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Centros Chilenos en el Exterior

PELIGRO SOBRE LA PATAGONIA CHILENO-ARGENTINA

Carta enviada por Adrian Salbuchi a el Diario La tercera de chile



Sr. Director,
Diario "La Tercera",
Santiago de Chile

De mi mayor consideración:
Desde allende de la Cordillera de Los Andes, tengo el agrado de dirigirme al Sr. Director en relación al resultado adverso en los Tribunales Chilenos respecto de las actividades extrañas y claramente sospechosas del ciudadano estadounidense Douglas Tomkins y su equipo, en torno al Parque Pumalín en Chile. Muy especialmente, hago referencia a las lúcidas cartas del Sr Fernando Saieh Alonso, Secretario General del Instituto Historico Arturo Prat de Santiago.

Al respecto, quisiera manifestar que innumerables argentinos observamos con mucha tristeza y alarma esta aparente claudicación de la Justicia Chilena ante el Sr Tomkins, uno de los tantos y poderosos operadores de las estructuras de Poder del Nuevo Orden Mundial en nuestra región, puntualmente en la Patagonia chilena y argentina.
Las actividades del Sr Tomkins en Chile y en provincias argentinas como Santa Cruz no son ni inocentes, ni aisladas ni - mucho menos - "filantrópicas". Creo que representan una de las tantas cabezas de playa en el marco de un plan a largo plazo claramente orientado al apoderamiento de una de las regiones más ricas, importantes y estratégicas de nuestro planeta por parte de esas estructuras de poder mundial hoy enquistadas en los Estados Unidos, el Reino Unido y el Estado de Israel.

Seguramente, el Sr. Director conocerá los amplios y concretos antecendentes que señalan el claro interés de estos intereses foráneos de aproderarse de la Patagonia Argentina, cuyo creciente control han logrado gracias a una artillería de tácticas exitosamente ejecutadas en diversos frentes. Desde la compra a vil precio de enorme zonas en nuestras cinco provincias patagónicas, y la creciente agudización de la potencialmente catastrófica "deuda externa argentina" en base a la que dentro de no muchos años se nos exigirá el "canje de deuda por territorio", hasta supuestas ayudas "ecológicas", turísticas, militares y demográficas. Todo un enjambre de "buenas excusas", Sr. Director.

No es un secreto que estas políticas se hallan íntimamente ligadas a la crecientemente violenta problemática interna del Estado de Israel que hoy le exije la urgente fundación de un segundo Estado israelita al cual poder trasladar asentamientos poblacionales e intereses militares y económicos, dentro de un planeamiento geopolítico que abarca décadas, sino siglos.

Desde que en el año 1896 el Dr Theodor Herzl publicara en Viena su obra fundacional del Sionismo - "El Estado Judío" - observamos la manera en que nuestro territorio quedó claramente afectado a esos planes a largo plazo, según surge por ejemplo del elocuente título de uno de los capítulos de esa obra fundacional sionista que reza: "¿Palestina o Argentina?", en el que hace ya más de un siglo Herzl propone que la Argentina beneficie al sionismo internacional "cediendo una parte de su territorio a cambio de una compensación económica".

Hoy, poco más de un siglo después, no solo avizoramos la imposicion inminente del "Canje de Deuda por territorio" sobre nuestro país gracias a las sistemáticas traiciones de gobernantes como Videla, Alfonsín, Menem, De la Rúa, Duhalde y Kirchner, sino que vemos como, por ejemplo, un poderoso vocero del sionismo internacional en nuestro país, el Sr. Eduardo Elsztain, socio de otro "filántropo" - me refiero al usurero internacional sionista George Soros - a través de su empresa inmobiliaria IRSA y del Banco Hipotecario se ha transformado en uno de los mayores terratenientes de la Argentina. El Sr. Elsztain es también miembro de la poderosa Americas Society presidida por los banqueros y petroleros David Rockefeller y William Rhodes, al tiempo que acaba de ser nombrado tesorero del poderoso Congreso Mundial Judío por su presidente Edgar Bronfman.

De esto da cuenta, nada más y nada menos, que el matutino argentino "La Nación" en un amplio y detallado artículo publicado hace pocas semanas bajo el sugestivo título de "Eduardo Elsztain: el dueño de la tierra"; título que encierra mucho más que una mera metáfora (ver la edición del 03-Jul-05 del diario "La Nación" de Buenos Aires). Agreguemos a todo esto las recurrentes incursiones de "simpáticos mochileros israelíes", casi todos oficiales del Ejército Israelí, a través de nuestra Patagonia haciendo relevamientos de todo tipo; agreguemos la base nuclear británica en las Islas Malvinas Argentinas; agreguemos la destrucción de las fuerzas armadas argentinas, y entonces comprenderemos cuán fácil será disparar alguna "crisis económico-social" en mi país, que fácilmente desemboque en una fractura territorial, según lo vienen promoviendo actuales y anteriores gobernadores provinciales canallas como Sobisch de Neuquén, Rodriguez Sáa de San Luis, y el incorregible Néstor Kirchner de Santa Cruz. Kirchner, hoy presidente de la Nación Argentina y socio de esos mismos intereses mundiales, fugó del país hace doce años más de 650 millones de dólares de fondos públicos de su provincia colocándolos en grandes bancos internacionales, según lo denunciara judicialmente el abajo firmante en Mayo 2004, hecho que hoy conforma uno de los máximos escándalos públicos que afectan a nuestro país. Todos estos, y otros, elementos y acciones promueven desde dispares ángulos un unívoco objetivo: la creación de un nuevo Estado judío en la Patagonia.

Más allá de los desencuentros del pasado, hoy claramente ha llegado la hora de que Chilenos y Argentinos marchemos juntos para defender algo Sagrado y común a ambos Pueblos: la Soberanía sobre la Patagonia.
Si no lo hacemos, entonces seguramente mañana tendremos que llorar como mujeres lo que hoy no sepamos defender como hombres.
Saludo al Sr. Director con mi más distinguida consideración.

Adrian Salbuchi,
Buenos Aires - Argentina
(investigador, autor y consultor internacional)
www.eltraductorradial.com.ar
salbuchi@fibertel.com.ar

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