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Cómo convertir a un mapuche en santo

Cómo convertir a un mapuche en santo

Domingo 11 de noviembre de 2007   

Por Alejandra Carmona y Miguel Paz / La Nación Domingo 

La polémica tras la beatificación de Ceferino Namuncurá

Una teoría para entender por qué un indígena llega a los altares de la Iglesia Católica. Sólo hay un indígena más en Latinoamérica beatificado y canonizado: Juan Diego Cuauhtlatoatzin. Su historia levantó en México la misma polémica e idénticas suspicacias. Para muchos, Juan Diego puede ser incluso un invento de la Iglesia.

Le falta un milagro, hacémelo a mí", gritó Valeria llorando. Tenía entre sus manos una revista y la imagen de un niño venerado por los salesianos, un mapuche argentino al que se le atribuían fenómenos inexplicables científicamente. Valeria, una monja consagrada que dejó los hábitos para casarse con un aspirante a sacerdote, tenía sólo tres cosas en el cuerpo: un tumor mortal en el útero, 24 años y la fe. Según ella misma ha contado en diversos medios trasandinos, pasó poco tiempo antes que la conclusión de los médicos fuera lo más extraño que la ciencia pueda diagnosticar: un milagro.

El rumor no tardó en esparcirse por Chimpay, un pueblo de calles polvorientas en el valle medio del río Negro, Argentina, donde sus habitantes que apenas alcanzan los 10 mil hablan de agricultura, milagros y Ceferino Namuncurá, un joven que nació en esas tierras. Algunos cuentan que han visto su espíritu. Otros, que con sólo un poco de devoción y un par de rezos en el santuario de ladrillos que lleva su nombre, la vida puede cambiar de la tierra al cielo. Porque si en algo cree este pueblo que limita con la pampa, es en que el joven que murió a los 18 años nació santo. Para todos ellos, el milagro de Valeria, que lo llevó a la beatificación que se realizará hoy en Chimpay, es sólo el punto final de un nuevo salmo.

Una familia de caciques

Si no hubiese sido medio santo desde chico, probablemente Ceferino Namuncurá habría sido guerrillero. Era nieto del cacique Calfucura e hijo de Manuel Namuncurá. Este último, conocido como el "rey de las pampas" y líder de las fuerzas indígenas contra los argentinos, finalmente, en 1883, se rindió y aceptó las ofertas de un acuerdo de paz: una pensión vitalicia, tierras y el rango de coronel del Ejército argentino.

Pero no fue todo. Su acuerdo también permitió la primera moneda de cambio luego de su rendición. En 1888, cuando nació Ceferino el primer hijo que tuvo con Rosario Burgos, una mestiza chilena que raptó en una de sus batallas debió aceptar que sacerdotes salesianos lo bautizaran, lo educaran e incluso años después lo llamaran venerable de la Iglesia.

Hay quienes destacan este hecho como parte del colonialismo de la Iglesia. Domingo Namuncurá, descendiente de la familia del beato y ex director de la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (Conadi), dice que todo depende del ojo con que se mire. "Uno puede decir que esta es una forma de colonialismo. Pero también podemos afirmar que la beatificación le abre el camino a un escenario internacional de reconocimiento a los indígenas", asegura, una afirmación que en nada comparte una machi que prefiere mantener en reserva su nombre. "Nosotros tenemos un dios y no se los imponemos. Ellos [los católicos] no tienen derecho a barrer de un plumazo nuestra cultura y convertirlo en santo. Es una muestra más de cómo tratan a los pueblos indígenas", reclama.

Sólo hay un indígena más en Latinoamérica beatificado y canonizado: Juan Diego Cuauh-tlatoatzin. Su historia levantó en México la misma polémica e idénticas suspicacias. Para muchos, Juan Diego puede ser incluso un invento de la Iglesia.

EN CONDORO DEL PAPA

La beatificación de Ceferino demoró más de 40 años en llegar. ¿Por qué un mapuche se convierte en santo ahora? Los más escépticos dicen que la respuesta está a la vuelta de la esquina, en Brasil, y como salvavidas de una nada afortunada declaración del Papa Ratzinger, quien en mayo lanzó una bomba al pueblo indígena: "La llegada del cristianismo a Latinoamérica no fue una imposición de una cultura extranjera Tampoco significó una alienación de las culturas precolombinas", dijo, despertando la odiosidad y el reclamo en masa de los pueblos originarios. "Lo de Brasil fue impresentable Yo creo que el Papa llegó a Roma y sus asesores le dijeron mire lo que dijo, hay que arreglar esto . ¿Y a quién quieren beatificar al poco tiempo? A Ceferino", dice Domingo Namuncurá, que a pesar de hacer este análisis político partió con toda su familia a Chimpay.

Cuando se le pregunta si acaso la beatificación de Ceferino Namuncurá es una nueva forma de colonización religiosa, el padre Juan Bustamante parece incomodarse levemente. Con un tono de voz neutro y pausado que ha usado en la entrevista, dice que los miembros de la Pastoral Mapuche están muy contentos con la consagración de Ceferino. El 25 de noviembre, los salesianos harán una misa en honor de Ceferino en el templo de Don Bosco, el padre de la misión, en la Gran Avenida de Santiago. Será una misa con el pueblo mapuche y la familia salesiana. "Están todos invitados, incluso las facciones disidentes", dice el padre Juan Bustamante, respondiendo al fin la pregunta.

Para los mapuches enojados con este último gesto de la Iglesia, no hay invitación que valga. Prefieren celebrar un nguillatun para ponerse en contacto con la naturaleza y las fuerzas sobrenaturales. Para ellos, sus rituales y su cosmovisión nada tienen que ver con venerar a un santo en una Iglesia. LND

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