novelas de Michail Sholojov, la tundra y la nostalgia rusa forman parte de nuestro adn cultural, del bagaje moral y estético que en los momentos más duros de nuestras biografías nos han servido de colchón afectivo y punto de referencia para continuar con la esperanza intacta. Jamás podré olvidar la emoción de mi padre, por ejemplo, cuando me hablaba de pequeño de las hazañas de Yuri Gagarin y su declaración de que la tierra es azul. Aún hoy miro la risa maravillosa de Gagarin y me dan ganas de convertirme en Cosmonauta. 

A continuación les hago extensiva una invitación para ver cine ruso por si pudiera interesarles. No tengo dudas que quien se aventure a dejarse rozar por la Infancia de Iván, de Tarkovsky, por ejemplo, no solo podrá encontrar la obra de uno de los más grandes realizadores –escultor del tiempo, como le gustaba decir a él- que produjo la humanidad, sino que renovará su compromiso con la vida y la dignidad humana que tanta falta nos hace en estos tiempos extraños.Un abrazo a cada uno y cada una de ustedes, y tal vez nos topemos entre el público. Junto a nosotros estarán los amigos y familiares que hace exactamente 30 años fueron hechos desaparecer, mas nunca olvidados. 

Manuel.    

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