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Terapia de shock en el comando de Bachelet

Terapia de shock en el comando de Bachelet www.LaTercera.cl/Reportajes
La candidata está trabajando desde hace dos semanas en un esquema de segunda vuelta
Terapia de shock en el comando de Bachelet

 

La encuesta CEP fue para la abanderada PS lo que el empate en la primera vuelta de 1999 fue para Ricardo Lagos. El remezón provocó un giro en la campaña, marcado por la apertura a todo el espectro DC y por un refuerzo del trabajo territorial. A una semana de las elecciones, el mayor temor del comando es sacar un resultado más cercano al 45% que al 48%.
Gloria Faúndez y Paula Canales
Fecha edición: 04-12-2005
    
Aprincipios de la semana pasada, Michelle Bachelet tomó el teléfono y se comunicó con Patricio Aylwin. El ex Presidente, que ya en junio había planteado que "en la vieja guardia DC hay quienes se sienten más cerca de Piñera que de Michelle", escuchó de boca de la candidata sus preocupaciones más íntimas sobre el rol que podía jugar la disidencia DC en las últimas semanas de campaña, sector que ella misma había marginado del comando al priorizar un entendimiento institucional con Adolfo Zaldívar.
Quienes conocieron los pormenores de la conversación aseguraron que la ex ministra le preguntó derechamente si había figuras de ese sector que podrían descolgarse y apoyar a Sebastián Piñera. "No lo creo", fue la respuesta de Aylwin. Sin embargo, el ex mandatario le aconsejó a la candidata ser más directa en su convocatoria al mundo DC para debilitar la ofensiva del empresario RN. El consejo fue escuchado: la franja televisiva incorporó como rostros a Soledad Alvear -con quien también se mostró en terreno- y a los patriarcas DC, como Aylwin y Gabriel Valdés.
La aparición de los octogenarios dirigentes es el símbolo del fracaso de la campaña ciudadana que imperó durante meses, que consistía en mostrar a la doctora PS como una figura que no surgió de los partidos y que no era la continuadora de las administraciones Aylwin, Frei y Lagos. Hoy, en cambio, Bachelet ha remarcado con fuerza su pertenencia a la Concertación, como lo hizo el martes en su exposición ante el mundo empresarial en la Enade.
Este giro también refleja la inquietud que existe en el equipo bacheletista sobre los resultados del domingo 11. El escenario más temido por el oficialismo es que la ex ministra obtenga un respaldo más cercano a un 45% que a un 48%, y que la suma de Piñera y el abanderado UDI, Joaquín Lavín, sea superior a esa cifra. En ese caso, algunos miembros del equipo de Bachelet, como el jefe de Comunicaciones, el socialista Ricardo Solari, ya tienen decidido presentar su renuncia.

 

El giro tras la CEP

 

A casi tres semanas de los resultados del CEP -que ratificó una baja de seis puntos para la ex titular de Defensa y un alza de cinco para Piñera-, en el comando de la carta oficialista sostienen que el remezón provocado por el sondeo activó la campaña.
Para varios miembros del equipo, lo ocurrido esa mañana del martes 15 de noviembre tuvo un efecto similar a lo que sintió el comando laguista la noche del 12 de diciembre de 1999. En ese entonces, el sorpresivo empate alcanzado por Lavín no sólo significó una derrota sicológica para el hoy Mandatario y sus adherentes, sino que también trajo consigo una ruptura abrupta del candidato con sus asesores más directos, la que, incluso, marcó los primeros años de su gobierno.
Los estrategas de Bachelet aseguran que tras esa medición la presidenciable internalizó la idea de ir a un repechaje, se desdramatizó el efecto derrota y se implementó un giro en la campaña con miras a los comicios del 15 de enero. "Ya se está trabajando como si estuviéramos en segunda vuelta", explica un miembro del llamado petit comité. Otro asesor agregó que "en la práctica, sólo a partir de la CEP empezó la campaña en terreno".
Otro hito que marcó la nueva etapa fue que Bachelet se reposicionó en el registro que la hizo popular: sonriente, relajada y en terreno, lo que contrasta con el estilo de seriedad y estadista que instauró desde el debate de Hualpén de abril, en que quedó -según un cercano- acomplejada por las críticas de la elite de que "no daba el ancho".
Entrevistada el miércoles por Telenoche, la abanderada abordó ese dilema: "Tengo sentido del humor, aunque algunos hayan dicho que he perdido la sonrisa... Lo que pasa es que cuando me preguntan puras cosas de contingencia o cuando uno trabaja en serio, no puede andar con risas sicopáticas".

 

La ofensiva 1 a 1

 

Una característica que mantiene Bachelet es su desconfianza. Es por ello que para evitar filtraciones, la candidata comenzó a discutir los cambios de la recta final en reuniones o conversaciones telefónicas bilaterales y ya no grupales. Así lo hizo durante las dos últimas semanas con los cuatro presidentes de los partidos de la Concertación y con otros personeros oficialistas.
Aunque Solari y el director ejecutivo del comando, el DC Jaime Mulet, fueron los encargados de contactar a los "viejos cracks" de la Concertación para incorporarlos a la franja y a las salidas a terreno, la propia Bachelet reforzó su S.O.S, con llamados telefónicos a Aylwin, Soledad Alvear y Andrés Zaldívar, con quien, además, se reunió a cenar el viernes 2.

 

Pelea territorial

 

Inicialmente, los estrategas habían optado por una campaña mediática y con un mínimo énfasis en lo territorial, como era tradicional en las campañas concertacionistas. De hecho, en la primera etapa se destinó sólo un 10% de los recursos a esa área.
Sin embargo, la candidata intervino ese diseño y reforzó, por ejemplo, el trabajo que hace un mes venía realizando el ex subsecretario Belisario Velasco en la Región Metropolitana, donde se concentra el 40% de la votación nacional. La candidata le pidió a Estela Ortiz y Graciela Bórquez- que integran su círculo de amigas íntimas- que se sumaran a ese equipo y potenció la presencia de su candidatura en las 52 comunas con un contingente de 100 personas. La apuesta de Bachelet es frenar el ascenso de Piñera en Santiago, donde Lavín obtiene un mayor respaldo, sobre todo en sectores populares, que es el electorado que se disputarán en segunda vuelta.
En paralelo, Solari ha estado en permanente contacto con el ministro del Interior, Francisco Vidal, y el diputado Carlos Montes, quienes tuvieron un rol central en la preparación de la segunda vuelta de Lagos en 1999 en la Región Metropolitana

 

Desconfianzas

 

Uno de los efectos más complejos de la arremetida post CEP fue el quiebre de las confianzas en el comando. A pesar que el miércoles 30 Mulet, Solari y el encargado territorial, René Jofré, intentaron dar una señal de unidad al ofrecer una conferencia de prensa conjunta, lo cierto es que las últimas semanas se han agudizado las diferencias y se han creado nuevas alianzas.
Varios miembros del equipo de Bachelet coinciden en que llamó la atención el distanciamiento entre Solari y el experto en comunicaciones Pablo Halpern. Aunque éste mantiene una relación personal con la candidata, se alejó de las decisiones estratégicas del día a día y se concentró en sus labores como jefe de la franja de TV.
Otro enfrentamiento que ha cruzado al equipo son los desencuentros entre Solari y Mulet, quien recela de la relación del primero con el líder de la disidencia DC, Gutenberg Martínez. El temor de Mulet es que este último cobre -al amparo de Solari- un alto precio por el refuerzo de Alvear en la segunda vuelta, quien sería uno de los rostros emblemáticos junto al PPD Guido Girardi en la zona metropolitana.
De hecho, miembros del comando le plantearon a Martínez integrar formalmente a uno de sus hombres, pero éste rechazó la oferta. "Los costos de la primera vuelta los deben pagar los colorines y el comando", es el mensaje que llegó a General del Canto.

 

Las claves del giro de campaña

 

Lógica de segunda vuelta: Los resultados del CEP obligaron al comando a diseñar una nueva estrategia para enfrentar la recta final y pavimentar el camino de segunda vuelta. Se optó por comenzar a aplicar ese plan desde ya -sin esperar el 11 de diciembre- y dependerá de los resultados de ese día si se producen cambios mayores en el equipo.
Desembarco de la disidencia DC: Bachelet tomó contacto con figuras de la Falange para incorporarlos a la campaña. Patricio Aylwin y Gabriel Valdés grabaron para la franja y personeros como René Cortázar y José Pablo Arellano se sumaron a los "puerta a puerta". También se definió que Soledad Alvear estará encargada de Santiago en el ballotage. 
Golpe en el comando: Los cambios de las últimas semanas produjeron nuevas fisuras en el comando. A la tensa relación de Ricardo Solari y Jaime Mulet, se agregó el distanciamiento del ex ministro con su colaborador más estrecho, Pablo Halpern. El motivo es que Solari, como buen animal político, desvió cualquier cuestionamiento en su contra deslindando la responsabilidad del retroceso en su ex partner, quien -en todo caso- mantiene el respaldo de Bachelet.
Despliegue territorial: Bachelet reforzó el equipo que encabeza Belisario Velasco en la Región Metropolitana, que concentra el 40% de la votación nacional. También se destinará una mayor parte de los recursos al trabajo territorial, que había sido descuidado en la primera etapa. De hecho, ya se encargó a un nuevo grupo de personas la recolección de recursos frescos para la segunda vuelta.

 

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